viernes, 27 de febrero de 2009

Waikiki o Bahamas, provincia de Gerona


Waikiki está en la Costa Brava. Y si no es Waikiki, la de la foto es una playa de arena blanca de las Bahamas con sus cocoteros, sus nativas en bikini, desinhibidas, sonrientes, labios coralinos, bailando el hula y dando la bienvenida a los viajeros con guirnaldas de colorines. Y en lontananza las aletas de los tiburones que balizan la línea de arrecifes. Noticias del paraíso, de David Lodge.
El archipiélago de las Bahamas es un paraíso natural, además de fiscal, como Liechtenstein… que es el Shangri-La del papá de Artur Mas, héroe del catalanismo fiscal que supo salvaguardar sus haberes de la codicia recaudadora de la Hacienda española, obcecada en el implacable expolio de Cataluña, según es fama.

El Patronato de Turismo de la Costa Brava, controlado por ERC, el partido de las manos limpias… (hasta que las metieron en la caja)… ha editado una campaña promocional de esa bellísima franja de nuestro litoral trucando la foto de una playa de las Bahamas y haciéndola pasar por un enclave idílico entre Blanes y Port-Bou.
Chocante y sorprendente anécdota. A los patriotas de antorcha en mano de ERC se los imagina uno llorando de emoción ante una instantánea de cualquier rinconcito de Cataluña. Lo mismo da de las nevadas cumbres del Pirineo, de una iglesia románica del valle de Boí, de la zona cero del Carmelo o de una calle de alta densidad prostibularia del barrio del Raval. Son todos ellos rincones de su amada, de nuestra amada Cataluña… y ante la contemplación de sus símbolos, paisajes y gentes, cualesquiera que sean, los de ERC, o eso pensaba Tolerancio, alcanzan el éxtasis, a un paso de la unión mística con Dios… a punto de levitar.

Roda món i torna a Camprodon. Es decir, nada comparable al terruño. Ésa es una de las premisas fundacionales, inaugurales, del nacionalismo. No se entiende por qué razón los patrioteros palurdos y cansinos, insoportables, de ERC han recurrido a una playa extranjera para publicitar los encantos innumerables de la Costa Brava, que no precisa de suplantaciones fotográficas de ningún género para enamorar a cualquiera que tenga ojos en la cara. Insondable misterio.

Esta anécdota recuerda, en cierto modo, el chapucero desliz de la Junta de Andalucía que trasladó de un corta y pega en Google la catedral de Mallorca a orillas del Guadalquivir, a tiro de piedra de la Torre del Oro. La diferencia es que éstos cometieron un fallo garrafal que denota la imbecilidad inconmensurable del organismo que vela por la promoción turística en aquella región, que también es nacionalidad preambular, mientras los nuestros eran conscientes de la engañifa y se jactaron de ello, una vez descubierto el gazapo, alegando que la suya es una estrategia comercial recurrente, adoptada por otros estafadores en el ancho mundo.

Si en un caso el error fue inconsciente, en éste no. Luego la figura llamada publicidad engañosa le cuadra al incidente a las mil maravillas. Publicidad engañosa perpetrada, cómo no, con dinero público manejado por los de las manos limpias. Limpias porque a mano siempre tienen un lavatorio con la banderita catalana en el toallero a la que transferir sus caspicias y suciedades.
La novedad no es que destinen dinero de los contribuyentes… -bastante alelados, por no decir palabras más gruesas… luego por ahí no les acecha riesgo alguno-… para malgastar millones a paladas en aras de la llamada construcción nacional o para cometer fechorías presupuestarias sin cuento ni cuenta, pues no sueltan prenda de cuánto parné nos cuesta su embajadilla en Nueva York, sino que por una vez la pifia responde a una figura fácilmente reconocible y tipificada, publicidad engañosa, que conlleva en ocasiones, previa denuncia de particulares o de asociaciones de consumidores, expedientes sancionadores y multas.

Se trataría de copiar esa foto promocional, trucada, de una playa de las Bahamas, transmutada por arte de birlibirloque en una calita acaso cercana a Lloret de Mar, y remitirla a las agencias de noticias y mayoristas del sector turístico de aquellos países europeos que surten nuestras playas de visitantes… los llamados guiris que, tumbados a la bartola bajo la solana, adoptan la tonalidad rojiza de un crustáceo y aterrizan en España locos por deglutir raciones de paella y de tortilla de patatas regadas con barriles de sangría por hectolitros. Cierto que en Bahamas podrían agradecer esa publicidad gratuita de sus paradisíacos rincones, pero el blindaje de la Denominación de Origen es cosa compartida acá y acullá en todos los ámbitos comerciales, defendida con uñas y dientes por aquello de la preservación de la calidad y autenticidad del producto a la venta. No se admiten imitaciones.

En esta nación virtual… que cobra forma y hechuras de estado soberano con sus selecciones deportivas, sus embajadillas, su banca nacional, La Caixa, sus aerolíneas, su memoria colectiva diseñada desde los despachos y los sentimientos nacionales inoculados a través de continuadas sesiones hipnóticas desde la más tierna infancia, ya en el parvulario, y grapadas en la corteza cerebral vía radiaciones catódicas emitidas por los medios de comunicación de titularidad pública… -y privada-… nos cambian las calitas de la Costa Brava por las playas caribeñas de las Bahamas… y cuela.

Sean paraíso y su antípoda, el infierno, conceptos abstractos, virtuales, o en este caso geográficos, queden un pelín retirados, cerca de Nínive, en el Tibet, en las Bahamas o junto a Cadaqués… asoman a cada paso que damos cuando volvemos la mirada hacia adentro de nosotros mismos.
Como dijo Alberto Moravia el infierno de unos es el paraíso de otros. Y esto es así, pues el sonderkommando nacionalista Montilla, que es el Pedro Botero del infierno de Tolerancio, un diablillo menor, expande su alma contemplando con regocijo, embelesado, babeante y empalmado quizá, el árido y monocorde paisaje de la construcción nacional… que son las tinieblas que Tolerancio no quisiera transitar ni a bayonetazos.

¡Aloha!... Waikiki, Tossa de Mar…




sábado, 21 de febrero de 2009

Andalucía Oriental: mitosis autonomista



A Fina de Pozoalcón

La mitosis es un proceso de partición celular. Ese fenómeno biológico tiene su traducción política y administrativa en esta descacharrada España de las autonomías. Ha nacido en Andalucía, por mitosis, una plataforma que pretende constituir las provincias orientales, Jaén, Granada y Almería, en una nueva comunidad autónoma que llamarán Andalucía Oriental. La causa es el despecho de dichas provincias relegadas al olvido por la ominosa hegemonía sevillana. Chaves es el cacique, el tiranuelo y déspota… el sátrapa persa de opereta responsable del asfixiante centralismo hispalense al tiempo que promotor, lo hemos sabido hoy, diario El Mundo, 21/02/09, del unitarismo cinegético… figúrese usted.

El camino a recorrer que tienen por delante los promotores de la plataforma es largo y difícil. Toda una travesía, no del desierto, pero como mínimo del Despeñaperros para trasladar antes o después sus demandas a la corte y villa de Madrid.
Nos figuramos que los impulsores de la mitosis autonómica habrán de elaborar primero una hoja de ruta, una suerte de plan Ibarreche pero aplicado al meridión peninsular. Para empezar les toca promover un referéndum que sea admitido por la metrópoli sevillana y goce de amplio respaldo en las provincias demandantes, sujetas a la futura jurisdicción de la entidad política en ciernes. Y ese referéndum ganarlo luego en el conjunto de las ocho provincias andaluzas, tal cual las conocemos hoy.
Y tras una actualización de ultimísima hora del vigente estatuto de Andalucía… (reformado hará cosa de un año con una participación electoral notabilísima -no llegó al 40% del censo- a guisa de tapadera del nuevo estatuto de Cataluña, es decir, haciendo las veces de estatuto-palmero/ estatuto comparsa, patraña a la que se prestó de grado el señor Arenas del PP, eterno aspirante a cacique regional)… vendrá la promulgación del suyo propio, el andaluz-oriental, buscando encajes constitucionales a tres bandas como si de una partida de billar de carambolas se tratara.

Con el tiempo y convertida Andalucía Oriental en autonomía y luego en nacionalidad, cobrará forma al fin el nacionalismo andaluzoriental y seguirá la preceptiva apertura de embajadas, a imagen y semejanza de Cataluña, en París, Nueva York, Tombuctú y la constelación de Casiopea una vez que dispongan de la tecnología necesaria para colonizar el espacio exterior lanzando sus cohetes desde la base cosmonáutica a instalar en el desierto de Tabernas, donde se rodaban antaño los spaghetti(o paella o gazpacho)-western.

Para ser una autonomía de primera y hablar de tú a tú al gobierno central es indispensable tener un idioma propio. Da muy buenos dividendos. Y si no se tiene, se inventa. Ayuda contar con alguna variante dialectal o peculiaridad fonética para agarrarse a ella como a clavo ardiendo. Y se inyectan millones a patadas para crear asociaciones y becar a algunos escritorzuelos que reclamen el rango idiomático para esos localismos o hablas… y ya tenemos el brebaje en la probeta a punto de espumar. La fundación de una Academia que vele por la pureza y subsistencia del idioma invocado es el paso que culmina el proceso. Así es como nace… -o nacerá-… el andalú. Y no es una coña marinera aunque lo parezca.

Remitimos al incrédulo lector a la noticia aparecida en el diario gratuito 20 Minutos el miércoles 26 de noviembre de 2008. El titular decía, pizca más o menos: No hablamo’ mal er kahteyano, hablamo’ andalú. En efecto el andalú, en opinión de la asociación que insertó el texto citado, es el idioma que se habla en Andalucía y no el español. La pega en este caso reside en que, una vez proclamada la autonomía andaluzoriental, un idioma no da para dos regiones, pues sería poco menos que muñir en demasía una sola ubre y habría que crear otro idioma distinto.
No tiene claro Tolerancio si la solución pasaría por diseñar por mitosis fonética dos idiomas diferenciados en función del ceceo, seseo y haches aspiradas de los hablantes de la región, el andalú… -en oriental y occidental-… con el cuidado añadido de proyectarlos exactamente sobre los límites provinciales de nuevo cuño. Encaje de bolillos… o de boliyo’/o/bolisho’, como prefieran.

La aparición del idioma habilitará además las políticas posteriores de inmersión lingüística en las escuelas, como sucede en Cataluña, País Vasco y Galicia. En el presente caso dicha inmersión no afectará al habla habitual de los alumnos, pero sí a su trascripción gráfica. Es decir, a los libros de texto, notificaciones institucionales con el administrado, rótulos comerciales en la calle, anuncios, etcétera, y otras cuestiones de no menor importancia que habrán de ceñirse a la nueva ortografía, a las nuevas reglas léxicas y sintácticas. El andalú estándar, unificado o demediado para surtir de especificidad lingüística a ambas autonomías, occidental y oriental, necesitará una suerte de normalización, un Antonio de Nebrija o un Pompeu Fabra. Y una Academia, lo dicho, que limpie, pula y dé esplendor. Casi como Mister Proper.

Luego tocará multar rótulos comerciales redactados en español. Se ofrecerá primero, cómo no, la posibilidad a los comerciantes de cambiar el letrero con una subvención pública como sucede en Cataluña, práctica del agrado de don José Montilla, natural de Iznájar que, ahora duda Tolerancio de qué lado quedará su localidad natal, si del Oriental o del Occidental, y que también aprueba el presidente ZP según afirmó sin ambages, entre ladino y traidorzuelo, en una entrevista radiofónica concedida a la cadena SER días antes de las pasadas elecciones generales.
En caso de negativa, de reincidencia, previa denuncia de los agentes o inspectores reclutados entre el tejido asociativo apaniguado y creado a tal efecto… -como sucede en Cataluña, donde nace el modelo original exportado a otras regiones-… ocupados en peinar las calles para detectar anomalías, provistos de libretitas para anotaciones y delaciones varias, llega el multazo de marras. De modo que el señor Pérez, el de la Colchonería Dulces Sueños de toda la vida, o cuelga el letrero Corshonería Durse’ Sueño’ -o Durze’ zueño’- o la Oficina (Ofisina) de Garantías Lingüísticas le dará un estacazo que lo dejará tibio.

Quedará por ver la generosidad y talante del nuevo gobierno autónomo. Ya se verá qué plaza ostentaría la capitalidad administrativa y política de Andalucía Oriental, acaso Granada por lo del antiguo reino nazarí… pero ésa es una incógnita que no podemos aún despejar. Lo de generosidad va por las posibles reivindicaciones que en el dintorno de sus fronteras puedan surgir en adelante, acogidas a determinadas especificidades culturales e históricas, para sustentar, a su vez, nuevas mitosis autonomistas. La cuestión es… ¿Accedería el novísimo gobierno de Granada a conceder rango autonómico a Las Alpujarras si dicha comarca abrigara ambiciones del mismo calibre?

La gente se apunta a lo que tiene éxito. Crear castas políticas locales, camarillas, conventículos para la mangancia, cargos oficiales, parlamentos, sueldos vitalicios, inventar asociaciones financiadas con dinero del contribuyente para colocar a parientes y allegados, trincar comisiones en licitación de obras, establecer derechos diferenciados entre las personas en función del lugar de nacimiento o residencia, manejar el cotarro en definitiva, un cotarro pequeñito y reservado a los más espabilados del lugar y sin injerencias foráneas… es un bocado suculento que muchos apetecen. Desarrollamos un discurso victimista: no nos quieren, no nos comprenden, nos olvidan y marginan y… voilà!… ya está puesto en marcha el rentable operativo. Rentable para unos pocos y ruinoso para la mayoría.

Pero aún falta el detalle último para dar carta de naturaleza a la rocambolesca mitosis autonómica. La bandera. No hay autonomía que se precie sin su banderita ondeando al viento, indispensable para adornar la flotilla de coches oficiales de alta gama, mínimo Audi-4. Tolerancio ofrece altruistamente su diseño que ha contado con la inestimable ayuda de su amiga Fina. Es la bandera de Andalucía Oriental que incorpora el sol del Uruguay… sol que luce en Andalucía Oriental con un fulgor intenso, que lo mismo baña las murallas de la Alhambra, dándole esa tonalidad rojiza, crepuscular, que causa admiración y deja mudo al visitante, que la colosal estructura de hormigón del hotel El Algarrobico, Cabo de Gata, en su día autorizado por la Junta de Andalucía y hoy convertido en un esqueleto de cemento, en un fósil monumental a pie de playa de la descarnada explotación turística e inmobiliaria.

El símbolo del Uruguay hace al caso porque la denominación oficial de ese país hermano es República Oriental del Uruguay. En efecto dicha república toma su nombre del caudaloso río que la separa de Argentina, quedando el Uruguay en la orilla oriental. Los argentinos, con quienes intercambian rivalidad los uruguayos, llaman a sus vecinos un tanto despectivamente los de la banda oriental. Y ya tenemos nuestra banderita, la que colgará en un mástil ZP cuando reciba al nuevo presidente autonómico en la escalinata de La Moncloa.

Lo mejor de un país, región o comarca, más que sus bellos paisajes, sus monumentos o su gastronomía, son sus gentes. Y lo peor también, pues gilipollas de variada laya y condición abundan por doquier.
Pero de lo bueno nos quedamos con lo mejor. Y de lo mejorcito de Andalucía Oriental, y de Andalucía toda, es mi amiga Fina de Pozoalcón, que es una luchadora incansable. Una mujer excepcional que se divierte de lo lindo con sus hijos, que lucha a brazo partido por la dignidad de la condición femenina, que vive como una vocación y un imperativo ético la elevación cultural de los alumnos a su cargo, que no se arruga ante la enfermedad y que ha batallado como nadie por los derechos de los trabajadores ante enemigos poderosos. Y que, además, comparte con Tolerancio un enorme interés por una especie amenazada como es el lince ibérico, la joya de la corona de la fauna española.

No cree Tolerancio que los españoles merezcamos una autonomía más, ¿Qué hemos hecho? ¿Qué pecados estamos expiando?, pero sí que Fina de Pozoalcón merece el afecto y la admiración de todos sus vecinos y amigos.

martes, 17 de febrero de 2009

Guantánamo (España)


Guantánamo se nos ha metido muy adentro. Todo comenzó con aquella melodía, Guantanamera, Guajira, Guantanamera… y siguió después con la conversión en cárcel siniestra de la base militar que Estados Unidos mantiene en Cuba donde han sido recluidos y torturados presuntos terroristas islámicos tras los atentados del 11-S.

Guantánamo ha sido uno de los estigmas de la administración yanqui bajo el mandato de George W. Bush. Junto a críticas y reproches merecidos han proliferado voces que hacen de Guantánamo la encarnación de todos los males y pestilencias que aquejan a la estirpe humana en general y al ominoso e insufrible dominio occidental en particular. El régimen de Pol Pot, las matanzas entre hutus y tutsis o las escabechinas en Darfur al lado de Guantánamo son, nos dicen, riñas, pelamesas de parvulario.

Guantánamo, con su integral abyección, es de un tiempo a esta parte la metáfora perfecta de la impiedad global, quedando otros atropellos y carnicerías en un segundo o tercer plano. En un no-plano. La mampara que oculta la visualización de otras iniquidades sin cuento. Sin ir más lejos Guantánamo está en Cuba. Es un pedacito de la isla, un pedacito infecto que Obama, eso ha prometido, pretende cerrar en menos de un año, en cuanto solucione la enrevesada trama legal que su existencia supone. No sugiere Tolerancio que no se apunte el foco de la indignación sobre esas precisas coordenadas… siempre que no olvidemos que la isla de Cuba es toda ella, en cierto modo, un colosal presidio, al menos para millones de sus habitantes. Cierto que no para todos. Ni para la nomenclatura del Partido Comunista, ni para los turistas que vuelan al Caribe para cocerse a daiquiris bajo un cocotero y darse unos revolcones con las sensuales jineteras contactadas en el concurrido Malecón de La Habana.

¿Cuántas veces nos han dicho nuestros propagandistas locales del castrismo que la Cuba de Batista era el burdel de la CIA y de los pudientes turistas americanos?... perdimos la cuenta hace años.
No obstante si aquello era cierto, no lo es menos que no ha dejado de serlo: un burdel. Un inmenso burdel para solaz de turistas europeos y brigadistas comprometidos… -comprometidos… ¿con qué?-… con el metisaca. Y es que las mulatas son muy tironas. Te regresan de Cuba esos machotes, cuentan ufanos, con la pilila irritada de tanto roce. La mayoría de las chicas se deja sobar por europeos empalmados para burlar el racionamiento y atender su manutención, la suya y la de sus familiares… antes, cuando no circulaban los dólares, a cambio de especies, artículos de primera necesidad que la clientela adquiría en establecimientos vedados a los nativos, y ahora abiertamente por numerario contante y sonante.

El régimen cubano, pues, ha democratizado la prostitución. De ejercerla en tiempos de Batista profesionales colegiadas se ha pasado a la práctica generalizada, a la libre concurrencia en el mercado. También dispone el catálogo insular de atléticos sementales para completar la oferta del tan buscado exotismo sexual. Gracias a Castro y a su alegre trouppe de criminales Cuba es toda ella un burdel.

La hipermetropía moral de algunos para escandalizarse con el execrable Guantánamo yanqui y la miopía moral para ignorar la represión castrista en la isla nos recuerda aquella película titulada Saigón que protagoniza William Dafoe. Éste y su colega… -son detectives militares-… investigan unos asesinatos de meretrices asiáticas cometidos por un oficial americano en sórdidos lupanares durante la guerra de Vietnam. Cuando las pesquisas del chico de la peli se acercan demasiado a su objetivo, recibe recaditos para que olvide el asunto. Uno de sus superiores, que será, lo sabremos luego, el autor de los crímenes, le dice muy gráficamente:

-¿A santo de qué te empecinas en resolver el caso?... No son más que putas. Es cómo si navegaras en una barca por un río de mierda, sacaras una mano del bote y agarrases un trozo y dijeras asqueado: “Me indigna este mocordo”.

Ahora que Obama cierra Guantánamo, permanecerán otros guantánamos abiertos. Y están en España. Mira tú por dónde. Si han volado aviones de la US Air Force o no desde bases americanas en España, o en tránsito, pera llevar islamistas a Guantánamo, es algo que no sabemos. Pero citaremos otros casos:

-Ante las últimas elecciones municipales el Fiscal General del Estado dijo que no era democrático invalidar todas las candidaturas pro-etarras pues ello supondría diseñar un Guantánamo electoral para unas 150.000 personas de media que en las citas electorales votan siempre a ETA por candidatura interpuesta. Se dio por bueno permitir que ETA presentara lista en este pueblo, pero no en aquel otro en atención a presuntas contaminaciones y otras milongas… aquellos tiempos en que Otegui y De Juana Chaos eran hombres de paz y requerían guiños de complicidad a guisa de pruebas de amor. De amol.

Lo que son las cosas. Se ha pasado de esta lista sí, esta lista no al bloqueo, no comercial, pero sí de candidaturas pro-etarras al completo para las autonómicas que se dirimen en un par de semanas. Conde Pumpido habrá de cambiar de metáfora. Jamás repetirá la expresión guantánamo electoral. E incluso no recordará haberla pronunciado en la vida. Que es lo que le pasa a uno cuando está dispuesto a ensuciar la toga con el polvo del camino.

-Pequeños guantánamos afloran como setas por toda la geografía nacional. Las víctimas no son presuntos terroristas islámicos, pues alguno hay que encuentra acomodo en consejerías de distrito como cargo electo del PSC, sino adolescentes conflictivos, muchos de ellos inmigrantes. Se ha sabido que en esos guantanamitos, que vale por centros de acogida, menudean las palizas, las sedaciones para tranquilizar a los muchachos más levantiscos y tácticas punitivas como la privación de sueño y que, a otra escala, nos remiten a los modos y maneras del presidio yanqui en Cuba.
Esta noticia ha pasado por la prensa como pasa una estrella fugaz por el firmamento en la noche de san Lorenzo. Esos voceros indómitos que apelan a los derechos humanos con ejemplar vehemencia, en esta ocasión han distraído la mirada hacia sus zapatos, silbando como si la cosa no fuera con ellos.

-El Guantánamo Educativo Catalán. Barracones a punta pala. Nunca hubo tantos. La geografía escolar catalana, prefabricada, cobra tintes de campo de internamiento. Sólo falta el alambre de espino para completar el cuadro. A los pequeñuelos que piden ayuda en castellano… -escuela Gayarre, Barcelona-… para satisfacer necesidades elementales se les desatiende y los hay que se las hacen encima, como denunció la monitora Sara Burgos en el diario El Mundo… caso flagrante de maltrato infantil que debería acarrear consecuencias penales.
Además el sistema educativo en su conjunto transita en una suerte de limbo legal a causa de la reiterada negativa del gobierno del sonderkommando Montilla a obedecer y aplicar las sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que instan a la inclusión del casillero de lengua habitual de los menores en los impresos de pre-inscripción. Desobediencia que en una democracia homologada supondría la inhabilitación para desempeño de cargo público, amén de un escándalo mediático de primera magnitud. Pero hemos dicho… en una democracia homologada.

Llevamos años con la cantinela del limbo legal a cuento de un antro como Guantánamo. Pero el limbo ya es agua pasada. Se esfumó. Así lo ha dispuesto el Vaticano tras una revisión teológica de esa figura vaporosa e inconcreta.

jueves, 12 de febrero de 2009

Perfomances a gogó


Las perfomances están de moda. El consejero tripartito Saura, de ICV, responsable político de las palizas policiales en la checa de Las Corts, preguntado por los incidentes registrados en una manifestación supuestamente convocada por la paz en Palestina, mani anti-israelí y pro-Hamas, a la que acudió tras recoger las caquitas del gato… -y donde se deslizaron gritos y consignas con cierto tufo antisemita-… respondió que la pistola que exhibió uno de los asistentes era de juguete.
¿Cómo podía saberlo si no estaba al lado del belicoso manifestante, no habiendo efectuado la dotación policial desplegada bajo su mando pesquisa alguna?
-Era una perfomance, una escenificación y la pistolilla era de pega porque eso se ve de un rato lejos… alegó el interfecto.
Lo cierto es que la prensa ha publicado la foto del incidente y no parece tan sencillo discernir la autenticidad o no del artefacto. Saura tiene, pues, una vista que ni el lince de Beocia… -(no sabemos si también dispone de la ventripotencia o potencia sexual de ese entrañable felino, joya de la corona de nuestra fauna, pues se ha demostrado que los linces en cautividad, acuciados por su extinción como especie, son capaces de copular 40 veces en un día)-… por eso no se le escapa ni una caquita de su adorable minino ni en el más apartado rincón de su apartamento.

Como era de esperar, y cuando las algaradas salen gratis, tras la mani dichosa y contando con el ejemplo institucional del consejero ecoantisemita Saura, llegó la hora de los ataques a las sinagogas de Barcelona: pintadas amenazantes y agresión al personal de un centro religioso. Es lo que sucede cuando la cúspide de la pirámide lanza determinados mensajes que son interpretados de manera más vehemente y menos elaborada por los elementos que componen la base.
Repita usted reiteradamente improperios contra los judíos, por ejemplo, y antes o después tendrá una noche de los cristales rotos. O una matanza como la del call o judería de Barcelona del siglo XIV. Cuando se atiza el odio prenden las hogueras. Hemos tenido ejemplos históricos para dar y tomar. Por cierto que mucho están tardando ya en arder las iglesias de culto católico como teas en un flamígero espectáculo pirotécnico tal y como sucedió en 1931 y 1936.

Nos dirán, claro, que esas pintadas y el garrotazo que se llevó el empleado de una sinagoga también son perfomances… de esas que tanto le gustan a Saura, que babea de lo lindo con la función y para quien una sinagoga envuelta en llamas tiene toda la traza de una escenografía neroniana a disfrutar desde el balconcito de casa, tañendo la cítara mientras Imma, que no Irma, la dulce, se prueba los últimos modelitos adquiridos en las boutiques más postineras del Paseo de Gracia.

Montilla despachó días después con el embajador israelí en España…que no en Cataluña, pues todavía Israel no ha abierto ninguna legación diplomática en Barcelona, que sepamos. Montilla quiso calmar al embajador alegando una cantinela que ya conocemos y que es polivalente, pues a todo se aplica: no teman, no pasa nada, no se alarmen… sucede que ustedes no conocen la realidad catalana. Acabáramos. Es el latiguillo de rigor cuando se vierte la menor crítica a la gestión de la cosa pública o cuando asoman al exterior esas pestilencias que las toneladas de ambientador patrio no pueden disimular. Exactamente lo mismo que reprocharon a los redactores del semanario The Economist: que no conocen la realidad catalana. Esa realidad consistente en que, por ejemplo, cuando se hunde una barriada entera, el Carmelo, no pasa nada… pero nada de nada.

No hay asomo de hebreofobia, judeofobia, es decir, de antisemitismo, no ya en la sociedad catalana, sino en las instituciones y en los partidos que las controlan, nos dicen. La prueba del 9 es que el gobierno amigo de Madrid vende armas al ejército israelí, cierto que en una cantidad mayor que la admitida por ZP en su última comparecencia en el programa de TVE 59 Segundos, pero que, en todo caso, aleluya, no se han utilizado para tirotear palestinos durante la invasión de la Franja de Gaza, pues son metralletas de esas que disparan chorritos de agua y sirven a pequeños y mayores para liar un buen zipizape en las piscinas. Eran armas… lo han adivinado… para perfomances bélicas.
Sé lo que están pensando aquellos que se han tomado la molestia de leer esta bitácora. Que los sueños de Izaskun, la chica con síndrome de Down que intervino en el programa citado arriba, se han hecho realidad. No es que no trabajen en el Congreso personas de similares características, sino que algunas ostentan cargos y toman decisiones.

Es complicado que un consejero dé orden de investigar altercados en una mani que, entre otros, convocó su propio partido y a la que acudió Saura tan alegremente, insistimos, tras recoger las caquitas del gato.

El gusto por las perfomances ha creado escuela. Recientemente se ha celebrado una concentración ante el consulado de Cuba en Barcelona para protestar por los 50 años de feroz dictadura en la isla caribeña: persecución de disidentes, torturas, férreo control de la información, reeducación de homosexuales por su empecinamiento, según la ortodoxia comunista, en el aburguesado vicio de la sodomía… que no ha llegado al extremo de su ejecución pública, no obstante, como en algunos países donde se aplica la sharia o ley islámica. Allí las perfomances sobre este capítulo se las traen. Son perfomances pero a lo bestia, con reos acusados de sodomía y ahorcados de grúas a más de 30 metros del suelo. Unas perfomances que ni las de La Fura dels Baus… y que jamás han contado con la pública y airada condena de Pedro Zerolo.

Como era de esperar el consulado cubano movió ficha y la gente contactada, Defensem Cuba, ICV y EUiA -vaya impronunciable ensalada de vocales- acudió a la contramanifestación no autorizada, pero, qué raro, permitida por Saura en el mismo lugar y hora. Lo que no es de extrañar pues entre ellos estaba un tal Miralles, otro de la cuerda de Saura, nuestro consejero favorito que alterna la limpieza de felinos domésticos con episodios de brutalidad policial para demostrar al respetable la amplitud y variedad de sus registros espirituales y de sus estados de ánimo. Que es Saura persona, en definitiva, de rica vida interior y llena de matices y contrastes.

Miralles, el de EUiA, también sostiene, cómo no, que lo de las torturas en Cuba es una trola, pura invención, una intoxicación más de agentes de la CIA. Que las descargas de alto voltaje con electrodos en los testículos que aplican en las comisarías a los disidentes también son una perfomance. Que en Cuba las torturas se practican únicamente en Guantánamo. Que esos malos modos son cosa de los yanquis imperialistas y que el camarada Fidel y su régimen tienen las manos limpias, casi tanto como los de ERC. Será porque las mutilaciones, las descargas eléctricas y las quemaduras con soplete las practican los agentes castristas con guantes de látex para no mancharse las manos con las salpicaduras de sus víctimas.

Son, en definitiva, apunta Miralles, meras perfomances… vale que menos divertidas que las juergas que se corren en Tropicana los esbirros europeos de Fidel, de mayor jerarquía, con bailarinas mulatonas y sandungueras, assssúcar, por cortesía del politburó de La Habana que escancia en sus copas daiquiris y mojitos por docenas y un buen y humeante veguero, un Lancero de Cohibas, cuando se dan un garbeo por la isla.





jueves, 5 de febrero de 2009

Diplomacia asimétrica


La política exterior del sonderkommando nacionalista José Montilla ha instaurado la diplomacia asimétrica. Ésta consiste en ejecutar cabriolas y piruetas de volatinero, con cargo al contribuyente, para establecer relaciones bilaterales con estados soberanos reconocidos como tales en el desafinado desconcierto de las naciones. Hoy, año 2009, Cataluña no goza aún de ese estatus. La apertura de proto-embajadas o embajadillas en París, Londres, Berlín y Nueva York, próximamente en Buenos Aires y Tegucigalpa, es el busilis de ese afán por tener voz y peso en el mundo.

Las tareas consulares han sido confiadas a personajes de contrastada solvencia como Apel·les Carod, hermano y clon de Carod Rovira… quien echó los dientes en misiones internacionales departiendo amigablemente con ETA en Perpiñán y acordando con los terroristas la deslocalización de atentados a cambio de un trato de favor a las tesis abertzales en los medios de comunicación de titularidad pública… categoría que, vía subvención y otras prebendas, integra también a buena parte de los medios de titularidad privada.

La última embajadilla inaugurada es la de Nueva York. Un despacho a todo lujo en el exclusivo Rockefeller Center. Preguntado Carod… -el mismo de Perpiñán, apóstol de la transparencia en la gestión pública, creador de la divisa Somos el partido de las manos limpias-… por la, a buen seguro, elevada factura del alquiler de las dependencias cuasiconsulares, respondió con aire enigmático y oracular que costaba lo que tenía que costar.

No obstante la asimetría diplomática consiste en que los nacionalistas abren embajadillas ante estados que no reconocen como igual a Cataluña. Aquí reside el nudo gordiano del embrollo. Cierto que mediante esta estrategia la existencia de Cataluña como ente político será en adelante más conocida por la opinión mundial. Sin ir más lejos la secretaria de Thompson Brothers, gabinete jurídico que comparte planta y fotocopiadora con el personal de la embajadilla neoyorquina, con el tiempo tendrá noticia de nuestra región como un territorio diferenciado de España, país que la buena de Katty Smith, así se llama la secretaria que, por cierto, tiene un trasero que corta el hipo, pero ésa es otra historia, ubica en la franja continental americana comprendida entre Río Grande y el estrecho de Magallanes.

Lo chocante es que aquellos que diseñan nuestra política exterior no han caído en la cuenta que estados como Francia, Gran Bretaña o Estados Unidos no aplican, ni de lejos, a aquellas regiones que en sus territorios reivindican la soberanía política, la delirante cesión de competencias que el gobierno de España regala o malvende -a cambio de apoyo parlamentario- a nuestras comunidades autónomas.
En Gran Bretaña tenemos los casos de Escocia, Gales o la isla de Wright o las anglonormandas de Jersey. En Estados Unidos las demandas autonomistas o separatistas de Alaska… -de las que fue abanderada en su mocedad la atractiva candidata republicana Sarah Palin-… Vermont o la Nación Vampira, y no es coña, Vampirilandia como Disneylandia, residenciada en Tracy City, Tennessee, como nos advirtió uno de los últimos boletines de la Asociación por la Tolerancia.

Y cómo no, el sangrante caso de Francia*, estado soberano que, por principios, Cataluña no debería reconocer por la reiterada negativa del jacobinismo parisino a considerar siquiera la, por otro lado, descabellada petición catalanista de unidad territorial resquebrajada por los tratados de paz Westfalia-Pirineos. En Conflent y alrededores los catalanes-franceses no gozan como tales del menor reconocimiento administrativo a pesar de los ímprobos esfuerzos del tripartito amontillado financiando con una millonada la apertura en Perpiñán de guarderías, escoles bressol en catalán… -ni una hora de aranés a la semana para esos tiernos galopines-… mientras el déficit de las mismas en casa es admitida por todo el mundo y donde miles de escolares catalanes reciben sus lecciones… -por llamarlas de alguna manera-… en esos barracones prefabricados que componen el paisaje GEC, Gulag Educativo Catalán.

Es decir, si España sojuzga a Cataluña, Francia todavía más y encima con dinero de los catalanes. Lo simétrico y apropiado, con arreglo a tanto disparate, sería abrir embajadillas en la levantisca isla de Córcega, en Bretaña, Normandía o en el País vasco-francés (donde formaciones afines a Batasuna cuentan con un apoyo que oscila entre el 1 y el 2% de los votos en las municipales)… pero nunca en París, metrópoli ocupante que silencia las ansias de libertad de las naciones oprimidas que contiene.

Nos dicen que uno de los numeritos de la inauguración de la proto-embajada neoyorquina… -que habrían de haber situado en Washington DC por aquello de la capitalidad federal-… no fue una sardana con su cobla y todo, sino la erección, entiéndase levantamiento, de una torre humana a cargo de una colla castellera para establecer un visual y ocurrente paralelismo entre el skyline de los rascacielos de Manhattan y una de nuestras más celebradas tradiciones. Una réplica poética músculo-cemento de muy loable mérito escénico.
La fiesta concluyó con unos pasitos de country pues recientemente la selección catalana de bailes de salón se ha proclamado campeona mundial de esa especialidad de inspiración vaquera, agropecuaria, para disgusto del equipo americano -con chicos de los estados de Tejas y Montana- que partía como favorito. Nuestros bailarines, todo hay que decirlo, no compitieron con barretina sino con el preceptivo sombrero stetson de cow-boy. Ya saben… No rompas más mi pobre corasón... estribillo del gran éxito musical de Coyote Dax que pasará a los anales de la alta cultura occidental.

Mucha notoriedad mediática ha tenido este asunto de las embajadillas. Pues, aún cuando el nacionalismo avanza imparable, una vez que el PSC del sonderkommando Montilla y de la legionaria Chacón ha desbordado por el flanco identitario -lengua, RH, ADN- los postulados etnistas y esencialistas del nacionalismo homologado, CiU y ERC, por fin se alzan voces críticas ante semejante retahíla de gansadas. De onerosas gansadas. Por ello, por su repercusión, el fenómeno consular se presta como ninguno a la lupa deformante, hilarante y descacharrada de la sátira cruel no nacionalista. Y en ese registro, con mejor o peor fortuna, Tolerancio nada a sus anchas como pez en el agua… en el agua de ese río contra el que ya no podremos lanzar guijarros por mandato del ecotrasvasador y ecopatán consejero Baltasar.

Uno de los antiguos proyectos de Tolerancio consistía en destacar a París, oh lalá, vuelo barato, pensión económica y con unos duros en el bolsillo, a unos cuantos militantes no nacionalistas, más o menos jóvenes y con ganas de divertirse y de vivir aventuras. El programa del Tolerancio European Tour incluía darse un garbeo por los cabarets de Pigalle, acaso transformados hoy en sex-shops, tomarse unos pastisses con bohemios y personajes pintorescos de Montmartre, callejear por el barrio Latino, saborear una genuina soupe à l’oignon, huronear en librerías de baratillo… esas cosas… amén de la visita preceptiva al Louvre y a los Inválidos…
Pero también montar una paradita ante nuestra legación diplomática en París repartiendo octavillas redactadas en francés alertando a los transeúntes de los afanes expansionistas del Reich catalán, con el mapita de los llamados Països Catalans incluyendo esa irredenta porción denominada Catalunya Nord que tanto codician nuestros más fervorosos patriotas.
Diseño geopolítico alternativo no muy conocido en el país vecino y que haría seguramente las delicias de una inmensa mayoría de franceses de todo el espectro ideológico, desde los transeúntes afectos al ultra Le Pen a los partidarios del otrora potente PCF, pasando por los grados intermedios, pero todos ellos encantados con la Grandeur de la France y su integridad territorial y que en adelante se resistirían a mirar nuestra embajadilla como una anecdótica extravagancia equiparable al exótico restaurante de la esquina donde sirven a los comensales tarántula frita bañada en salsa de gusano gordezuelo o al comercio con cabecitas jibarizadas en el escaparate de dos porterías más allá.

Nuestros chicos tomarían unas fotos de la perfomance ante la embajadilla y la colocarían en algún medio no intervenido para generar cierta polémica: Activistas no nacionalistas muestran a los franceses las ansias expansionistas del nacionalismo catalán.

Pero en la actualidad se tercia otra mise en scène. Claro que el operativo apuntado en el párrafo anterior y éste que sigue no se excluyen necesariamente. Por un lado tenemos la apertura incesante de embajadas allende nuestras fronteras y por otro, menudo chasco, la nula reciprocidad. Es decir, Cataluña abre embajadas en todo el mundo, pero el mundo todo, nadie, abre embajadas en Cataluña. Y la diplomacia requiere simetría, intercambio, mutualidad de lazos y vínculos.
Es preciso, no se hable más, abrir una embajada en Cataluña… o cuando menos intentarlo. Esto es, presentar credenciales en la plaza de San Jaime ante el gobierno del sondekommando Montilla. Ese es un déficit de nuestra política exterior que los catalanes de pro no podemos consentir impasibles.

Si Estados Unidos, Francia, Suecia, Togo, Burundi, la Franja de Gaza, Rusia o Japón no piensan hacerlo, Tolerancio proclamará unos cuantos candidatos a cónsules honorarios de Carpatia, Pictria, Syldavia, Borduria o el Furibundistán y los subirá a una limusina de alquiler con su banderín junto al parachoques, acompañados de figurantes a guisa de guardaespaldas con americanas planchaditas y pinganillos a la oreja. Nuestro embajador cárpata, pictrio o furibundistaní ante Cataluña, con su frac o chaqué de alquiler, lo que requiera el protocolo, banda carmesí al pecho, salvoconducto lacrado y atado con cinta de bramante y una suerte de ofrenda o regalo para certificar esa amistad inaugural entre ambos pueblos, descenderá del auto, con paso sereno, altivo continente, y se dirigirá a la puerta celosamente custodiada por una dotación de mozos de escuadra.
Y, formalmente, previo envío de un burofax a Presidencia, y a ser posible ante los medios de comunicación convocados al efecto, solicitará con toda solemnidad el establecimiento de relaciones diplomáticas, bilaterales, entre su país y Cataluña. La noticia abriría los informativos de la CNN y de medio mundo: Chiquitistán Ulterior reconoce a Cataluña.

De este modo el ciclo se habrá completado. Uno es en buena parte, a su pesar, lo que los demás deciden que es. Que vale por decir que la soberanía política es también un asunto de percepción ajena. Cataluña solo será una nación, con todas las de la ley, cuando los demás miembros de la comunidad internacional por tal la tengan. Pictria o Furibundistán, gracias a las desinteresadas gestiones de Tolerancio, están dispuestas a dar el paso. Un pequeño paso para la Humanidad… y un gran paso para Cataluña.

¿Voluntarios para escenificar semejante charlotada? Tolerancio se pide el papel de guardaespaldas pues siempre ha soñado con decir por el pinganillo -Rayban de espejo y mascando un correoso chiclé- cosas del tipo: Aquí topo rojo a gacela parda… ¿Me copias?... sospechoso a las dos... ¿Me ocupo o es cosa de Frank?... Cambio y corto…-o corto y cambio-… me han dicho que tu ex mujer tiene un lío con Jimmy…

* Otro estado que jamás debería reconocer Cataluña es Italia por la intolerable opresión que el centralismo romano ejerce sobre la plaza sarda de Alghero o L’Alguer, como sugirió en su discurso pre-suicida mosén Xirinachs, homenajeado por varias asociaciones financiadas con dinero de todos… ceremonia que ha sido retransmitida por el Canal 33, la tele que todos costeamos.
A colación de la opresión romana Tolerancio ha caído en la cuenta que Cataluña ha sufrido como nadie, entre los años 1939-1944, simultáneamente la bota de tres dictadores: Franco para las cuatro provincias españolas… -más, cómo no, el reino de Valencia, las islas Baleares y la Franja-… el colaboracionista Pétain para Perpiñán y aldeas colindantes y Mussolini para Alghero. ¿Quién da más?...
Debe pensar ese lince de Saura con su pañoleta palestina al cuello en la mani pro-Hamás detectando a centenares de metros pistolillas de juguete: ¿De qué se quejan los judíos habiendo catalanes en el mundo?