jueves, 11 de febrero de 2010

Operación Sinera: Contra-referéndum


El próximo 28 de febrero se celebrará una nueva tanda de consultas separatistas ilegales en docenas de municipios de Cataluña… con el cobardícola beneplácito de la Abogacía del Estado, del Fiscal General y del gobierno de la nación… -de naciones-… una de las naciones más antiguas del mundo, Zapatero en su piadosa oración obamita… -(en un inopinado rapto de espiritualidad ZP ha viajado a USA para rezar, cuando meses atrás fue a Rusia... para follar… desliz comprensible si acariciaba la idea de mantener una entrevista tête à tête con la candidata a la presidencia de la vecina Ucrania, la despampanante Julita Timoshenko)-… y que acaso por su antigüedad misma le parece en casa cosa discutida y discutible. También es cierto que, según el día, España está, gracias a Él… -a su intercesión, habría que decir en aras de ese desparrame de religiosidad que vive tras su encuentro planetario con Obama-… más cohesionada que nunca.

De nuevo los nacionalistas llamarán a votar por la independencia de Cataluña a los extranjeros, a quienes prometen trabajo y papeles… y el paraíso a los musulmanes… -huríes complacientes, arroyos de miel y de leche de camella-… aunque una vez depositado el voto, como en Vich, les propinarán un puntapié en el trasero. Uno de los municipios llamados a las urnas ilegales el 28-F, con numerosa presencia de musulmanes, es El Vendrell, provincia de Tarragona. Lo sabe Tolerancio de primera mano, pues allí vio docenas de carteles pegados por la calle contraviniendo flagrantemente, pero sin multa conocida, la normativa local de (in) civismo.

En su día se especuló acerca de la documentación manejada por las asociaciones convocantes de los referéndums de marras. Que si disponen o no de censo… No hace falta ser un lince para sospechar fundadamente que, en efecto, dichas entidades, copadas por afiliados y simpatizantes de los partidos implicados en la quermés separatista… -ERC, CiU, ICV, CUP e incluso PSC-… tienen acceso a esa documentación (censos electorales y padrones municipales), facilitada generosamente, sin el menor escrúpulo, por los partidos-nodriza. Pues nadie que sea ingenuo, memo, un tonto de baba, aducirá que no disponen de esos datos por temor a la acción de la justicia:

-¡Qué miedo, qué miedo!… -piensan atemorizados, insomnes, tratándose con ansiolíticos a puñados, los andobas, por ejemplo, de El Vendrell decideix.com-… Si el delegado del Gobierno nos pilla in fraganti con el censo… ¡Nos mandará un montón de polizontes, la Guardia Civil… uuuuuyyyyy… qué miedo, que nos da un patatús, el paralís!...

Otra cosa es que lo exhiban a la brava, ante las urnas, por si se cuela una cámara indiscreta o a un ciudadano de a pie, un héroe anónimo, le da la ventolera y se acerca al tenderete decidido a incordiar a los organizadores de semejante trapisonda jugándose una paliza.
No tienen el censo a la vista, claro está. Nadie que no sea un marmolillo del copón blande en público el arma con la que ha perpetrado el crimen… pero lo guardan en la trastienda para cotejar luego los votantes presenciales, que han ido anotando en un papelote, con los asientos de los listados oficiales y actualizados, faltaría más, para elaborar más tarde, en petit comité, sobre todo en pequeñas localidades, el censo B, el de los abstencionistas insensibles a la causa sagrada de la construcción nacional de Cataluña… para tirarles de la oreja en el casino del pueblo o en la cola de la panadería.

¿En qué consiste la Operación Sinera que el patán de Tolerancio ha enviado a todo aquel que, en su opinión, podría hacer uso de ella para dañar gravemente la reputación, cierto que no mucha, de los referéndums separatistas?… altruista iniciativa que ha caído, cómo no, en saco roto y que nadie se ha apropiado para explotarla en provecho de todos y del suyo propio. Como todo el mundo sabe, más allá de las conferencias, para el activismo no nacionalista, se extiende el páramo hostil, la tierra incógnita.

Muy sencillo. No obstante, aquí va una consideración previa. El nombre, Sinera, lo toma este operativo del anagrama poético inverso de Arenys de Mar debido a Salvador Espriu, por ser Arenys, pero de Munt, el primer municipio donde arrancó el desafío al Estado que nos ocupa y preocupa, aunque no demasiado, según se ve, a ZP y a su orondo ministro de Justicia, Caamaño, que lloriquea por los rincones, buá-buá, porque no le dejaron quemar a él una bandera nacional en una mani convocada por BNG y PSdG-PSOE a favor de la prohibición del español, como lengua vehicular, en las escuelas de Galicia.

Tolerancio brinda el operativo, preferiblemente, a algún periodista joven, ambicioso, que quiera labrarse un futuro dando un golpe de efecto, elaborando un incisivo reportaje de investigación. No necesita más que un dispositivo del tipo cámara oculta, según el formato de esas crónicas que echan de vez en cuando por la tele para poner en evidencia, tras un atentado terrorista, la deficiente seguridad en los controles aeroportuarios. Eso y un ayudante descarado, intrépido, que se maneje aceptablemente en un catalán coloquial. Y poco más.
Logística sencilla y barata. Una pizca de imaginación, de verborrea y… ¡Hala!... a colgarlo en la red u ofrecerlo al medio de comunicación adecuado para su difusión (ya avisamos que en La Vanguardia o El Punt no tendría futuro). Todo por la audiencia.

La finalidad de Operación Sinera no es otra que demostrar los arbitrarios mecanismos que rigen la votación. Dejarles, pues, con el culo al aire ante la opinión pública, es decir ante ese segmento de la opinión pública que aún conserva un ápice de sentido crítico de la realidad (y que podríamos estimar, con generosidad, en un 10-12% en Cataluña y en un porcentaje algo superior, no mucho, en el resto de España).

Nuestro cebo, nuestro actor, cámara oculta con dispositivo audio, debe intentar:

1.- Votar en el municipio donde reside.

2.- Votar en un municipio donde no reside. En ese caso podría comparecer acompañado, a guisa de avalista, de algún votante avecindado o empadronado en ese municipio que interceda por él: Dejad votar al chico, es un colega… y si no es posible contar con esa ayudantía, intentar votar de todos modos a base de palique y arguyendo alguna excusa del tipo: En mi pueblo no se vota y me muero de ganas por hacerlo porque soy un nacionalista del carajo de la vela… o cualquier otra trola… incluso mostrando una documentación, más o menos veraz, que acredite cierta vinculación con el municipio en cuestión: un carné de un club de bolos o de la biblioteca pública… lo que se nos ocurra, siempre que tenga un atisbo de lógica, aunque, por otro lado, cuanto más chapucera sea la excusa, mayor será el descrédito infligido al referéndum.

3.- Votar el mismo día… -lograrlo sería demoledor-… en dos o tres municipios en una suerte de gira electoral con la aviesa intención de hacer mofa y befa de los controles establecidos por la organización.

4.- Convencer a un gancho-elector de otra nacionalidad para ejecutar el operativo. Un africano chapurreando cuatro palabras en catalán daría el perfil apropiado. Uno de los requisitos capitales, a saber: mostrar a la mesa documentación vinculada al municipio, sería en ese caso más fácilmente eludible, pues los apoderados se cuidarán mucho de interrogar a un africano, primero porque ni los reconocen ni distinguen unos de otros… (los ven a todos iguales)… y segundo porque… ¡Ya que el hombre ha tenido la deferencia de solidarizarse con la causa soberanista…!... Pues eso, no fotem (no jodamos).
Pero no descartemos, sin más, a un sudamericano… por ejemplo, un argentino resentido de verbo florido, ataviado con una camiseta del Che o del Barça, con el dorsal de Messi, que manifieste de manera vehemente su visceral odio a España… Esos gallegos de la concha de su madre… ¿La Madre Patria?... ¡La Puta Madre, boludos!... y deleite a los presentes con una escueta pero electrizante diatriba, en español, con marcado acento porteño, contra el expolio del nuevo mundo perpetrado por los conquistadores extremeños de malolientes sobacos…

Una vez editadas las imágenes y compuesto el material, nuestro periodista aspirante a la fama, a la promoción profesional, al Pulitzer nacional, ofrece su reportaje… Sensacional exclusiva, señores… a un medio de comunicación de ámbito nacional interesado en dejar los referéndums separatistas a la altura del betún.

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