miércoles, 31 de diciembre de 2008

Feliz 2009: Tolerancio crea 4.091 empleos, modestia aparte


Aquireduim-l’atur.cat

Tolerancio inicia el año con renovado brío y buenos propósitos. Uno de ellos ahorrarle a la administración regional del sonderkommando Montilla la friolera de 150 millones de euros. Nos explicamos:

Hemos sabido que una de las medidas del gobierno ZP para combatir el paro creciente… -ese paro que, recordando promesas en campaña electoral sería historia pues alcanzaríamos el pleno empleo en la presente legislatura y ya vamos por 3 millones de desempleados y eso que la fiesta acaba de empezar, pues según Solbes el año próximo aún será peor, y sin contar los cientos de miles apuntados a cursillos de formación que no computan, mira tú qué cosa, como demandantes de empleo-… consiste en inyectar 11.000 millones de euros para crear la friolera de 300.000 puestos de trabajo.
De esa cantidad 8.000 millones los gestionarán los ayuntamientos, incluidos los de ANV, destinando éstos una partidilla de esos caudales públicos a la adquisición de la munición, balas y trilita, que precisa ETA para matar a sus víctimas de un tiro en la nuca o de un bombazo… -pero también los gobernados por los regicidas metafóricos de ERC, además de pirómanos, pero no metafóricos, pues lo queman todo, o por el BNG-… para incentivar empleo público municipal: miniar farolas y limpiar fachadas repletas de grafitis que han pintado, previamente, sus juventudes.

En comparación con los miles de millones que estos días pululan alegremente por el hiperespacio para sanear entidades financieras y otras milongas, 11.000 son una minucia, calderilla. Por otro lado si fuera cierto que de esos 11.000 millones puestos en danza se sigue automáticamente la creación de 300.000 empleos… -claro que la fiabilidad del ponente en materia económica es limitada-… uno se pregunta por qué razón no invierten 22.000 millones mejor que 11.000 y tendríamos por arte de birlibirloque 600.000 nuevos empleos. La progresión aritmética sería ésta que sigue:

-33.000 millones de euros: 900.000 puestos de trabajo.
-44.000 millones de euros: 1.200.000 puestos de trabajo.
-55.000 millones de euros: 1.500.000 puestos de trabajo.

De tal suerte que con el doble de la última serie (55.000 x 2), con 110.000 millones de euros, crearíamos esos codiciados 3 millones de puestos de trabajo alcanzando el pleno empleo anunciado, reduciendo a 0 el número de parados registrados en el INEM. Para una finalidad como ésa, de enorme interés social, dicho dispendio estaría plenamente justificado.
O eso o los apuntan a todos a cursillos de formación para que desaparezcan para siempre esas engorrosas estadísticas, o prohíben el paro por decreto-ley, como la homosexualidad en Irán, o derivan a los parados a un gran centro hospitalario a base de barracones… -como muchas escuelas públicas de Cataluña-… dirigido, a modo de duunvirato médico, por el doctor Montes, que les recibirá sonriente con una jeringuilla en la mano, siempre dispuesto a poner en solfa el suicidio asistido a gran escala, gracias a la experiencia atesorada en la unidad de Urgencias del hospital Severo Ochoa de Leganés, y por el exconsejero Carretero, de ERC, partido de las manos limpias, que cobra un dineral como gestor de una clínica virtual, muy bonita, pero que aún está en los planos del arquitecto. Pero mejor no mentar según qué ideas ni de broma.

En esta sazón y punto a Tolerancio se le encendió una bombillita, la que le toca del reparto prometido por el ministro de Industria, y por amor al terruño, y es que la patria chica tira lo suyo, le ha dado por agarrar papel y lápiz y se ha puesto a hacer números… y las cuentas cuadran.
En efecto, sabido que el gobierno regional del sonderkommando Montilla invertirá el año próximo 150 millones de euros en la redacción de informes, esos informes que nos maravillan por su utilidad y la variedad de asuntos que abordan para asesorar a nuestros sabios y providentes gobernantes*, Tolerancio se ofrece al gobierno tripartito para, él solito, redactar todos esos informes por un módico estipendio, de tal suerte que nos ahorremos esa bonita suma y se pueda dedicar íntegramente a la creación de empleo siguiendo la ejemplar estela del gobierno ZP. La jugada es redonda: no perdemos informes al tiempo que ganamos personal cotizando a la Seguridad Social.

De tal modo que, por una sencilla regla de tres, si 11.000 millones dan para 300.000 puestos de trabajo, 150 millones dan para X empleos… siendo X, 4.090’9, que redondeamos a la unidad entera superior, 4.091, cifra que no está nada mal, pues 4.091 empleos son más que los afectados por el ERE temporal de Nissan, alrededor de 3.500 trabajadores.
Considerando que los parados registrados en Cataluña a noviembre de 2008 son, con arreglo a las cifras oficiales que fueron publicadas, 402.836, tenemos que esos 4.091 suponen el 1’017% del paro total, que no es una nadería precisamente.

Recapitulando, Tolerancio se ofrece a redactar a precio de coste todos esos informes para liberar esa morterada de euros y destinarla en su totalidad a la creación de empleo efectivo en Cataluña. En breves fechas facilitará un estudio más ajustado de costes y lo hará llegar, previo registro, a las autoridades regionales, sin que le mueva afán alguno de notoriedad, sino su desmedido amor por el paisanaje en apuros y su voluntad de rendir un provechoso servicio a la comunidad.
En definitiva, Tolerancio se hace eco de la campaña publicitaria de la Generalidad… -anuncios a patadas insertados en prensa y TV cuyo lema es aquireduim.cat (aquí reducimos) enfocada inicialmente al ámbito del reciclaje de basuras solo que traducida a un registro laboral, aquireduim-l’atur-.cat (aquí reducimos el paro).

Continuaremos informando.

* Aunque el informe no se lo debemos a los asesores del tripartito, es decir, a cónyuges, primos y sobrinos de cargos electos, sobrepuja en gilipollez a cuantos han trascendido a la opinión pública, uno elaborado por presuntos investigadores universitarios. La primicia la dio el diario gratuito 20 Minutos, 17/10/08, y decía escuetamente:

Hostalets de Pierola. Descubren que los castores nadan actualmente igual que hace 12 millones de años.

Ante lo cual Tolerancio se formula retóricamente las siguientes peguntas y consideraciones:

1.- Nos suda la polla cómo carajo nadaran los castores hace 12 millones de años.
2.- También nos la suda cómo naden en la actualidad, si prefieren el estilo mariposa, si nadan con aletas de buzo o imitan a Michael Phelps.
3.- ¿Por qué esa precisión: 12 millones de años? ¿Acaso han encontrado un bañador de castor y le han aplicado el carbono-14? ¿Por qué no 13 u 11 millones o 700.000 años? ¿Y por qué Hostalets de Pierola? ¿Han descubierto allí una colonia de castores no evolucionada desde la noche de los tiempos o han dado con un espécimen superviviente de tan lejana época que se ha ido de la muy revelando el secreto tan bien custodiado durante milenios?
4.- ¿A qué tiene toda la pinta de ser un informe redactado por la mujer del capitoste de ERC, Bargalló, especializado en adjudicar a la famiglia informes generosamente retribuidos?

viernes, 26 de diciembre de 2008

Crítica de arte

Joel Joan/ Barceló/ Evaristti

Desde Madrid

Esta bitácora aborda la reciente trayectoria creativa de tres eminentes artistas: el actor Joel Joan, el pintor Miquel Barceló y el artista plástico Marco Evaristti. En un principio Tolerancio pretendía dedicarles comentarios por separado… -pues cada uno de ellos merece una tesis cercana a la psiquiatría-… pero se nos acumula el trabajo, el archivo de futuras bitácoras está al copo, 120 en espera y de los más variados temas, como esos informes que inundan la mesa de trabajo, de noble madera de nogal, del laborioso sonderkommando Montilla, y por esa razón hemos decidido, con cierto sentido práctico, bitacorear tres pájaros de un tiro.

Joel Joan.- Nos ha regalado, suponemos, una soberbia interpretación en Jo sóc la meva dona, representada en la sala Villarroel. Joel Joan se ha metido en el papel y azarosa vida de Charlotte von Mahlsdorf, un travestido alemán que vivió su condición sexual bajo las dictaduras primero nazi y luego soviética en la antigua RDA, según el texto del dramaturgo Doug Wright.

La elección del papel da fe de la aquilatada capacidad de Joel Joan para la dramaturgia. A nadie se le escapa que a un amigo de ETA, según sus propias declaraciones, esto es, de los criminales que asesinan por la espalda a quienes no piensan como ellos, o a quienes sencillamente piensan… -no sabemos, empero, si al fin Joel Joan inseminó personalmente a su amiga Elena Beloki o si se empalmó viendo imágenes por TV del ultimo atentado perpetrado en Azpeitia por la banda terrorista-… le cuadraría más meterse en la piel de un agente de la Gestapo en su cruzada contra homosexuales y asimilados o de uno de la Stasi, La vida de los otros, dispuesto a reprimir, con arreglo a la ortodoxia comunista, conductas decadentes como el travestismo o la transexualidad.

Joel Joan, aupado a la categoría de Director de la Academia de Cine de Cataluña, que en breve instaurará su propia gala de premios para rivalizar con los Oscar de Hollywood y los Goya, nos ha demostrado esa capacidad camaleónica que debe adornar a un buen actor, eligiendo en la función el papel que peor casa con sus querencias personales, el travesti perseguido, y desechando aquellos otros con los que un amigo y admirador de ETA se identificaría más fácilmente: esbirros nazis o comunistas caza-disidentes.

Barceló, Miquel.- La bóveda que ha pintado el artista mallorquín en un edificio de la ONU por una millonada, y con fondos destinados a Ayuda Exterior, fue descrita por reputados críticos de arte, el ministro Moratinos y SM el Rey… -cuya persona es inviolable pero vituperable, pues si eres nacionalista, Tardá, le puedes amenazar de muerte o llamarle mequetrefe y beodo, caricato del diario Deia, sin que pase nada-… como la Capilla Sextina del siglo XXI. El símil puede sonar algo pretencioso pero lo cierto es que el artista lo pasó pipa empuñando una manguera, una suerte de cañón a presión de pintura, para salpicar de chafarrinones a discreción la bóveda ginebrina, disfrutando como ese niño que agarra furtivamente un bote de pintura acrílica y se lía a brochazos con las paredes.

Desde el principio se alzaron voces críticas… -la gente insensible al gran arte, a la alta cultura, forma legión-… acusando de plagio a Barceló. Se dijo que su fuente de inspiración eran cuevas y grutas como la de Andratx, que el artista conoce por razones de paisanaje. Pero no es correcto. Plagio sí lo hay, solo que el modelo original no es ése sino una película que han programado recientemente en la tele, Mimic, de Guillermo del Toro, que cuenta con las interpretaciones, entre otros, del ahora aclamado Josh Brolin y de Mira Sorvino.
En efecto, los manchurrones de pintura, el engrudo de abigarrados colores no reproduce las estalactitas de la cueva citada, sino los horripilantes zurullos colganderos que dejan en paredes y techado de las laberínticas instalaciones del metro neoyorquino los judas, insectos modificados genéticamente para acabar con una descomunal plaga de cucarachas que infestaba la ciudad y que a traición del proyecto científico desarrollaron por su cuenta y afán de supervivencia… -estaban programados para no reproducirse y extinguirse a los seis meses-… la capacidad de mimetizarse con las dominantes criaturas del entorno: los seres humanos. Una película de género fantástico muy estimable que moraliza con la tentación que sienten algunos de jugar a ser promotores de la Creación o cosa parecida.
No son, pues, estalactitas sino colosales mocordos de insecto que, eso se rumorea estos días, y por efecto de las leyes gravitatorias, amenazan con desplomarse sobre el auditorio.

Evaristti, Marco.- Por una crónica del diario El Mundo publicada el 05/09/2008 supimos que el artista, valedor del llamado arte extremo, entró en tratos con un reo del corredor de la muerte, pongamos por caso del penal de Starke, Florida -no recordamos con exactitud- sentenciado a la pena capital para emplear sus despojos como alimento o pasto de unos pececillos, acaso pirañas o candirús, que Evaristti soltaría previamente en un estanque a modo de originalísima perfomance. No sabemos si el reo accedió impelido por un loable afán de póstuma reconciliación con la sociedad donando sus vísceras para epatar a un público ávido de espectáculos innovadores.
Hemos de aclarar que el reo transformado en pitanza de piscifactoría será ejecutado previamente por algún procedimiento como la inyección letal o la cámara de gas y que será devorado por los afortunados pececillos una vez muerto, ya fiambre. Que no es que lo zambullan vivo en el estanque, como soltaban antaño a los antiguos cristianos en las arenas del Coliseo para solaz de las fieras.

Nos ha sorprendido que Evaristti, si lo que pretendía era hacerse con unos cuantos quintales de carne humana para ejecutar sus estrafalarias verbenas artísticas, no contactara antes con el doctor Morín, de la clínica Ginemedex de Barcelona, para que éste le vendiera a peso y a precio de saldo carne picada de feto de hasta 33 semanas de gestación. Los pececillos son de paladar conformado y no habrían notado gran diferencia entre un bocado y otro. Además la transacción del material artístico habría estado en todo momento supervisada por la Consejería de Salud de la Generalidad de Cataluña, órgano de la administración que estaba encantado con el trasiego de órganos desmenuzados de la clínica citada, y por el Colegio de Médicos de Barcelona que, en una primera inspección, confundió la máquina trituradora de bebés con un expendedor automatizado de pastelillos de chocolate. Cierto que, tras caer en la cuenta de su error, tan honorable institución decidió sumarse a la causa como acusación particular, en un alarde de gallardía a toro pasado, cuando el escándalo traspasó la habitual barrera de silencio de los medios locales y tuvo al fin cierta notoriedad en la prensa nacional.

Evaristti supera a artistas de renombre como Joseph Beuys que expuso en un museo una bañera llena de porquería… transgresora creación que no entendió la señora de la limpieza asignada a ese templo del arte, que, transformada en crítica de tendencia academicista, pertrechada con fregona y bayeta, tuvo la infeliz ocurrencia de adecentar aquel estropicio atentando contra la excepcional composición, motivo por el que la celosa empleada fue despedida y el artista indemnizado con un chorro de millones. O a aquel otro que, según nos explicó nuestro profesor de Historia de las Ideas Estéticas, don Ricard Salvat, instaló sobre una tarima, sentado en una silla de tijera, a un chico con síndrome de Down severo en una Bienal de Venecia, ésa que se resiste a invitar a Cataluña como país protagonista a pesar de los desvelos sin cuento de nuestro canciller Carod Rovira.

Le llaman arte deshumanizado, pero algunos creadores no son de la misma opinión, pues la pasta gansa que cobran por sus deslumbrantes ideas lo humanizan y de qué manera… de la peor posible, pero lo humanizan.

PS.- Y ahora, con permiso, Tolerancio se desintoxica de milongas matéricas y otros cuajarones visitando las salas de Velázquez y Goya y una exposición de Rembrandt programada hasta el 6 de enero de 2009. Terapia de choque. Hay que hacer cola para entrar en el museo del Prado, pero valdrá la pena. Feliz Navidad.

jueves, 18 de diciembre de 2008

El papá de Artur Mas


No se ha entendido bien. Días atrás filtraron a la prensa un listado de evasores de capitales que no tributan sus haberes a la Hacienda pública, aun teniendo los interfectos fijada su residencia en España. Entre ellos aparece el cantante Alejandro Sanz, con el corazón partío pero los monises a buen recaudo en una cuenta bancaria en Liechtenstein. También figura la plana mayor de una oenegé llamada África Directo. Al parecer, el directo del nombre alude a la dirección que toma el dinero recaudado, gracias a la filantropía y buenos sentimientos de los donantes, hacia el bolsillo de los gestores. Y, para nuestra relativa sorpresa, mira tú por dónde, la lista incluye también al papá de Artur Mas.

En efecto, mientras Artur Mas acude al notario para certificar con quien no ha de pactar tras unas elecciones, levita como un lama tibetano en trance extático ante la tumba de Godofredo el Peludo en el monasterio de Ripoll o advierte a quienes pretenden escolarizar a sus hijos en español que se rasquen los bolsillos y abran un colegio como el japonés, su papaíto, vía transferencia bancaria o cruzando la frontera con un maletín rebosante de billetes envuelto en una banderita cuatribarrada, saca del país parné a espuertas rumbo a ese minúsculo y acogedor estadillo centroeuropeo.

No es el caso de muchos deportistas famosos y otras gentes de postín que fijan su residencia en países con menor presión fiscal, Andorra y Mónaco en particular, alegando que viajan mucho, que se pasan media vida fuera de España y que buena parte del dinero ganado lo ha sido como empleados, de lujo, pero empleados en otros lugares. La casuística es variada y los hay con más cara y menos escrúpulos que otros.

Pero lo del papaíto de Artur Mas es otra cosa. Es, o mejor parece, simple y llanamente, un delito. Solo que ésa es la interpretación superficial y en el presente caso errónea. En efecto, papá-Mas no es un evasor de divisas al uso sino un genuino patriota catalán que ha encontrado el camino, la fórmula perfecta, para evitar que sus caudales sean expoliados por la rapiña voraz, insaciable, de la Hacienda española.
Avisado del saldo negativo que para Cataluña arrojan las balanzas fiscales, papá-Mas ha tomado las de Villadiego y puesto su dinero a salvo de la codicia de la fiscalidad injusta y centralista diseñada desde Madrid, la capital de esa España abominable y loca por chupar a los catalanes hasta la última gota de su sangre.

Papá-Mas predica con el ejemplo y muestra el camino a seguir a los patriotas catalanes refractarios a soportar sobre sus laceradas espaldas el pesado yugo español… como la emblemática estatua del almirante genovés que señala con su índice broncíneo, junto al puerto de Barcelona, la travesía oceánica y colombina que nos llevará a un nuevo mundo. Sólo que el gesto de papá-Mas apunta, gesto altivo, sereno continente, hacia Vaduz, hacia un vallecillo alpino, bucólico, entre Austria y Suiza.

Su hijo Arturín no necesita lecciones. De casta le viene al galgo. Su auténtico y sincero patriotismo puja al de su propio padre, todo en él desprendimiento por el procomún de esa patria angustiada, sometida a inicuo vasallaje, sojuzgada durante siglos por ocupantes extranjeros.
Hizo Mas, integrante de los sucesivos gobiernos de CiU, cuanto pudo para rescatar buena parte del patrimonio nacional mandando a cobrar a sus subordinados jugosos porcentajes… -para unos el 3 y para otros el 20%-… por licitación de obra pública, según desveló en la cámara regional el ya jubilado presidente Maragall. Hizo mucho, pero no lo suficiente.

Hemos sabido recientemente que el comisario Liu Zhihua, uno de los máximos gestores de la obra pública erigida con motivo de las Olimpiadas de Pekín 2008, ha sido condenado a la pena capital por el régimen chino. Su delito: adjudicar contratas a dedo a cambio de suculentos sobornos a un porcentaje por determinar, acaso entre el 3 y el 20%, saltándose olímpicamente la fase de concurso.
No sabemos si la sentencia ha sido ejecutada. El procedimiento ya no es el tiro en la nuca, con profusión de sesos desparramados y la bala sufragada por los familiares del reo, sino la inyección letal, adoptada hace unos meses por razones humanitarias… -de un humanismo conmovedor-… según confesó un portavoz autorizado del politburó pequinés en un original intento por granjearse la simpatía de los países occidentales… cuyos gobernantes se pasan media vida dando la lata con el respeto a los derechos humanos en China, pero que una vez en China, o cuando reciben en casa a emisarios del gigante asiático, pierden el culo por arrancar algún ventajoso acuerdo comercial, lamiendo ceretes a troche y moche y con glotonería si fuere menester.

Dicen las malas lenguas que el doctor Montes, el anestesista enmascarado del hospital Severo Ochoa de Leganés, suspira por largarse a China para administrar él personalmente las inyecciones de marras, unas 3.000 anuales según Amnistía Internacional, pero nosotros no creemos tan deleznable imputación.
Cierto que no le faltaría trabajo y que si disfruta lo suyo con el jeringazo, preparando las mezclas a inocular por vía intravenosa, daría al fin el matasanos vitoreado por la progresía eutanásica y suicidadora con su paraíso en la Tierra.

Por suerte para papá-Mas, su chico no ha echado los dientes de político en el lejano imperio mandarín, pues allí el 3% que algunos se meten en el bolsillo adjudicando obra pública a dedo pasa una factura vital del 100%. Pues no hay desgracia mayor para un padre, dicen los trágicos, que sobrevivir a su hijo.




sábado, 13 de diciembre de 2008

DIE WELLE/ L'ONADA


Cuando el profe, transformado circunstancialmente en señor Wenger, Herr Wenger, anota en la pizarra las características, una por una, que configuran un régimen político que llama autocracia, un no nacionalista no se sorprende, aunque se le erice el vello, porque se las sabe de memoria, tanto que anda tentado de saltar dentro de la pantalla, tomar la tiza y completar la lista de carrerilla.

La pregunta que el profe formula a sus alumnos es:
-¿Sería posible que algo así sucediera en Alemania?
Todos los chicos, sorprendidos, responden que no, que con el nazismo el país ya llevó lo suyo.

Las características desglosadas son: una ideología, disciplina, pertenencia al grupo, una liturgia, un saludo, represión de la vanidad y de las tendencias egoístas del individuo en aras de la causa comunitaria, nacionalismo extremo y rechazo y hostilidad a los disidentes, además de la fatal confluencia de unos cuantos indicadores económicos, entre ellos un desempleo desatado. ¿Más pistas? ¿Alemania 2008?

Los no nacionalistas catalanes no necesitamos volar más de mil kilómetros para percibir a diario esos mismos síntomas al doblar una esquina… cierto que a otra escala o escenificados de otra manera, menos teatral… aunque no siempre, pues los desfiles nocturnos con antorchas y las hogueras forman parte últimamente del hit-parade simbólico y vandálico de nuestros olistas, que así se llaman los chicos que ingresan en la pandilla. En la peli se identifican por medio del ornato indumentario. Visten camisas blancas que no pardas para que el paralelismo histórico no sea tan evidente.

Una chica, la prota, percibe pronto el peligro que entraña el experimento docente, se distancia del entusiasmo de sus condiscípulos y se sale del grupo adoctrinado e inaugura la categoría maldita de disidentes o forajidos con la cabeza pregonada. Algunos de sus compis, en cambio, se zambullen en la ola a sus anchas. Por fin dan con algo que llena su vida de sentido. Un sentido que anticipa el trágico desenlace. La ola les abraza, les mece en su seno. No importa que sean feos o gilipollas: hay un sitio para todos en la ola.

No lo creerán, pero la cosa tiene guasa… -a la película no le falta detalle para tirarle a uno de la lengua-… nuestra heroína refractaria a la masa adocenada, transformada paulatinamente en temible unidad de asalto y dispuesta a engullir toda Alemania, toma clases particulares de español para cumplir uno de sus sueños que es venir a estudiar, suponemos que becada, a… ¿lo adivinan?... ¡¡¡A Barcelona!!!
¿Qué le habrán contado a la pobre?... Sin duda Kora, que así se llama, no se conecta a la página web de la Tolerancia, ni lee The Economist, ni se ha dado un rulo por nuestra embajadilla en Berlín para ponerse al día de las peculiaridades de nuestra cultura autóctona, del nostre fet diferencial, ni sabe palabra del cafre de Tardà… ni falta que le hace, pues la chica es una monada, tiene toda la vida por delante y nadie le desea tan ingrata y horripilante experiencia. Kora fue al cine, se figura uno, vio Vicky, Cristina, Barcelona y desde entonces sueña con romances apasionados a la luz de la luna, entre los retorcidos arcos del Parque Güell que ha confundido en su volandera y juvenil imaginación con los fragantes jardines del Generalife.

La película vale la pena aún con entrañables chuflas como ésa. Die Welle, se titula. ¿Quién no ha sentido alguna vez en el cogote el aliento, el estremecedor rugido de la ola… de l’onada?

martes, 9 de diciembre de 2008

Metáforas que carga el diablo


Hay metáforas para todos los gustos y paladares. Las ninfas del cólera son las ratas en un verso de Poeta en Nueva York. Una metáfora sensacional. Joan Tardá no tiene, desde luego, las mismas pretensiones líricas. Mori el Borbó! pertenece a un registro poético muy distinto del lorquiano. A uno tan distinto que miramos la soflama del hampón regicida de ERC del derecho y del revés y no vemos la metáfora por parte alguna.

Por supuesto que a Tardá las metáforas le importan un bledo, siempre que sepa el interfecto qué diantre significa esa palabra tan rara: metáfora. Intuimos todos que su exabrupto no fue sino la expresión de un deseo y también de una orden, de una consigna a sus escuadristas, los mismos que desfilan al rebozo de las sombras, como la santa compaña, esa comitiva fantasmagórica, empuñando antorchas o quemando indistintamente retratos y banderas o un ataúd con la inscripción Constitución Española.
Su gente tiene la mano tonta para eso de prender fuego, son auténticos especialistas. Es una suerte de piromanía al servicio de la redención patria que siempre pasa desapercibida a la Guardia Urbana y a los Mossos d’esquadra aunque la pira dibuje llamas exultantes delante de sus narices y el aquelarre flamígero se celebre junto al Ayuntamiento, en la colindante Plaza de los Ángeles.

Las metáforas tienen eso de que no todo el mundo sabe decodificarlas adecuadamente y a veces se toman al pie de la letra. Cuando el enemigo de la patria, el disidente muestra su disconformidad con el discurso dominante, recibe en su casa, como Albert Rivera, un retrato con dos balas incrustadas con mensajito anexo del tipo lárgate de aquí, traidor, gentileza de la militancia de ERC. Como ejercicio metafórico es bastante gráfico, la verdad. Una metáfora que no admite doble lectura, una metáfora casi transparente y que por eso no es una metáfora, sino una amenaza.

A Tolerancio le chocó enormemente que al día siguiente de que el standartenführer de ERC, señor Tardá, instara al regicidio… -lo que ya intentó ETA en Palma de Mallorca hace unos años-… el sujeto se disculpara, diario El Mundo, diciendo que ése era un grito habitual entre los catalanes durante la llamada Guerra de los Segadores que tuvo lugar en 1640 a causa de un levantamiento popular contra la leva de tropas para combatir en Europa, haciéndose con la picha un lío y confundiendo siglo y dinastía, trocando austrias por borbones, pues éstos últimos en el XVII estaban en Francia borboneando tan ricamente en sus territorios, casi como las ollas al hervir en un poema de Machado.

¿Idiota? Sí. ¿Analfabeto? También.

No han faltado reacciones. Por ejemplo para el Presidente del Congreso, Señor Bono, el mamarracho de Tardá ya está disculpado por lo que a él se refiere, porque es un poco primario. Pero no por lo que se refiere a Tolerancio, porque lo mismo da que Tardá sea primario o secundario… si lanza arengas criminales a sujetos lobotomizados o poco aptos para desentrañar el busilis de una metáfora, nos podemos encontrar un día que esa jauría de epsilones lleve robóticamente sus metáforas a la práctica.

La dialéctica de las muertes, entierros de constituciones, quemas de ataúdes y retratos, de lo que sea, de lo que nos pongan delante, o de los disidentes mismos en auto de fe, o insultos como ése de los tontos de los cojones, acabará sustituyendo el debate político por la acción política en su versión más zafia y deleznable. No será una novedad, eso ya ha sucedido.

Para muestra un botón. Transcribimos la hasta hoy desconocida confesión de un oficial de las Waffen SS letonas, Ivan Tardànis, al ser apresado por los aliados cuando intentaba huir a Sudamérica vía España. Se ahorcó en su celda.

Oficial Británico.- ¿Redactó usted este bando que concluye con la expresión ¡Muerte a los Judíos!?

Ivan Tardànis.- Sí.

O. B.- ¿No imaginó que semejante llamamiento provocaría una reacción en cadena y la muerte, el exterminio de miles de seres humanos?

I.T.- No.

O.B.- Explíquese.

I.T.- Era una metáfora. No me refería a los judíos físicamente, a los judíos como personas, como pueblo, como colectivo humano… sino a la percepción, a la imagen que del judaísmo se tiene en buena parte de Europa. A su forma de ser antigua, inasimilable, a sus costumbres, a su distancia de nuestra cultura europea, apátridas por naturaleza, ajenos a las comunidades nacionales donde se instalan, viviendo de espaldas al grupo con sus propios ritos y sus liturgias, siempre liados en sus tallercitos de orfebres o dedicados a los préstamos, sobando las moneditas con sus manazas. Y tampoco me refería a una muerte real, al asesinato en masa, al progromo, sino a una renovación en su forma de vida mezquina y autocentrada, tan egoísta.

O.B.- ¿No pensó que en el paroxismo de la guerra y de la rabia, en medio de la confusión y con los sentimientos exacerbados, muchas personas se tomarían al pie de la letra sus proclamas y se dedicarían a matar judíos?

I.T.- No lo pensé jamás.

Así concluye la declaración de Ivan Tardànis. Algunas metáforas, desde luego, las carga el diablo, aunque el palanganero de ERC llamado José Bono, que se tiene por patriota, les quite importancia... -no así cuando es zarandeado en las manifestaciones que se pone hecho una fiera-... en función de la necesidad de los votos del imbécil metafórico de turno para asegurar la gobernabilidad de un país cutre y envilecido que se desliza hacia el sumidero de las pulsiones más execrables en el ámbito de la política.

No sabemos como Su Majestad, receptor del mensaje, se habrá tomado la inocua metáfora. Si le asistirán ganas en adelante de repetir aquello de hablando… -con metáforas-… se entiende la gente. Aunque tragaderas no le faltan: para que le cambien, por ejemplo, su nombre sin decir ni mu en las placas inaugurales del curso académico allá donde no se puede ejercer libremente el derecho a la elección de lengua escolar o para ver cómo queman su efigie tan alegremente. Pues Su Majestad, a diferencia de Carod Rovira, que se llama Josep Lluis en el plató de TVE y en China, es Juan Carlos en Madrid o China, pero no en Menorca, ni en la plaza que lleva traducido su nombre en Barcelona.

En un país democrático de verdad, con una mínima seriedad institucional, ni el zote de Tardá sería diputado, ni legal su partido piromaniaco. Y esto no es una metáfora.



jueves, 4 de diciembre de 2008

Hotel Ruanda II


Tolerancio, metido a reportero, más que de guerra, de masacre, nos envía su crónica dantesca desde la República Democrática (¿?) del Congo. Advierte Tolerancio que la impune sucesión de horripilantes degollinas auspiciará en breve el rodaje de la segunda parte de la película Hotel Ruanda que sacudió años atrás, moderadamente, la conciencia (¿?) occidental. Cierto que las hostilidades tienen hoy el Congo como escenario, que vive una guerra por entregas desde que adquirió la soberanía política y éste es el último capítulo, por el momento… pero en esa región del África Negra las fronteras son muy porosas y las etnias, por así decir, se distribuyen entre distintos estados. Para muestra un botón: recordemos que los tutsi, que cobraron lo suyo en Ruanda a manos -y machetes- de las milicias hutu Interhamwee, ahora se desquitan de lo lindo en Congo, bajo la providente tutela del sanguinario Laurent Nkunda, destripando al personal.

Se perfila en el horizonte un nuevo genocidio ante la pasividad de la ONU, como en la ocasión precedente, y de las potencias del llamado primer mundo. El juez Baltasar Garzón prepara su equipaje, provisto de palas y otras herramientas, para proceder a la inhumación de miles de cadáveres, siempre que hienas, buitres y cocodrilos no acaben antes con las pruebas del delito.

En principio el esquema de la matanza, si se cumplen los pronósticos más pesimistas, será por este orden y con arreglo a un escalofriante informe de la organización Save the Children que en su día pasó prácticamente desapercibido:

1.-Escabechina mastodóntica ejecutada por las facciones rivales fundamentada en buena parte en el odio interétnico: asesinatos, amputaciones por el procedimiento hachazo que te crío -a los críos, principalmente- y violaciones a mansalva.
2.-Tras la matanza inicial llegarán tropas poco escrupulosas de los Cascos Azules de países limítrofes para violar a las mujeres y criaturas que escaparon con vida de la inaugural hecatombe.
3.-El remate de los infelices que salven el pellejo en las fases 1 y 2 correrá a cargo de activistas de oenegés fascinados por algunas peculiaridades locales, trastornados por el síndrome teomaníaco a lo Marlon Brando en Apocalypse Now y que se insinúa también en una película extraordinaria titulada El último rey de Escocia, en la que Forest Whitaker está soberbio como Idi Amín Dadá, el tirano ugandés que vivió su exilio dorado en Arabia Saudí sin que el juez Garzón, que por entonces se graduaba en la Uni, soñara con echarle el guante.

Tolerancio desde los campos de refugiados del Congo

Como una ducha de agua fría -ya quisieran ducharse- ha caído entre los miles de refugiados en los campos de Kivu Norte, que subsisten en condiciones infrahumanas, la negativa de la UE a enviar fuerzas de interposición. Los europeos se desentienden una vez más de cuantas matanzas a gran escala se suceden en el continente africano.
Lo de Darfur se la pendula, lo de Somalia no te digo y ahora en el Congo no se atreven a decir ni mu o a tomar partido a causa de las descomunales riquezas naturales del país… -oro, diamantes, uranio, madera, riqueza hídrica y coltán-… pues prefieren que esos recursos no queden bajo dominio de un gobierno fuerte y consolidado. De tal modo que la única presencia extranjera son tropas de la OEA, por mandato de la ONU que, con tal lío de siglas en la cabeza, se limitan a violar a destajo a todos los huidos, mujeres y niños, que buscan su amparo.

Apenas oímos el tableteo de ametralladoras y subfusiles de asalto. Ésta no es una guerra de balaceras, de tiroteos, de reñidos combates, sino de exterminio al arma blanca, pasando a cuchillo a la población civil: ancianos, mujeres, niños. Todo lo que se menea, sin hacer distingos. Los contendientes reponen sus bayonetas y machetes a cada pocos días porque se les doblan las hojas de tanta tajadura. A los hombres del señor de la guerra Laurent Nkunda no les gusta malgastar munición con civiles desarmados de ahí que optan por la escabechina artesanal a base de decapitaciones y desmembraciones a machetazos.

Acabamos de abandonar en Land Rover con otros compañeros freelance, pues las agencias de prensa aquí no envían a nadie… -están todos en la reunión del G-20-… una aldea en la región de Goma, pasto de las llamas, no por efecto de bombardeos o de obuses artilleros sino por la estrategia incendiaria del arrasamiento total. Víctimas carbonizadas, despiezadas, fragmentadas… es imposible reconstruir los cuerpos. Uno de nuestros compañeros cae al suelo doblado por violentas arcadas al descubrir en una choza niños ensartados en una estaca como pollos al ast y asados vivos… el horripilante cuadro cobra la forma de un colosal y macabro puzzle anatómico que ni un centenar de forenses trabajando a destajo a las órdenes de Garzón podría recomponer en una mínima parte. Lo de la aldea vietnamita de My Lai al lado de esto fue una función de marionetas.

Bandadas de buitres sobrevuelan la zona… planean muy cerca de nuestras narices y se frotan las alas pensando en el opíparo festín que les aguarda: despojos calcinados al gusto de las aves carroñeras que comienzan a devorar su alimento metiendo su alargado y dúctil cuello por donde el decoro nos impide ser más explícitos.

Esto está pasando ahora mientras en Europa se pelean por llevar los cafés en bandeja a la reunión donde se refundará el capitalismo y nuestros dirigentes se juegan a los chinos cuántos trillones de euros inyectarán alegremente al sistema financiero mundial.

Los hombres de Nkunda tirotean nuestro vehículo y nos apeamos para no morir acribillados. No somos los únicos europeos del lugar. Divisamos a lo lejos a un par de ellos con chaleco y casco azul. Nos acercamos para tomarles declaración. Uno de ellos lleva un hacha enorme y la blande hacia nosotros amenazadoramente. Levantamos los brazos y ondeamos un pañuelo lleno de cascarrias en son de paz. Pero hete aquí que no son gente de la ONU. Las siglas en el casco despejan la incógnita. Llevan inscrito el emblema institucional de la Generalidad de Cataluña. Son los primeros agentes destinados al exterior del cuerpo de Mediadores en conflictos bélicos creado por el gobierno tripartito y que nos cuesta la nadería de 19 millones de euros anuales, según recientes revelaciones del diario El Mundo… cantidad a tono con su ejemplar política de contención de gasto público en tiempos de crisis desbocada.

Nos cuentan su historia. Aterrizaron en la zona hace un par de semanas. Primero intentaron poner paz entre las facciones rivales, pero dado que sus gestiones no dieron resultado, su percepción del conflicto fue cambiando paulatinamente. Ahora se contentan con dar lecciones de catalán a los guerrilleros: hacha es destral, fusil, fusell, tetas, pits, violación, violació, golpear, colpejar y así hasta configurar un diccionario básico de la masacre en catalán que consta de unos 200 términos para ir haciendo boca. Echamos mano del cuaderno de notas y les formulamos unas cuantas preguntas:

-¿Creen que estas lecciones de catalán aportan algo positivo con la mirada puesta en la resolución pacífica de las hostilidades?... -les preguntamos al tiempo que se desata un esporádico tiroteo en las inmediaciones.

-No lo tenemos claro, es la verdad… para qué mentir… pero al menos es una forma de interactuar con ellos. La influencia es mutua, recíproca, nosotros les enseñamos catalán y de ellos aprendemos conocimiento práctico de la barbarie… sobre el terreno. Podría ser de gran utilidad para futuras ocasiones, quién sabe… de todos modos es un proceso inevitable, irreversible… a los dos días te inmunizas ante semejante brutalidad y, sorprenderé a sus lectores, pero le acabas pillando el gustillo a estos desmanes… a mí, por ejemplo, me ha dado por rajar barrigas de embarazadas a bayonetazos, es una delicia, lo paso chupi… la vida de muchas personas depende de ti, de una decisión que adoptes al albur de tu estado de ánimo y eso te inviste de un halo especial.

-¿No temen acabar atrapados, seducidos por la vorágine de la violencia… convertidos en un personaje como el del Coronel Kurtz en Apocalypse Now? ¿No les da miedo… endiosarse?

-Nada de eso… procuramos mantener una cierta distancia.

-Comprendo. Les dejamos… parece que el tiroteo arrecia y nosotros nos damos el piro, que le tenemos apego a la vida. Una última pregunta… ¿Cómo se llama usted?

Nuestro Mediador aplasta un pitillo untado en heroína. Sólo entonces descubre Tolerancio que adorna su cuello un collar con orejas humanas muy pequeñitas, como amojamadas.

-Me llamo Quico Fernández i Gutiérrez, nacido y criado en Cornellá de Llobregat, Mediador diplomado en conflictos bélicos de la Generalidad de Cataluña… pero llámeme Dios. Estos cabrones se degollarán entre ellos pero no me iré de aquí sin que sepan decir “setze jutges mengen fetge…” con acento ampurdanés… ya sabe… Por cierto… ¿Usted lo sabría decir?... -Nos lo pregunta golpeando la hoja de su hacha contra la palma de la mano. Sus ojillos brillan como ascuas por efecto de los narcóticos y de una inquietante vesania homicida a punto de estallar.

En ese momento arranca el Land Rover y nos subimos al auto en marcha. Las descargas de un AK-47 nos persiguen más de un centenar de metros hasta que damos un volantazo para tomar una curva de la pista de tierra. Las ruedas del auto traquetean chafoteando cadáveres.

domingo, 30 de noviembre de 2008

Santa Cruz, Pando... Cataluña


Santa Cruz es un barrio que hay en Sevillaahí está la calle de la Pimienta… así comienza una bulería de ese coloso del flamenco que fue Canalejas de Puerto Real, ahí es nada, como sin duda sabe Bibiana Aído, que es, con diferencia, la miembra más guapetona del actual del gobierno, pues antes de desempeñar con tanto acierto sus funciones ministeriales fue directora de un centro de estudios de cante jondo, flamencóloga diplomada, dependiente de la Junta de Andalucía.
Aunque a Tolerancio le gustaría rondar la balconada de la bella Bibiana y cantarle, noche cerrada y de jazmines fragante, aquello de Como quien guarda un tesoro/ te está guardando tu mare/ y no sabe la inocente/ que aquel casti-llito moro/ dejó de ser plaza fuerte… lo dejará para otra ocasión pues esta bitácora nos traslada a otra Santa Cruz, la boliviana.

Desde hace meses llegan noticias de graves tensiones políticas y territoriales en la Bolivia populista de Evo Morales, que cuenta con el respaldo y protección del régimen chavista. Algunos departamentos del país promueven la descentralización administrativa y se declaran partidarios de la concesión de cartas o estatutos de autonomía bajo amenaza de secesión insurreccional… tensiones que ya se han cobrado decenas de víctimas. Todo un follón de padre y señor mío. Santa Cruz, Pando y Beni, que no es diminutivo de Benito, son tres de los departamentos implicados y los únicos que ha retenido nuestra quebradiza memoria.

Nos cuentan las crónicas que los departamentos autonomistas son los más ricos del país, aquellos que cuentan con más recursos estratégicos, gas y petróleo, con la renta más alta, con menor proporción demográfica de indígenas y los más hostiles a los planes del (des)gobierno Morales y reacios a sufragar lo que podríamos denominar, por recurrir a una terminología de uso común por estas latitudes, la solidaridad interterritorial.

Cuando leemos las noticias que nos llegan de Bolivia percibimos a los santacruceños, que celebraron un plebiscito, desconocemos con qué garantías de transparencia democrática, como egoístas e insolidarios, descendientes de europeos, enfrentados a los indígenas que son los más pobres del lugar y el principal apoyo de Evo Morales.

Pero lo que más sorprende a Tolerancio es el silenciamiento de un paralelismo que le parece obvio, aunque con las debidas reservas, pues solo tiene caso comparar lo que es diverso o distinto… si no ¿qué sentido tienen las comparaciones?… no vamos a comparar lo que es idéntico. Sentada esa premisa comparativa resulta chocante que la causa pandista y santacruceña no tengan eco, resonancia o simpatía alguna en Cataluña. Son regiones ricas o menos pobres, respecto a la miserabilísima media boliviana como, salvando las distancias, Cataluña respecto de otras regiones de España… -cierto que Cataluña va a la baja últimamente gracias a tanta mandanga localista-… y quejosas también de su onerosa contribución a las arcas del estado para sufragar la economía subsidiaria de otras zonas del país menos desarrolladas. ¿Les suena la canción?

Hemos asistido a todo tipo de analogías sucesivas entre Cataluña y países que han obtenido recientemente la soberanía política y han sido admitidos como estados en el concierto de las naciones: que si Croacia, Lituania o más recientemente Kosovo, amén de las tradicionales similitudes forzadas con Québec, Irlanda, las islas Feroe, el Tibet o el Furibundistán Chiquitistaní.
Nunca escapa a los agentes de la propaganda catalanista el menor revuelo centrífugo en el más apartado rincón del planeta para establecer al punto una comunidad de intereses con la Cataluña oprimida, sometida por los estados español y francés… -aunque el sometimiento al estado francés es, desde luego, pura retórica, folclorismo arrebatado, pues saben de sobra que nada tienen que rascar ante París-… y lo mismo da que sean timorenses, chechenios, calmucos, turcomanos, kurdos, trobriandeses o los pitufos del padre Abraham… de inmediato se genera una corriente de simpatía y una opinión en los medios favorable a las demandas separatistas, las que sean y donde sean, aunque el 98 % del paisanaje no sepa situar en un mapamundi las citadas regiones.

Pero, la noticia es que por una vez se produce una clara efervescencia secesionista que no suscita el menor interés de los medios de comunicación intervenidos por el nacionalismo. Incomprensible, cuando menos chocante. Dos razones explican esa lejanía oficialista de las reivindicaciones de Pando y Santa Cruz:

-Una: Evo Morales, complemento de Chávez, es uno de los nuevos referentes de la progresía mundial y su discurso está plagado de soflamas antinorteamericanas y anticapitalistas, de tal suerte que los progres se estremecen de placer ante sus manifestaciones a pesar de sus chuscos modales. Es uno de los herederos del comandante Castro y por lo tanto, intocable. De modo que el centralismo andino de Morales es dogma de fe. Y si además metemos a la CIA por medio, financiando las asonadas secesionistas, posibilidad que no descartamos por desconocimiento, lo admitimos... pues miel sobre hojuelas.

-Dos: ¿Regiones ricas? ¿Tachadas de insolidarias?… ¿Ricas e insolidarias?… ¿No será que a nuestros progres y nacionalistas, siempre dispuestos a apadrinar menesterosos niños extremeños sucios y recomidos por las moscas… -sea el caso del cabeza (hueca) de lista de ICV por Tarragona-… les recuerda esa antipática descripción demasiado a sí mismos?

El catedrático Manuel Delgado, ahora Manel, que fuera en tiempos prometedor antropólogo -De la muerte de un Dios, editorial Taurus- antes de supeditar su ciencia y talento a la obediencia nacionalista en el ámbito académico, dijo que a menudo odiamos aquello que nos recuerda demasiado a nosotros mismos…ergo, Santa Cruz, Beni y Pando jamás disfrutarán de buena prensa en casa.

PS.- Esta bitácora no aborda un tema que digamos muy actual -andaba por ahí traspapelada- pero como no sabemos de nadie que haya tratado el asunto, ahí queda. Total, Bolivia... ¿A quién le importa un carajo?




martes, 25 de noviembre de 2008

Pobre... pero catalán


Sábado, 15 de noviembre. 17h 30’.
Estación de autobuses de Gerona. Andén 12. Compañía Sarfa.

Tolerancio acompaña a su locuaz señora al pie del autocar de línea que la llevará hasta una localidad ampurdanesa a visitar a su familia. Tolerancio aguarda en el andén fumando un pitillo a que el autocar inicie la marcha para mover la mano en universal gesto de despedida. Su familia política come aparte, pero la suya propia también se las trae… es lo que pasa con las familias. Le espera una agradable velada en la cercana localidad de Salt, que recomendamos especialmente a los amantes del llamado multiculturalismo, o cosa parecida… municipio donde, Tolerancio se juega el bigote, se producen unas cuantas ablaciones clitorianas semanales sin que las autoridades lo sepan y/o reconozcan: A Salt???... A Catalunya???... Què dius ara!

Un chico caucásico, como dicen en las pelis americanas, de unos 35 años, aspecto razonablemente aseado, ronda por los andenes de la estación. Se le acerca. Es un menesteroso que le pedirá ayuda. Reproducimos la conversación casi textualmente:

Chico.- Ets català?
Tolerancio.- ¿Ein?

El inicio de la charla sume a Tolerancio en un relativo desconcierto. La pregunta no encaja en el esquema interiorizado de una situación estereotipada que gira alrededor de la petición de auxilio económico. Continúa:

Chico.- Espanyol?

Tolerancio cree desentrañar en parte las coordenadas coloquiales de su interlocutor. Pretende sondear, por alguna ignota razón, lo que llamaremos obediencia nacional del interpelado. El chico debe resolver previamente, a lo que se ve, autodefiniciones o procedencias patrias. Para él se trata de un dato relevante. Tolerancio reacciona con desconfianza, pues airear cuestión tan íntima ante un desconocido no es plato que su paladar demande.
Hay que admitir, en descargo del anónimo pedigüeño, que la estación de autobuses de Gerona es un ir y venir incesante de personas de muy diferente aspecto y condición… -aunque entre sus usuarios predominamos los de extracción social humilde-… y de muy variada adscripción étnica, por así decir, y no es fácil, a priori, clasificarlas rápidamente atendiendo a sus presumibles disponibilidades idiomáticas. No obstante, Tolerancio no se presta a seguir esas pautas en la conversación y, con no demasiado tacto, responde:

Tolerancio.- ¿Qué quieres?
Chico.- Una ayuda.
Tolerancio.- Llevo algo de calderilla en la billetera, pero no gran cosa. Soy persona de escasos recursos.

Y es cierto. Tolerancio es un pelanas, pero en ese momento obran en su poder unos 40 euros que no piensa compartir tan altruistamente ni con ese chico ni con nadie. No obstante echa mano de la billetera, busca en el compartimiento de la calderilla y le da una moneda de 50 céntimos. El destinatario del modesto óbolo, al abrir la mano para recibirlo, muestra una solitaria moneda de 10 céntimos, por lo que Tolerancio deduce que la colecta, la cuestación, no ha satisfecho aún sus expectativas.

Tolerancio, intrigado por esas pesquisas previas atinentes al ámbito de lo identitario, se dirige a su interlocutor en los términos siguientes, pizca más o menos:

Tolerancio.- ¿Por qué quieres saber si soy catalán, extremeño o de Mongolia Exterior? ¿Qué más te da?
Chico.- Para saber si puedo pedir ayuda en mi lengua. Soy pobre, pero catalán.

Al chico, algo tristón… -quién no lo estaría si le tocara andar por ahí pidiendo a la gente, lo mismo da para comer un bocadillo, tomar un café con leche o para gastarlo en vino, tabaco, en la máquina tragaperras, en drogas o putas-… al revelar su cuna, su nacionalidad, le brillan, empero, un poquito los ojos.

El orgullo patrio no entiende de situaciones de exclusión social o económica. La patria, cuando su alcaloide aislado en laboratorio es inoculado a los parroquianos gota a gota por vía parenteral, año tras año, nos salva incluso de nuestras más hondas debacles. El orgullo nacional, si ha sido metódicamente transmitido, permanece aunque subsistamos a base de caridad ajena.
En esta anécdota ve Tolerancio que el nacionalismo funciona como un antídoto para las más terribles hecatombes. Que da calor, calor emocional, el calor del hogar clánico, del seno materno, aún cuando en la calle hace frío y aprieta la necesidad. Que nadie caiga en la absurda y fácil tentación de pensar que en tiempos de crisis desbocada el nacionalismo recoge velas. Al contrario, asiste a sus feligreses, en medio de un mundo hostil y plagado de incertidumbres, con la promesa escatológica, en su sentido evangélico, de la salvación tribal, reforzando su potencia, su capacidad de seducción hipnótica. La Historia reciente ya nos lo ha enseñado. Que nadie se confunda. Que nadie lo olvide.

Soy pobre, pero catalán…

miércoles, 19 de noviembre de 2008

El micrófono del CAC


Con relación al artículo publicado por el diario El Mundo el pasado día 15 de noviembre, Tolerancio, para evitar malentendidos, lo admite sin ambages: él es el responsable de ese abominable delito, de ese acto innoble. No busquen más. En efecto, Tolerancio instaló de matute el micrófono en la sede del CAC para acceder furtivamente a sus deliberaciones.

Lo más doloroso para Tolerancio no es la confesión de la culpa, pues es un tipo ruin, inescrupuloso y falto de moral, sino el juicio negativo que merecen sus manejos, la calidad del aparatejo y del operativo en general descrito como torpe y chapucero. Palabras duras y contundentes que le han dolido y mucho, pues también Tolerancio tiene su ego, su corazoncito y orgullo de conspirador y ahora respira por la herida, sollozando desconsoladamente por los rincones.

No obstante… ¿Qué se puede esperar de un aspirante a saboteador que no se aclara con los teléfonos móviles, que creía hasta no hace mucho que el procesador de los ordenadores era el monitor, que para cambiar una bombilla quita el diferencial de la luz por temor a una electrocución, que retira la sartén del fuego para romper el huevo y freírlo porque le aterran las salpicaduras del aceite hirviente y que en invierno tapa a sus peluches por la noche con una mantita para que no pasen frío?

A lo que vamos. Ya conocen la historia. El CAC, ese órgano que ejerce la censura y vela por la inmaculada pureza catalanista del espectro radiofónico, ha cerrado emisoras de la COPE en Lérida y Gerona además de negar concesiones al grupo que edita el diario El Mundo que se postulaba para cincuenta y pico de las ochenta y tantas emisoras puestas como a subasta, para adjudicarlas a voces afines, amigas o amansadas: un montón para el grupo Godó, es decir, La Vanguardia, otras para la cadena SER y, cómo no, para el sonderkommando por antonomasia de las ondas, don Justo Molinero, el de la muñeca chochona. También el ínclito señor Lara se lleva las suyas, ese acaudalado empresario especializado en lamer con fruición el perineo al poder de turno, ahora al tripartito, que firma cartas en favor del nuevo Estatuto, que aquí edita el diario Avui y allí La Razón, fascinado por la bipolaridad de personajes literarios como el doctor Jekyll y mister Hyde. Otro puñado de emisoras sonríe, en esa suerte de rifa amañada, a Flaix TV, donde sienta sus reales Mikimoto, una de las cimeras figuras del nacionalismo.

Carbonell, exdiputado del PSC y ahora mandamás del CAC, afeó en su día a Pujol el intento de clausura de la cadena COPE largando en el parlamento regional una encendida y conmovedora defensa de la libertad de expresión. Hoy es él quien perpetra la felonía iniciada en su día por CiU, dando por buena la sentencia popular que dice las vueltas que el mundo da. O sea, el corsi e ricorsi de Vico. Hecho que demuestra que una de las obsesiones de quienes detentan el poder en Cataluña… -pasan los gobiernos, las siglas, pero no el castrador delirio nacionalista-… no es otra que silenciar a los discrepantes, siendo en el ámbito radiofónico la cadena COPE el blanco de todas las iras, una suerte de acumulador de odio contra el que escupir todos los sapos y culebras que brotan cíclicamente del catalanismo enragé.

Ahora no es Pujol, sino Montilla, el que ha de salvar la plantilla de Nissan viajando a Japón, poniendo en jaque las estructuras empresariales y políticas del país del Sol Naciente, quien se escuda en los ataques a Cataluña y a nuestra lengua, no refiriéndose, claro es, a la que hablaba con su madre cuando niño en Iznájar, provincia de Córdoba, para justificar las bochornosas prácticas inquisitoriales del CAC. Así pues, para Montilla, para el nacionalismo catalán, Cataluña es como un menor que no debe oír ciertas cosas no sea que le dé un trauma de aquí te espero y por eso hay que taparle profilácticamente los oídos amordazando a los maledicientes.

No obstante el CAC no tiene suficiente con delimitar su jurisdicción a las cuatro provincias catalanas y sopesa la posibilidad de irrumpir en el panorama mediático internacional ordenando el secuestro del prestigioso semanario británico The Economist a través de las buenas artes diplomáticas de la embajada recientemente inaugurada en Londres a causa del suavecísimo artículo de M. Reid que ha suscitado tanta polémica como escozor en las filas nacionalistas, muy sensibilizadas y levantiscas con las más sutiles discrepancias.

Mientras Fernando Rodríguez Madero*, representante del PP en el CAC, se cruza de brazos, la señora de Daniel Sirera se gana las habichuelas como correctora del organismo censor y el marido de la bella Montse Nebreda, abogado de Mikimoto, maniobra para beneficiar a su cliente con la generosa concesión de emisoras a concurso… Tolerancio publica en rigurosa primicia un fragmento de las jugosas deliberaciones registradas con su chapucero micrófono. Pero tiene más y ya habrá ocasión de filtrarlas por entregas, pildoraza a pildorazo:

-Con motivo de la expulsión de Germán, de Sabadell… -concursante del espacio de TV Gran Hermano que emite Tele-5 y que presenta la incombustible Mercedes Milá-… un chico extrovertido y campechano que termina todas sus frases, a guisa de muletilla, diciendo totaaaalllll, afirma categóricamente uno de los participantes en el cónclave del CAC:

Miembro del CAC.- Es un ataque en toda regla contra Cataluña. La audiencia ha nominado a ese chico porque es catalán. No le han dejado expresarse en su lengua materna esos centralistas catalanófobos del carajo. La Brunete mediática se ha infiltrado entre los telespectadores y ha promovido millones de votos por SMS desde una centralita dirigida por la FAES. Detrás de la expulsión de Germán percibo la mano siniestra de Jiménez Losantos, de la derecha extrema, del españolismo más rancio. No nos quieren, no nos comprenden y luego se escandalizan de la desafección emocional de Cataluña… como tan sabiamente dijo nuestro presidente Montilla. Germán somos todos. Es totaaaaalllll…

Todos los chequistas del CAC responden a coro, incluido Fdo. Rodríguez Madero.- ¡¡¡Totaaaaalllll!!!


*Fernando Rodríguez Madero.- Lo que son las cosas, fue antecesor de Pepe Collado en el espacio local de la COPE en Barcelona, franja horaria de mediodía, cesado en su puesto, como algunos recordarán, poco después de la primera intentona de clausura de la emisora. En efecto, el hoy agente del PP en la checa del CAC presentaba su programa en español y acaso en un guiño o gesto de buena voluntad hacia el gobierno de CiU, tras la polémica que se generó entonces, el Consejo de Dirección de la cadena obispal le dio el pasaporte colocando en la pecera, ante el micrófono, a otro periodista. Como la venganza es un plato que se sirve frío, la ocasión ahora la pintan calva para vengar aquella afrenta. No obstante Alicia Sánchez Camacho afirma con la boquita pequeña… -es un decir si atendemos al tamaño de la misma, apta para las más procaces caricias-… que su partido no está representado en ese organismo del que algunos consejeros del gobierno hablan maravillas y están orgullosos.

viernes, 14 de noviembre de 2008

Sindicatos II. ERE que ERE


Los sindicatos catalanes forman parte de la trama, de la Red. Cumplen de manera ornamental la función que se asigna en principio a los sindicatos que es la representación de los trabajadores y la defensa de sus derechos e intereses. Es la suya, en el caso de los sindicatos catalanes, ya lo decimos, una representatividad cosmética… que es incluso discutible, pues habrá quien sostenga que cuando los sindicatos se limitan a velar por la economía subvencionada, tal como sucede en casa, dejan de representar los genuinos intereses de los trabajadores… intereses que habrían de estar conectados a la exigencia de un modelo productivo que incentive realmente la actividad empresarial como única fuente conocida de creación de empleo dentro de la economía de mercado, que es la nuestra y la de nuestro entorno, salvo que nos impongan una economía completamente intervenida o planificada con arreglo al antiguo modelo soviético.

En realidad los sindicatos catalanes están para arrimar el hombro a las órdenes del establishment local. Es sintomático que en Cataluña -aunque también sucede en el resto de España por un fenómeno mimético, regioncita a regioncita- los sindicatos inscriban sus siglas y logotipos en las banderas de obediencia tribal… hecho prácticamente desconocido en el resto del mundo.
La tendencia entre apátrida e internacionalista que ha definido durante décadas el sindicalismo ha sido sustituida aquí por una imbricación inextricable en el tinglado localista, compartiendo cada nomenclatura sindical mesa y mantel con las oligarquías regionales en reuniones protocolarias a cargo del contribuyente, es decir, de los trabajadores.

Los sindicatos, sus cúpulas o cupulitas, optan… -mandan subvenciones y compadreos-… por delimitar su ámbito geográfico de actuación que es la manera más inmediata y eficaz de tocar pelo, de hacerse sitio en el gran o pequeño mundo aborigen, de ganarse una presencia, ya no tolerada, sino de rango institucional en su universo aldeano. Es preferible, entienden, ser alguien en Copons, cerca de Igualada, estrechando manos a diestro y siniestro por su calle mayor que no una gota de agua en la inmensidad del océano.

Los sindicatos catalanes están para canalizar la voz de los trabajadores a los que representan… no muchos, la verdad, dado el ínfimo nivel de afiliación… o mejor, no solo para canalizar su voz, si como colectivo la tienen, sino para distorsionarla acoplándole un vocoder que confiere a la fonación un timbre robotizado, metálico. Están para trasladarles consignas a corear mediante el conocido procedimiento piramidal de transmisión de la cúpula a la base… desactivando posibles discrepancias de fondo con el orden establecido y garantizando su incondicional adhesión a las obediencias territoriales de forzoso cumplimiento… decoradas, desde luego, con alguna soflama que aporte esa pizca de necesaria escenografía a la pasteleada función.

En definitiva, sensibles al proceso llamado de construcció nacional, la misión de los sindicatos catalanes es nacionalizar a los trabajadores o cuando menos asegurar a la élite nacionalista la neutralidad de sus afiliados. Si no conseguimos que participen, que se involucren, carburan, cuando menos que no sean un estorbo. Y cada sindicato pone en danza sus estrategias para responder con la mayor diligencia a la voz, a los deseos del amo, a las órdenes que salen telegrafiadas de los cuarteles generales del nacionalismo.

-Por ejemplo, USOC acudió en solitario, anticipándose a los demás y destacando por su inquebrantable lealtad, rayana en el palanganerismo, a la convocatoria del tripartito en la plaza de San Jaime en apoyo a Carod Rovira después de que éste viajara a Perpiñán, de tapadillo, como presidente en funciones de la Generalidad para pactar con ETA una exención geográfica de atentados a cambio de respaldo político a la causa abertzale… en puertas de la negociación del gobierno ZP con los terroristas.

-UGT se ha adherido recientemente a la plataforma soberanista PDD, por el Dret a Decidir, luego de ver como la burguesía catalana condecoraba, por los servicios prestados, a su Secretario General, el sonderkommando José María Álvarez, con la cruz de Sant Jordi, agradeciendo el interfecto tan alta distinción en un catalán exquisito con arreglo a la escuela declamatoria del presidente Montilla.

-UGT, CC.OO y USOC, junto a Unió de Pagesos y entidades como Ómnium Cultural han suscrito, a toque de pito de los partidos catalanistas, un manifiesto a guisa de presión al gobierno central a favor de lo que han dado en llamar una mejor financiación autonómica, no refiriéndose, claro es, a una mejor gestión autonómica del dinero público, sino a la cesión de más dinero, iniciativa que cuenta con el beneplácito de la patronal catalana.
Cualquiera podría pensar que la finalidad de dicha iniciativa, codo con codo con Fomento del Trabajo Nacional, es congraciarse con el gobierno regional ante un nuevo reparto del pastel vía subvenciones, cursillos, ayudas varias y otras prebendas… y acertará… pero no hay que subestimar el grado de voluntaria adhesión, más allá de lo exigible, de las cúpulas sindicales a las tesis nacionalistas por convencimiento y afinidad.

Ahora que vemos que se suceden los ERE’sERE que ERE y tiro porque me toca, sabemos que los sindicatos no saldrán de romería, así lo dijo Fidalgo, Secretario General de CC.OO, a quien parece le mueven la silla estas últimas fechas, pues los hay que consideran que no es suficientemente dócil al actual gobierno. Esta llamada a la pasividad sindical la presentan sus promotores como un ejemplo de responsabilidad superlativa en tiempos de crisis.

Montilla, salva la plantilla. Esa era la consigna coreada por los trabajadores de Nissan afectados por un ERE de grandes proporciones que implica no solamente a los empleados de la firma nipona sino a otras industrias de componentes y a otros tantos empleos indirectos.
A Tolerancio no acaba de gustarle esa confianza última depositada en la providencial intervención de una suerte de deus ex machina, de un redentor que irrumpe en escena y le para los pies a los malos y salva a los débiles. Aunque sea nada más que un ripio, una rima facilona. Tampoco Pepe Montilla nos recuerda a Jan Hus, el Cid o Juana de Arco, la verdad.

A quienes, es cosa segura, no defenderán los sindicatos ni salvará Montilla, pues se trata de dos trabajadores… -¿Sólo dos? ¡Que se jodan!-… son al empleado sanitario que no ha sido admitido en la categoría profesional que desempeña desde hace 20 años en el hospital del Valle de Hebrón por carecer del nivel C de catalán y a la monitora Sara Burgos por denunciar los execrables excesos lingüísticos perpetrados por la Dirección de la escuela Gayarre. No sólo no los defenderán ni salvarán sino que harán cuanto esté en sus manos para rematarlos y dejar sus despojos tirados en la cuneta por tener la osadía de romper el tabú del silencio.

Sucede que las cúpulas de los sindicatos mal llamados de clase y que en realidad son de obediencia de partido han cultivado un ciego colaboracionismo, sin fracturas, en lugar de la necesaria presión frente a instancias gubernamentales, sobre todo cuando éstas las ocupan personas de sus mismos partidos políticos de referencia. Y por ello suscriben sin vacilar, servicialmente, cuantas melonadas e indignidades les ponen en el plato, como sucedió a cuento del manifiesto soberanista por una mejor financiación del que ya se habló en la bitácora titulada Sindicatos I y que hemos recordado unos párrafos atrás.

Pero a veces esos ímprobos esfuerzos por integrarse en el sistema como uno más, por dar saltitos y cabriolas circenses a la primera palmada del catalanismo hegemónico, no bastan y es preciso ampliar aún más el radio de la sonrisa.
Hemos sabido por un informe elaborado por CC.OO precisamente, publicado en la prensa, que el gobierno tripartito nominalmente liderado por Montilla, el salva-plantillas, pero manejado, no el sombra, sino a plena luz del día por ERC, el partido de les mans netes… -limpias hasta que las metieron en la caja-… que las subvenciones que reciben los sindicatos por delegado electo arrojan este esclarecedor balance:

-CSC, sindicato afín a ERC, la nadería de 120 €.
-UGT, sindicato del sonderkommando Josep Maria Álvarez, pronúnciese Álvares, condecorado por la oligarquía local con la cruz de Sant Jordi, 2’7 €.
-CC.OO, 2’4 €.
-Y USOC, en último lugar… cómo no y a pesar de su tesón y buen oficio en el arte de bailar el agua a la administración regional… con la pírrica suma de 0’9 € por delegado electo.

En definitiva, para eso están. Para ejercer de pilar básico de uno de esos particularismos, el catalanista en este caso, que diseñan un modo de vida autocentrado, pues en el pueblito, en la aldehuela, nos dicen, en la comunidad elfa o pitufa reside la salvación colectiva… y también para encomendarse al padrecito, al providente cacique local, casi casi como esos fieles que salen de romería o de rogativa para implorar a los cielos que derramen la fértil lluvia sobre los campos agostados por la sequía.

Que Montilla salve la plantilla, bien… pero que alguien nos salve de una vez de estos sindicatos. A los trabajadores no nacionalistas ya no nos sirven ni representan los sindicatos que disciplinada y lacayunamente le enceran el tubo a lengüetazos al nacionalismo.



domingo, 9 de noviembre de 2008

Banderas II. Supermercado Condis


Supermercado Condis, calle Ricart, Barcelona.

Una día, tras las vacaciones de verano e irremediablemente víctima del brote cíclico, anual, que los especialistas llaman síndrome post-vacacional y que padece Tolerancio por un período aproximado de once meses, habida cuenta de su acusado desapego al trabajo… -(y sin haber recibido en su cuenta bancaria un solo ingreso con arreglo a lo solicitado en la bitácora titulada Teatro Negro, donaciones voluntarias de parientes y amigos que habrían de eximirle del trabajo remunerado para vivir de las rentas y dedicarse a crear no nacionalismo las 24 horas del día)-… pasó por delante de un supermercado de la cadena Condis, calle Ricart, junto a Paralelo, comercio al que, por vecindad, acude de vez en cuando.
Cierto que normalmente Tolerancio opta por un establecimiento perteneciente a otra cadena donde obtiene por cada compra una bonificación acumulable que, mensualmente, se traduce en un descuento no demasiado importante pero ventajoso en esta época de estrechez económica que estimula hábitos ahorrativos y porque, todo hay que decirlo, las cajeras son mucho más guapas, figurando una de ellas como ocasional protagonista de sus desmañadas fantasías eróticas entre estanterías al copo de envases de zumos y potes de lentejas, lo que da fe del escaso refinamiento de sus más elementales pulsiones.

Entró el patán de Tolerancio en el citado comercio de la calle Ricart, supermercado Condis, para adquirir unos cuantos artículos, sintiéndose, de repente, trasladado a otra dimensión. En efecto, al franquear el umbral del establecimiento le recibió, de golpe y porrazo, tan de golpe y porrazo que casi pierde el aliento… una enorme bandera catalana de unos cinco metros de largo por metro y medio de ancho suspendida del techo, abarcando bajo su protectora influencia la entrada y salida de clientes y las dos cajas registradoras separadas por un expositor de caramelos balsámicos y otras chucherías. Es decir, una bandera inmensa, enorme… una bandera del carajo de la vela de grande.

Tolerancio se quedó patidifuso ante semejante alarde de patriotismo en lugar tan extemporáneo… como un espantapájaros, pasmado, boquiabierto, mientras otros clientes comparecían con sus carritos y cestas ante las cajeras sin reparar en la chocante presencia de tan inmenso estandarte.

Tolerancio al punto se preguntó: ¿Es que solo yo la veo?... Imposible. Las dimensiones de la bandera impedían que pasara desapercibida. Incluso Rompetechos la habría divisado. Un señor de elevada estatura tuvo que inclinar la cabeza para no mancillarla con el lazaroso contacto de su frente, recordando a aquellos reclutas que juran bandera besándola con unción en un gesto sincopado y marcial.

¿A santo de qué?... se preguntó perplejo Tolerancio. Y cayó en la cuenta: viernes 12 de septiembre, jornada posterior a la Diada, fecha apropiada para el desparrame del más exaltado patriotismo. Pero aquello rebasaba toda medida. Lástima, pensó Tolerancio, no tener a mano una cámara de fotos para inmortalizar semejante cuadro, absurdo, inverosímil.
A la bandera catalana del Condis no le rinden sus respetos ni agentes de los mossos d’esquadra en compacta formación, ni los militantes de ERC empuñando antorchas en sus desfiles nocturnos, wagnerianos… sino paquetes de pañales, botes de detergente para lavadora, latas de sardinas… -en oferta, por cierto, dos al precio de una a 1’18 €-… pizzas precocinadas o packs de media docena de botellines de cerveza.

Es, pues, el supermercado Condis de la calle Ricart, por unos días, como un Cuartel Comercial de Instrucción de Consumidores donde solo falta en el frontis una inscripción lapidaria del tipo Consumiendo por la patria o Todo por Condis y por Cataluña. O alguna otra de parecido tenor. Templo mercantil donde se aúna consumo y patriotismo bajo la providente tutela del banderón. Una de las cajeras, una chica peruana, cansada tras una agotadora jornada laboral, atendía a la clientela entre bostezos y aprovechando el ínterin entre pago y pago para limarse las uñas.

Quizá pretenden los gestores de la cadena, con ese alarde de patriotismo cuchufleta, congraciarse con las autoridades regionales para alcanzar un acuerdo tan ventajoso como el firmado con Caprabo por el que ésta empresa pone a la venta productos catalanes rebajados en un 20% para estimular el consumo de artículos autóctonos… eso sí, merma en el PVP final que ha sido previamente financiada con dinero público por valor de 300.000 €… con ese poco dinero público que nos queda tras el expolio fiscal, la apertura de embajadas, subvenciones a federaciones deportivas aborígenes como la de Lanzamiento de Huesos de Aceituna a Escupinadas, el pago de informes sobre hábitos reproductores de la perdiz nival, tuneado de vehículos oficiales o la contratación por una millonada de asesores retroactivos, entre otras partidas presupuestarias.
En suma el cliente adquiere un producto más económico, cuyo descuento, en cierto modo, ha pagado con anterioridad, pero como el bolsillo no ha notado ese desembolso anticipado, pues santas pascuas…

Nunca vio Tolerancio una bandera tan a desmano de lo que requiere, en principio -solemnidad, pero austeridad también- el simbolismo patrio. En un supermercado: oferta de tomate frito dos por uno. Que es casi, quizá no sea la comparación más adecuada, como encontrarse la bandera de obediencia de cada cual en el lecho, a modo de sábana, en la pensión donde ha contratado los servicios de una prostituta. O estampada en los rollos de papel higiénico del sórdido retrete de una estación de tren.
Si Tolerancio fuera catalanista habría pillado un mosqueo del quince. No sería plato de su gusto que su amada bandera anduviera entre bolsas de pipas, cartones de leche y pechugas de pollo envasadas al vacío.

Si de lo que se trata es de colocar la bandera en los lugares más insospechados, Tolerancio reitera de nuevo su viejo proyecto, condenado al fracaso como tantos otros, de organizar un safari fotográfico por toda Barcelona con la excusa de obtener instantáneas de la bandera cuatribarrada para proceder a su deconstrucción simbólica, utilizando la terminología semiótica que ha hecho furor entre fogones por obra y gracia de periodistas y cocineros elevados a un fatuo estrellato.
Y no será por falta de motivos: la ha visto Tolerancio en sacos para cascotes que se utilizan en las reformas de viviendas, en portezuelas de camiones dedicados a mudanzas, en servilleteros de bares y cafeterías, en azucarillos -a juego con los servilleteros-, en las tartas de las pastelerías o como cintas de cierre de esas bolsitas de plástico llenas de almendras garrapiñadas en el quiosco del parque de la Ciudadela.

Desde ahora nos saluda la bandera al entrar en ese recinto sagrado donde se ejecuta una de las acciones patrióticas por antonomasia: la actividad comercial. En el supermercado. ¿Fue Cicerón quién lo dijo?... Dulce et decorum est pro patria mori… et “consumire”.

martes, 4 de noviembre de 2008

Sindicatos I


Con fecha 1 de octubre la Asociación por la Tolerancia recibió una muy gentil invitación de CCOO a través de su Coordinadora de Secretariado, Ester Boixadera Baulenas, para adherirse a un manifiesto con el rimbombante título Compliment de l’Estatut i finançament just per a una societat catalana més cohesionada suscrito por diferentes entidades, Institut d’Estudis Catalans, Ómnium Cultural y los sindicatos Unió de Pagesos, CCOO, UGT y USOC.

Es un manifiesto inspirado en el soberanismo tan à la page en los círculos obedientes al establishment catalanista. Dicho manifiesto ha echado a andar hace unas fechas y a no mucho tardar se sumará la patronal, pues declaraciones de sus más destacados dirigentes abundan en esa perentoria necesidad, uniendo la suya, FTN, a las siglas sindicales.
Asistiremos, pues, al edificante espectáculo de ver codo con codo a lo más granado del empresariado local junto a las cúpulas sindicales que estos días salen a la calle, no de romería por la crisis, como dijo Fidalgo, Secretario General de CC.OO, sino para protestar por los ERE’s en algunas empresas del sector de la automoción. Patronos y productores, con motivo de la financiación autonómica, bajo una misma bandera y obediencia para sustituir el antiquísimo concepto de lucha de clases por la cohesión… -y, de paso, construcción-… nacional, que fue una de las aportaciones teóricas más eficaces de los socialistas reconvertidos al nacionalismo pangermanista dentro del NSDAP, el partido nazi.

Tolerancio no ha dado con la carta que cursó la Asociación en respuesta a tan cortés invitación, pero publica aquí uno de los borradores que, con alguna modificación o corrección, pero con muy parecido espíritu y contenido, sirvió como documento de trabajo. La finalidad de este acto no es otro que los asociados y visitantes de la página web de la Asociación por la Tolerancia sepan que ésta, muy educadamente, como no podía ser de otro modo con arreglo al estilo y trayectoria de la misma, respondió en su día a tan burda provocación.


A/A Ester Boixadera Baulenas
Coordinadora CCOO

La Asociación por la Tolerancia ha recibido por carta su amable invitación a suscribir el manifiesto que su organización y otras han dado en llamar Compliment de l’Estatut i finançament just per a una societat catalana més cohesionada.

Agradecemos su gesto deferente, pero declinamos tan cortés invitación al defender nuestra modesta asociación, sobre el particular, una posición diametralmente opuesta a la suya.

Hemos de manifestar, empero, que nos admira que su sindicato y otros más promuevan campaña y manifiesto por dicha causa para trasladar al gobierno central una imagen compacta de la sociedad civil local, reuniendo en este acto, ordenadamente bajo la misma bandera y obediencia, como se decía en tiempos pasados, a patronos y productores. ¿Productores? ¿Era así como se decía?

No obstante, en atención a sus conocidos desvelos por la libertad, a su defensa ejemplar de la efectiva igualdad de derechos de todos los ciudadanos y a su nunca suficientemente loada amplitud de miras y solidaridad incuestionable con aquellas personas que se ven menoscabadas en sus derechos fundamentales, le invitamos a suscribir, como ya hizo esta asociación a los minutos de publicarse, el Manifiesto por la lengua común que incluye la libertad de elección de lengua escolar promovido por un grupo de significados intelectuales, entre ellos Mario Vargas Llosa, Fernando Savater y Albert Boadella.

Escolarizar a los niños en su lengua materna es un derecho fundamental de los niños y de sus padres, es decir, de los ciudadanos, no solo porque lo avale el sentido común y las recomendaciones de la UNESCO, sino porque es un derecho contemplado en la vigente Constitución. Ese derecho es hoy vulnerado por los poderes públicos.
Es un derecho irrenunciable, tal y como son, en el ámbito laboral de su competencia, el trabajo remunerado, el disfrute de los períodos vacacionales o la conciliación de vida laboral y familiar. De tal suerte que si un empleador… -incluso un importante y acaudalado empresario adscrito a Fomento del Trabajo Nacional, gran organización patronal que respalda junto a ustedes un nuevo modelo de financiación-… no respetara a sus trabajadores el ejercicio de esos derechos adquiridos, los sindicatos acudirían al momento, es cosa segura, en defensa de los damnificados para restañar el derecho o derechos arbitraria e injustamente conculcados.

La invitación a firmar el Manifiesto por la lengua común, nuestro manifiesto para entendernos, podríamos, parafraseando el propuesto por ustedes, encabezarla del siguiente modo: Compliment de la Constitució per a una societat catalana més justa.

Atentamente:

Asociación por la Tolerancia.
Su Junta

Barcelona, a 08 de octubre de 2008

miércoles, 29 de octubre de 2008

Banderas I





Iniciamos con esta bitácora un curso acelerado sobre vexilología que es el arte o la ciencia que estudia las banderas, como la filatelia los sellos o la numismática las monedas.

Port de la Selva, provincia de Gerona. Agosto 2008.

Port de la Selva es un pueblo precioso, bonito, una monada de pueblo. Tolerancio lo ha visitado unos días en vacaciones y lo recomienda encarecidamente a los amantes de la naturaleza, de la tranquilidad y, por qué no decirlo, del buen gusto. Nada de feos bloques de apartamentos, de chiringuitos ruidosos y de legiones de guiris tatuados cociéndose en las terrazas a tanques de cerveza.

Port de la Selva goza de un sinnúmero de atractivos. Está en el mismísimo Parque Natural del Cabo de Creus, lo que habilita unas excursiones pedestres de gran interés. No nos confundamos, algunas de esas rutas precisan calzado apropiado, de montaña. También nos ofrece la posibilidad de recorrer un buen tramo del camino de ronda que bordea la costa para llegar hasta Llançà dándonos el chapuzón de rigor en cada cala.
Hay en su término municipal calas magníficas como Tamariua, donde conviven armónicamente nudistas y textiles, que así llaman los nudistas radicales, con sorna, a quienes usamos bañador. O la cala, no por azar, llamada Musclera donde uno percibe el olor de esos moluscos -mejillones- que en los restaurantes del lugar sirven preparados al vapor y que están para chuparse los dedos. O más salvaje aún, asilvestrada, la cala Tavallera, en dirección a Cadaqués, a dos horas de camino a pata, siguiendo el GR-11, donde solo llegan unos pocos osados caminantes expuestos al rigor de la solana, entre ellos Tolerancio. La mayoría de los bañistas lo hacen a bordo de yates, lanchas y barquichuelas de vela latina recuperadas por amor a las tradiciones y que proliferan en los puertos deportivos de la comarca.

Hemos de advertir que son todas ellas calas de aguas cristalinas, de una calidad soberbia… -donde Tolerancio se ha zambullido a sus anchas como un torpe tritón, pues nada no mucho mejor que los peces de plomo-… pero de grandes guijarros, de ahí que recomienda la adquisición de unas zapatillas especiales para esos menesteres que, desconociendo su nombre comercial, ha dado en llamar patopiés y que impiden que uno se clave los pedruscos, se lastime o haga el ganso -toda suerte de ridículos aspavientos, siempre a punto de perder el equilibrio- al adentrarse en el agua.



Port de la Selva dispone de todos los servicios: cafeterías, restaurantes, tiendas de souvenirs, supermercados, prensa, estanco, administración de lotería (fundamental en tiempos de crisis) e incluso una discoteca en las afueras. No falta una Oficina de Información Turística que atiende una señorita muy amable y que disfruta de su trabajo aportando cuantos datos le solicitan y, cómo no, el edificio consistorial donde, no podía ser de otra manera, o sí, si se cumpliera la ley, ondea en solitario la bandera regional.

Otros alicientes son pasear tan ricamente por el Paseo Marítimo y contemplar por la noche, a lo lejos, las luces del margen opuesto de la bahía, el destello intermitente del faro de Samella o la mole iluminada del monasterio de Sant Pere de Rodes, como suspendido de la nada, de la oscuridad, con apariencia de centinela en nictálope alerta.
Se aprecia, se respira una calidad de vida elevada entre residentes y veraneantes. Es una localidad calmosa, un pelín elitista, donde Tolerancio pule sus zafios modales para no incomodar a sus refinados anfitriones. Port de la Selva pertenece a la comarca del Alto Ampurdán, que goza de un nivel de renta privilegiado, envidiable.

Es un pueblo de ensueño, blanco, encalado con mimo, donde no falta de nada salvo, claro es, la bandera de España en la balconada del ayuntamiento. Paseando o tomando un refresco nos encontramos con gente de posibles como Miquel Roca Junyent, a quien se acerca una señora para hacerse una foto. El emérito abogado, ponente constitucional, accede a sus deseos amablemente.
Cuando uno va a un restaurante a cenar, recomendamos Ca la Paquita, sus albóndigas con sepia, o a una terracita a tomar una copa, le atienden servicialmente los empleados del negocio. Al tomar la palabra la señora de Tolerancio y dirigirse a aquellos en catalán, su lengua materna, para transmitirles la comanda, comprueba al punto que la inmensa mayoría le responde en español… -algunos se encogen de hombros-… en una variada gama de acentos: andaluz, gallego, argentino, brasileño, rumano e incluso francés y ruso. Los hay para todos los gustos y paladares. También hay comercios regentados por lugareños donde uno puede deleitarse los oídos con el dulcísimo son de la lengua catalana.

Como es sabido, salvo por ese importante segmento de votantes del PSC e ICV abducidos, absolutamente idiotizados que lo votaron favorablemente, el nuevo estatuto de autonomía establece que la atención al público en locales comerciales de toda índole deberá efectuarse en catalán a requerimiento del cliente, debiendo manejarse con solvencia los trabajadores interpelados en la citada lengua.
Aunque no nos cabe la menor duda de que en Port de la Selva el respaldo a los partidos políticos que sustentaron la aprobación del nuevo estatuto de autonomía es mayoritario, y que incluso un partido que se declaró contrario, ERC, goza entre sus vecinos de una influencia considerable… en definitiva, donde las distintas expresiones políticas del catalanismo disfrutan de gran aceptación y predicamento, observamos que en los establecimientos comerciales abiertos al público, más concretamente en el sector de la hostelería, determinados asientos del articulado estatutario, pendientes aún de la interpretación caprichosa del TC, se incumplen tranquilamente. Tranquila y afortunadamente.
Cierto sentido práctico de las cosas que atañe a la facturación de los negocios en épocas muy específicas como son las vacaciones estivales se impone en las localidades turísticas, aún en aquellas donde el localismo nacionalista es hegemónico.

Algunos de esos vecinos que pasean tan ricamente al atardecer con las manos a la espalda, cuando el sol declina en el horizonte y sus rayos se reflejan trémulos sobre el espejo del mar y las apacibles olas mecen las tradicionales barquichuelas de vela latina fondeadas en el puerto… que hacen carantoñas a los peques que circulan en patinete por el Paseo Marítimo… que son los dueños de las cafeterías y restaurantes que le servirán a usted la cena… personas de fuertes convicciones catalanistas, som i serem, les importa, en definitiva, un jodido pito que los camareros que tienen en plantilla chamullen o no cuatro palabras de catalán… porque están dispuestos a realizar un trabajo duro y agotador por un sueldo que desconocemos pero que no parece muy atractivo para los lugareños y que dejará en la caja registradora un suculento margen al beneficio empresarial.

Probablemente no sepan que sus empleados, por mandato estatutario, del estatuto redactado por ponentes de los partidos a los que votan, esos partidos cuya gestión defienden acaloradamente en las tertulias vespertinas que acompañan las timbas de remigio o de dominó en el casino del pueblo, están obligados a hablar catalán a requerimiento de la clientela… mejor así. Mejor que no lo sepan, que lo saben. Lo que importa es que la gente pueda trabajar y ganarse la vida dignamente sin temor a incumplir una quisquillosa normativa lingüística que no debería existir.
Por muy catalanistas que sean, que vale aquí casi tanto como decir por muy hipócritas que sean, no pocos habitantes de Port de la Selva saben muy bien que para tener esa casita que es una ricura, la barquita de vela latina y a los niños a pensión completa en un colegio de pago, los empleados deben servir las paellas y los cafelitos con diligencia, atentos, sonrientes y serviciales, hablen entre ellos en uzbeco o tayiko y con los clientes, si es preciso, por señas.



Eso sí, en la balconada del ayuntamiento, solo una bandera porque sale gratis, pues la Fiscalía ha estado últimamente muy atareada reuniendo pruebas contra ANV y PCTV, los mismos que hace unos meses no podían ser víctimas, pobrecitos, de una suerte de insoportable Guantánamo electoral…¿recuerdan?

Fotos:

1.- Ayuntamiento de Port de la Selva, donde se incumple, qué raro, la Ley de Banderas.
2.- Severo, el lobito… -en realidad es un hasky, aunque aún no lo sabe, esa es la gran tragedia de la identidad en Cataluña que incluso afecta a las mascotas de peluche-… y Casimito, un perrito labrador, aguardan impacientes su almuerzo favorito: puré frío de castañas, en un idílico rincón de cala Tavallera.

PS.- Esta bitácora fue redactada en septiembre, solo que algunas dificultades técnicas impidieron su publicación entonces. De ahí la alusión, algo anacrónica, a los innumerables quehaceres de la Fiscalía.


viernes, 24 de octubre de 2008

Contratos en origen/ Cayucos a la deriva


Los argonautas errabundos del Atlántico han sido prácticamente desterrados de la actualidad informativa. Apenas se cuelan en los noticieros de la tele, y cuando lo hacen los telespectadores soplan aburridos, con cierta expresión de cansancio: vaya lata, otro cayuco. Los inmigrantes ilegales en sus pateras ya no generan, como antaño, corriente alguna de solidaridad.

Ya no les dedicarán capítulo en el próximo documental titulado No hay motivo II, entre otras cosas porque los cineastas de la Plataforma por Zapatero no tienen la menor intención de rodarlo, salvo que los socialistas regresen algún día a la oposición.

Los cantautores se han olvidado de ellos. Los Pedro Guerra y otros de parecido pelaje buscan la inspiración para componer sus letras en asuntos distintos, más intimistas -ya es casualidad- coincidiendo con la ruinosa gestión del gobierno ZP, siendo ahora conveniente refugiarse en el lirismo más introspectivo. Pura táctica melódica.

Las autoridades están dispuestas a pagarles el pasaje de regreso a sus países de origen. Ya no veremos al señor Clos… -que fuera alcalde de Barcelona, ministro y en esta hora embajador de España en Turquía, aunque las malas lenguas aseguran que, propenso a despistes y confusiones, se presentó en Ankara como embajador de Cataluña ante el sultán de Marruecos-… identificándose con aquellos inmigrantes que reclamaban papeles años ha encerrados en la basílica del Pino. Soy uno de ellos, manifestó entonces imbuido de un loable talante filantrópico. Cierto que en cuanto cambió el color del gobierno, el aún Excelentísimo Señor Alcalde, don Joan Clos, mandó una dotación de la Guardia Urbana, porras en mano, a desalojar otro grupo de inmigrantes encerrados en la Catedral… ante la absoluta indiferencia de la opinión pública, tan sensibilizada unas semanas atrás con la desesperada situación de los extranjeros.

Llegó el episodio de la siringa, sonante y cortante, de la valla de Melilla. Así llamó a las cuchillas la vicepresidenta y miembra del gobierno, señora De la Vega… -antes de retratarse junto a un afortunado polígamo africano, exportador de fibra de chufa y muy respetado en su comunidad-… donde algún infeliz acabó enredado, herido, medio despellejado.
Y con el tiempo se ha ido abriendo hueco entre los promotores de la política llamada en su día de los papeles para todos, es decir el actual gobierno, la política contraria del a todos una patada en el culo.

¿Tendrán razón (¿se la dará el tiempo?) los malpensados que en su día dijeron, y por ello fueron tachados de cosas irrepetibles, que la regulación extraordinaria alentada por ZP-Caldera pretendía asegurarse en el futuro una bolsa cautiva de medio millón de electores legislando a favor de la concesión a los inmigrantes del derecho a voto?... ¿Será por eso, obedeciendo a ese plan minuciosamente diseñado, que nuestros ministros y agentes diplomáticos realizan desde hace meses una gira interminable por diversos países, que ni las estrellas del pop-rock, para establecer las bases de los oportunos convenios de reciprocidad sin los que no es posible desarrollar dicha normativa? ¿Estaría presente en el cálculo de algunos asesores del gobierno… -700 para un ZP que en dos tardes aprende toda la ciencia económica mundial-… la posibilidad de generar un efecto llamada descomunal gracias al proceso extraordinario de regulación que ocasionaría empero, fatal e inevitablemente, varios miles de muertos, víctimas colaterales, en las aguas del Atlántico? ¿Compensa esa espeluznante mortandad, toneladas de carne humana sumergidas en las profundidades oceánicas para pitanza de varias especies marinas, la apropiación, el usufructo por gratitud de esos cientos de miles de futuribles votos?

Tolerancio reitera aquí su desatendida petición de dedicar un homenaje, una calle, una plaza, acaso un conjunto escultórico, a esos argonautas a su pesar, a esos polizontes clandestinos a la deriva en cáscaras de nuez que traen al hombro un hatillo cargado de esperanzas en una vida mejor. Claro que el nombre de una calle no da de comer ni te rescata del frío abrazo de las aguas marinas o de las fauces de un escualo voraz… de los desgarros de la siringa metálica made in De la Vega, de la desconfianza de la gente, de los controles policiales, del paro, del trabajo abusivo no declarado, de los sueldos miserables, del extrañamiento y la lejanía y de otras mil penurias.

Anuncia el ministro Corbacho que de prolongarse la crisis, la misma que pasaría de largo rozando el larguero, se restringirán los contratos en origen. Que es una manera de decir ahora que sobran, que son una molestia, que se queden en sus chozas de adobe moliendo mijo blanco.

Ni documentales, ni canciones, ni manifestaciones solidarias, ni calles dedicadas, ni contratos de trabajo en origen, ni nada de nada. Ahora valen menos que una plasta de chucho reseca en medio de la calle.

No es mucho lo que Tolerancio puede ofrecer a esos infelices, salvo un respetuoso minuto de silencio y unos versos… esos versos que no les dedican los poetas de verdad, los cantautores, que ahora les vuelven la cara con asco y expresión de fastidio. Ahí van:


En el mar ahogaron sus penas,
Sus risas y sus promesas,
En la fosa común de las olas.
Nada: la noche en silencio
Alumbra su rumbo
Hacia la tumba
Profunda de la tierra.
Ni sextantes, ni faros, ni estrellas.

No hay delfines ni sirenas
Escoltando la derrota
De la flota a la deriva…
… rota.
Ni la luna en el mar riela
Para no ver la zozobra
De tan lánguidos polizontes…
… fantasmas sobre el negro espejo de la noche
Que se estremecen
Con temblores de hipotermia.

Nada, nadie les llora.
Su sacrificio… ya…
… ya no importa una mierda.