martes, 6 de julio de 2010

Tolerancio se despide

Tolerancio dobla la rodilla. No rinde su sable al nacionalismo tribal, ni a sus fámulos como el sonderkommando Montilla. De un modo íntimo, jamás Tolerancio arriará sus banderas. Le han derrotado la técnica y su torpeza, su impericia absoluta para manejar con soltura las más elementales herramientas del blog.
Ni siquiera el propio Tolerancio se atrevería a leer sus últimas bitácoras, no por su contenido, unas más acertadas y ocurrentes que otras, sino por su formato. Éstas se presentan al hipotético lector en cascada, como una sábana ilegible, interminable, sin separación siquiera entre párrafos; aspecto formal que dificulta su lectura extraordinariamente.
No obstante, Tolerancio ha dicho muchas cosas y, previsible, casi transparente, cualquiera que haya huroneado en su cuaderno se habrá formado una idea muy aproximada de su pensamiento acerca del nacionalismo, de sus colaboradores necesarios o palanganeros, como ZP, de la traición de los partidos mal llamados nacionales y de la imbecilidad sin enmienda de un amplísimo segmento de la ciudadanía española.
Con todo, aún le gustaría hablar, le quedan cosas en el tintero... unas 100 ideas debidamente archivadas para otras tantas bitácoras... decir esta boca es mía o a otro perro con ese hueso hasta que llegue la hora del silencio forzado... del silenciamiento... pero es seguro que se las ingeniará para, de un modo u otro, bajo nuevos disfraces y con otros registros, cumplir ese imperativo ético de resistente emboscado que le mantiene vivo y que no es otro que chinchar sin descanso disparando con tirachinas contra mastodontes empalmados.
Un saludo jacobino y cordial a quienes han tenido la paciencia de zambullirse esporádicamente en sus gansadas y, generosos, han retribuido al autor con una sonrisa cómplice o condescendiente, según el caso.

miércoles, 30 de junio de 2010

Montilla: Voltafaccio y Gesundheit

En la década de 1910 emerge una importante figura en el socialismo italiano: un maestro de escuela cabezón llamado Benito Mussolini, director del diario obrerista Avanti!. En los albores de la primera Gran Guerra, Mussolini adopta el discurso nacionalista. Le seduce entonces la parafernalia belicista, los uniformes de opereta de los arditti y de los voluntarios que a las órdenes de D' Annunzio ocupan Trieste en la península de Istria. En 1919 crea los fascii di combattimento. A ese viraje de 180 grados los italianos lo llaman voltafaccio.
Trueca Mussolini la tradicional fraseología socialista de la lucha de clases por la cohesión nacional. La dictadura del proletariado por la de sus camisas negras con fajines y oropeles, por la mística de la juventud y de la guerra que llevará a Italia, era ésa su pretensión, a un resurgimiento nacional y a ocupar un lugar de honor en el concierto de las potencias occidentales. Ese sueño visionario conducirá al régimen a disparatadas aventuras expansionistas en Abisinia para reverdecer los antiguos y marchitos laureles de la Roma imperial.
No, Montilla no pretende emular a Mussolini, por supuesto. Ni le inspira su obra. Montilla se reclama heredero político y espiritual de Maciá y de Companys, que primero fue golpista, octubre del 34, y luego mártir, 1940. Una herencia que nadie litigaría en su sano juicio. Cierto que Mussolini financió a Estat Català, el partido ultranacionalista y fascistoide de l' avi Maciá (del abuelete Maciá) integrado más tarde en ERC... pero como hizo en su hora Mussolini, Montilla, vale que en su turpísima y deshilvanada retórica, a veces ininteligible, tanto que no sabe uno en qué idioma chamulla o farfolla, ha cambiado socialismo por patriotismo, o acaso conjugado ambos en un híbrido viscoso, en una suerte de engrudo que no acabamos de ver en qué estrafalario engendro, en qué patraña quedará.
En un mitin reciente, Montilla... -el mismo que aplaude editoriales conjuntos de la prensa domesticada, que presiona a los tribunales, que se dejan presionar de lo lindo, y que amenaza con no acatar sus sentencias, por otra parte pasteleadas... el mismo que, haciendo un uso irresponsable y dudosamente democrático del cargo que ocupa, insta a la rebelión de la ciudadanía contra instituciones legítimas, aunque apocadas y devaluadas; ése que da por buena la inmersión lingüística en catalán en la escuela pública para los hijos de los demás pero que matricula a los suyos en el Colegio Alemán-... proclama que Cataluña necesita patriotas y empresarios.
He ahí la sorpresa. Uno lleva toda la vida oyendo decir a esos progres cansinos y latosos que le sermonean desde que tiene uso de razón, que el patriotismo es el último refugio de los bribones... (refiriéndose, no cabe la menor duda, al patriotismo si es español)... y ahora resulta que no, que el patriotismo es la receta necesaria para salir del marasmo económico e institucional, se acabó el oasis, en donde nos han metido los patriotas precisamente, los mismos que llevan ya tres décadas dando la brasa con su arrebatado patriotismo de cuenta corriente, de jugosa comisión que te crío y de evasión de divisas, como el papito de Artur Mas, que transfirió sus buenos ducados, cómo no, al gran Ducado de Luxemburgo para distraerlos de las codiciosas garras de la expoliadora Hacienda española.
Patriotas y empresarios. Empresarios para pagar las comisiones que financian ilegalmente a los partidos de la Cataluña oficial, cuyas deudas crediticias son condonadas sistemáticamente por las entidades bancarias, y patriotas en las cúpulas de los partidos y del tejido asociativo estabulado para manejar esos caudales. Y la bandera para taparlo todo y evitar que el hedor se difunda en exceso. La bandera para lavandera... es decir, para la operaria de la lavandería, que no dará abasto la pobre limpiando las cascarrias y los manchurrones de babas que se adhieren a la tela cuatribarrada y que la dejarán a este paso negra de churre, de roña, negra como los estandartes de los escuadristas de Mussolini que en Milán, feudo hoy de la separatista Lega Norte, se conjuraron para perseguir sin tregua a los enemigos de la patria.
Nada tienen que ver uno y otro, desde luego, pues uno mudó de ideales, Mussolini, y el otro, Montilla, nunca los tuvo. Uno acabó colgado cabeza abajo, fue decapitado y su gruesa y pelona cabeza sirvió como balón para un partidillo de fútbol improvisado por milicianos en piazzale Loreto, y el otro, en cambio, se retirará un día plácidamente como hijo ilustre de la localidad cordobesa de Iznájar, para tomarse manzanillas y gazpachitos a la fresca, henchido de orgullo paterno al saber que su prole se gana la vida como importantes ejecutivos de una multinacional gracias a enchufes diversos y a su fecunda instrucción en un colegio de pago donde les impartieron una pírrica hora de catalán a la semana.
Pero ambos coinciden en una cosa: en el valor instrumental de la polivalente bandera... bien sea para alumbrar sueños delirantes o para taparse las vergüenzas.
No es el de Mussolini, a pesar de la reincidencia del mecanismo llamado voltafaccio, el paralelismo mejor traído para enjuiciar el quehacer de algo tan inane como Montilla. Entre otras cosas porque el interfecto no da para ningún paralelismo de peso histórico. Tampoco para enfrentarlo en un espejo a Honecker... que quiso invadir Polonia, nos enteramos leyendo el diario El Mundo en su edición del 21 de junio, para conjurar la amenaza que el sindicato Solidaridad y el Papa Wojtyla suponían entonces para el bloque socialista. Honnecker aspiraba, operación Gesundheit, a recrear el pacto nazi-soviético para sojuzgar a los enemigos del régimen y repartirse Polonia con la URSS, pizca más o menos como en 1939.
Cuando el zampabollos de Montilla invoca las figuras de Maciá, promotor de la charlotada de Prats de Molló, y de Companys, que se rebeló contra el gobierno de la II República en octubre del 34... no sabemos qué diantre pasa por su cabecita, si pasa algo que no sea otra ración de salmorejo y el afán de mostrar piernas ortopédicas en mítines bochornosos de un populismo exhibicionista entre peronista y bolivariano, pero hacemos votos para que no sienta la tentación de reinterpretar la Historia, pues la desconoce por completo, ni crea en la posesión espiritual... -así habría de ser si es que aún rinde culto al materialismo dialéctico-... o en la mudanza de almas en el devenir a través de la metempsicosis.

sábado, 26 de junio de 2010

El problema es el PSC-ZP(SOE) (II)

Continuamos revisando datos de la espeluznante encuesta publicada días atrás, 2 de junio de 2010, por el diario El Mundo. Queda establecida la sumisión ancilar a las tesis nacionalistas de los votantes de PSC e ICV, superando incluso la obediencia nacionalista en sentido estricto de los votantes de CiU y ERC en un aspecto angular como la aceptación de la inmersión monolingüe obligatoria en la escuela, estremecedor balance que aporta una idea aproximada del insuperable grado de idiocia de la izquierda catalana, supuestamente no nacionalista... -y de su electores-... vinculada aún a la izquierda española, más o menos izquierda, asunto que a Tolerancio le importa un bledo, pero menos española. Abordamos ahora otros ítems de la encuesta igualmente horripilantes.
En elcapítulo dedicado a Baleares nos topamos con un 18% de encuestados que a la pregunta: ¿Le gustaría elegir lengua vehicular en la educación de sus hijos?... responde que no, que prefiere no elegir. Es decir, ese 18% elige no elegir. Los encuestados que responden tal cosa sospechan que la no elección de lengua va ligada a la imposición de una, la que es de su agrado, pues de lo contrario serían aún más gilís de lo que uno cree, pues renunciando a elegir darían por bueno que quienes tienen mando en plaza para decidir sobre semejante materia dispusieran alegremente escolarizar a sus hijos en eólico dulce, en danés o en silbo gomero. Les estaría bien empleado.
Los encuestados que dicen haber votado al PSOE superan ese 18%, uno de cada cinco adultos, que no es poco. Así sale elcesto con esos mimbres. Es prácticamente imposible dar con un votante socialista, o de izquierdas, entre amigos, familiares y compañeros de trabajo que no sea uno de esos acomplejados ante los nacionalistas que, involuntariamente, deja tras de sí un rastro de babas. ¿Qué les ha pasado? ¿Quién les ha lavado y atrofiado el cerebro de esa manera?
Elegir: siempre que se pueda. Incluso Ronnie Lee Gardner, reo ejecutado en el estado de Utah hace unos días, prefirió el pelotón de fusilamiento a la inyección letal. Sus razones tendría. Elegir siempre, en todo momento. Mejor un arroz caldoso que un arroz a la cubana. Un recital de Franco Battiato que no de Nuria Feliu. Una exposición de retratistas flamencos antes que una de Tàpies. Según colores y gustos... pero eligiendo por sistema incluso para equivocarse.
También los datos referidos a Aragón deparan alguna sorpresa. Ahí la pregunta que hace al caso interesa a la cooficialidad del catalán en los municipìos donde se habla una variante dialectal de la lengua propia de Montilla. La mayoría de los encuestados es contraria, pero no son pocos sus partidarios. Por recuerdo de voto los más favorables son, una vez más, los votantes del PSOE con la nada desdeñable cifra del 35'4%, seguidos de los baturro-nacionalistas del CHA (Chunta Aragonesista) con un 28'9%. Los terceros, los votantes de IU, 18'2%, y en el pelotón de cola se sitúan los votantes del regionalista PAR, 16'7%, y los del PP con un 11'9% (1).
Estos y otros datos reafirman a tolerancio en sus trece, en esa idea que le ronda la cabeza desde hace tiempo. Que lo peor de España, además de los nacionalismos tribales y de la cobardía de los partidos mal llamados nacionales, son los españoles. Y entre los españoles destacan por su imbecilidad supina los españoles de izquierdas, colegiadamente a través de las cúpulas de los partidos que los representan, o individualmente a juzgar por las melonadas que responden al encuestador. Tales para cuales.
Pero aquí recibe todo quisque. Para cerrar plaza... -prueba que demuestra de manera fehaciente que nuestro país... anestesiado con las gansadas de Belén Esteban... no tiene solución, o si la tiene, es misión imposible dar con ella, más enrevesada incluso que los problemas matemáticos que ha resuelto Perelrman, ese estudioso huidizo y extravagante que no sale de su casa desde hace años-... tenemos que Revilla, presidente del gobierno autónomo de Cantabria, antigua Castilla la Vieja, el mamarracho ése de las anchoas, es el político regional mejor valorado por los españoles, independientemente de su recuerdo de voto. Así nos luce el pelo.
Sí, ese bamboche con hechuras de personaje secundario en una aventura cómica de Mortadelo y Filemón, obtiene una valoración de 6'5 puntos sobre 10. Para mear y no echar gota.
Y dejamos aquí la encuesta para no deprimirnos más.
(1).-Leemos en la edición del diario El Mundo, lunes 21 de junio de 2010, que los gobiernos regionales de Cataluña y Aragón han firmado un convenio para potenciar la enseñanza del catalán en las comarcas limítrofes de la llamada Franja, de poniente para unos, de levante para otros, según en qué punto cardinal se sitúe cada cual. Convenio que, cómo no, pagaremos íntegramente los catalanes como ese otro firmado hace unos días con el ayuntamiento de Perpiñán por la módica cifra de 600.000 €, unos 100 millones de pesetas.

martes, 15 de junio de 2010

El problema es el PSC-ZP(SOE) (I)

Redactamos esta bitácora pensando en esos no nacionalistas que consideran (y ya cansan) que el problema fundamental de Cataluña y de España es el nacionalismo. Que la desigualdad de derechos entre ciudadanos españoles, al margen de consideraciones relativas a extracción social y capacidad económica, reside en las políticas excluyentes promovidas por partidos expresamente localistas o nacionalistas que explotan al máximo el artificio de la diferencia y que afloran por doquier al amparo de la descentralización y de la debilidad y atrofia en fase metastásica de un Estado que ha desertado de representar a España, una de las naciones más antiguas de Europa, y, por ende, del mundo.
Nadie niega que el nacionalismo identitario o esencialista es un problema de aúpa, no sólo político... interesa también a una suerte de trastorno colectivo de la personalidad... pero no es el problema fundamental. Esa es la cuestión.
Días atrás el diario El Mundo publicó un sondeo por capítulos, región por región, reflejando intención de voto y otros asuntos de interés sometidos al criterio de los encuestados. Uno de los apartados, que da para un detallado análisis, trataba del grado de aceptación entre el paisanaje de esa mamarrachada superlativa que es la inmersión lingüística obligatoria en las aulas (1).
El balance es desolador: el 70% de los encuestados residentes en Cataluña, unos 1.400 individuos, creemos recordar, según la muestra demoscópica, avala esa castaña pilonga consistente en la conversión de la lengua catalana en única lengua de referencia culta y académica del alumnado, rango que se hurta a la lengua española, también oficial, pero relegada al nivel de las lenguas extranjeras en el deplorable sistema educativo aborigen, a la cabeza por cierto del fracaso escolar en España, siendo España a su vez la primera en esa clasificación a escala continental.
Es decir, la lengua catalana, una lengua respetabilísima sin duda, aún a pesar de las numerosas barrabasadas que en su nombre cometen muchos de sus liberticidas defensores, cejijuntos paletos con barretina calada, pero de una muy relativa importancia y recorrido en estos tiempos que corren de globalización mundial de la gansada y de la mediocridad... antepuesta por blindaje legal a una lengua, la española, además de oficial, insistimos, que cuenta con estatus de lingua franca internacional hablada y estudiada por millones de personas en el ancho mundo.
Eso es, un 70% de los catalanes están encantados de hipotecar la educación de sus hijos por conformismo o por un rapto clamoroso de aldeano ensimismamiento inducido, incoado por décadas de machacón adoctrinamiento en escuelas, asociaciones, parroquias, centros cívicos y medios locales de comunicación. Porcentaje del que excluimos al sonderkommando nacionalista José Montilla y a su laboriosa esposa que, con acertado criterio y gracias a su saneado presupuesto familiar, escolarizan a sus hijos en el elitista Colegio Alemásn pensando, padres previsores, en el futuro profesional de su prole, donde reciben una hora de lengua catalana a la semana... ¡¡¡Una!!!
Cierto que un 24% de catalanes, según la encuesta, reprueba esa política a medio plazo suicida, entre quienes se cuenta Tolerancio... -que, por cierto, rara vez se había sentido tan acompañado-... pero habría celebrado una porción del quesito aún mayor. El dato estadístico evidencia que el sentido común no lo es tanto y que el aborregamiento del paisanaje ha alcanzado cotas difícilmente superables y es probablemente irreversible.
A lo que vamos. Los encuestados, agrupados por recuerdo de voto, responden a la pregunta concerniente a las bondades de la inmersión lingüística. Y resulta que entre sus partidarios el primer puesto no lo ocupan, sorprendentmente, los votantes de ERC, que se pronuncian afirmativamente en un 91%, siendo los segundos de ese lamentable ranking de la imbecilidad... sino los votantes de ICV (Iniciativa per Catalunya), es decir, la Izquierda Unida catalana, con casi un 94%... una formación que declina definirse con la etiqueta nacionalista.
Pero hay datos aún más llamativos y estremecedores. El tercer puesto no lo ocupan los votantes de CiU... ¿¿¿Cómo???... sorprendiendo incluso que no figuren los parroquianos de Pujol en primer lugar... sino los del PSC, incluidos esos miles y miles de votos que el partido federado con ZP captura en su caladero del área metropolitana de Barcelona... votantes que se identifican, por su origen inmigrante y su obediencia nacional española, o eso nos han contado siempre, con el PSOE en su más rancia versión a lo puertohurraco que no con la cúpula burguesa y catalanista del PSC, descontado el converso de Montilla que, por más que mueva el rabo nunca será bien recibido en los palcos del Liceo.
Entre los votantes del PSC los parabienes para la inmersión lingüística cosechan más del 80%, muy por encima de la ya de por sí elevadísima y descorazonadora media, en tanto que el 67% entre los votantes de CiU, algo por debajo... increíble, pero cierto... salvo que se haya deslizado un error tipográfico en la noticia. La estupidez entre los votantes del PP ha contagiado a un nada desdeñable 38% de sus votantes, muy lejos, eso sí, del fatídico 70%.
En definitiva, los votantes de ICV y del PSC son más pro-inmersión lingüística que los de ERC y CiU, confrontados dos a dos, ICV/ERC y PSC/CiU, a ambos lados de un eje de simetrías, declarándose no nacionalistas los primeros de cada par de opruestos. De locos.
El pasmoso busilis de la encuesta no es el respaldo que la inmersión de marras, piedra angular del proyecto nacionalista y separatista, obtiene entre los votantes de partidos nacionalistas, CiU y ERC, que va de suyo, pero inferior incluso al que Tolerancio habría vaticinado antes de conocer los datos de la encuesta para el caso de CiU... -qué menos que un 97% o una magnitud muy similar-... sino entre los votantes de partidos que se definen como catalanistas (vaporosa categoría) pero no nacionalistas: 93'7% ICV, 80'8% PSC, sin perder de vista el casi 38% del PP. Es decir, una amplia mayoría de votantes de partidos supuestamente no nacionalistas dan por buena la joya de la corona del nacionalismo excluyente y promotor de derechos desiguales: la inmersión monolingüe en la escuela pública.
Con el nacionalismo ya contamos. Siempre habrá nacionalismo... como siempre divisaremos al entrañable caganer (cagón) tocado con barretina entre las figuritas de los belenes nativos, golondrinas en verano y golondrinos bajo los sobacos. No habría de importar demasiado si en un cabal acto de civismo aparcáramos el nacionalismo en el gabinete de estudio del folclorista junto a las fiestas de la primera gavilla de mayo o con los inofensivos aplecs de puntaires (reuniones de encajeras).
El problema de Cataluña y de España, pues, no son los nacionalismos... cuando menos no son un problema más grave que la deserción acomplejada de toda idea o proyecto nacionales de la propia izquierda española, PSOE e IU, en su versión federal o en su versión local indistintamente, incluyendo, no sólo a sus dirigentes, sino a la aplastante mayoría de sus abducidos votantes.
(1) Recientemente ha fallecido el cerbro gris de la inmersión lingüística obligatoria, Miquel Siguan, emérito sociolingüista que a estas horas tañe su arpa en el gosipino regazo de una nube, chivándose, insidioso y meticón, de los angelitos que no hablan en catalán.
Su defunción demuestra que la mala baba no es un antídoto para nuestra perecedera condición... luego no es cierto aquello que dicen: que mala hierba nunca muere. Cierto que su obra la continúan otros, legiones enteras de discriminadores, de maltratadores lingüísticos, delatores como Santiago Espot, comisarios y agentes sancionadores que pagan sus facturas mensuales y sus vacaciones jodiendo al personal, la mar de risueños... pero también ellos morirán. Sus víctimas también lo haremos, de modo que cada quisque llore a sus muertos.

jueves, 10 de junio de 2010

La lengua redentora

Al patán de Tolerancio se le desarreglaron las tripas días atrás. Lo tuvo merecido por ojear, en contra del sentido común, un ejemplar de la prensa gratuita. Junto a la habitual ración de mala fe de redactores anónimos e hirientes incongruencias lingüísticas y toponímicas en virtud de las que, en la sección meteorológica, La Coruña es A Coruña, Orense es Ourense pero Castellón es Castellón y no Castelló o Londres es Londres y no London, se dio de bruces con dos hallazgos de una insólita estulticia.

Uno referido a las virtudes socialmente sanadoras y balsámicas de la lengua catalana y el otro un sorprendente anuncio institucional de la Junta de Extremadura. Tolerancio leyó y releyó ambos textos una y otra vez, pues no daba crédito a lo que tenía ante sí, invirtiendo por una vez más tiempo del necesario para revisar ese conjunto de hojas numeradas que lleva por título 20 Minutos.

Abrió boca, o mejor, cerró boca, la del estómago, con un anuncio de promoción turística insertado por el gobierno regional de Extremadura. Aparece a toda página un tiparraco con aire profundo y meditabundo que, por una inscripción al pie de la fotografía, dice llamarse Huecco. Es, eso parece, su nombre artístico. Tolerancio se documenta y averigua que el interfecto es un cantautor o por tal pasa ante la opinión pública. Y presume, pero es una mera conjetura, que el citado sobrenombre es descriptivo y alude a una cualidad de su cabolo ornado con larga melena.

El pasmoso mensaje es éste:

Somos Extremadura. Hay quien ha hecho de los negocios y de los mercados un juego especulativo para conseguir el máximo beneficio a costa de lo que sea... Otros en cambio pensamos que hay que crear un nuevo modelo "sostenible" de conciencia social, porque la economía no puede estar alejada de lo verdaderamente importante: las personas.

www.somos-extramdura.es

Tal cual. No es ninguna trola. Todo ese dinero público, una millonada, para publicitar las bellezas sin cuento... -paisajes, gastronomía, costumbres, patrimonio histórico-artístico-... de Extremadura con una versión empalagosa de discurso buenista de Zapatero que nos remite a su ditirámbico y olvidado proyecto de economía sostenible. Como suena. Para vomitar.

A uno le entran ganas de decir: ¿Así que el gobierno de Extremadura quiere convencerme de visitar tan bella región colándome propaganda, no ya subliminal, sino descarada, de la babosa y huera… -o huecca, en honor al trovador en nómina-… fraseología de ZP?... Que si el centro histórico de Cáceres es patrimonio de la Humanidad, que si Trujillo es una localidad monumental como no hay dos o el valle del Jerte una preciosidad con sus almendros en flor, Hervás un pueblo delicioso y el parque de Monfragüe una joya paisajística para observar el vuelo majestuoso de las grandes rapaces…pues dan ganas de decir que me esperen sentados…

La otra memorable gansada se la debemos a un periodista inglés afincado en Cataluña llamado Matthew Tree, apellido que da árbol en español. Y a quien, conocidas sus declaraciones, deberíamos recordarle el refrán que dice que los árboles de la subvención para remunerar el baboseo militante no dejan ver el bosque.

El tal Tree… -árbol, acaso un alcornoque-…hace sus apaniguadas declaraciones en una separata pagada con nuestro dinero por la Generalidad e insertada en el diario gratuito, no sólo por el precio, sino por su relevancia. Es un publirreportaje, al copo de pequeñas perversiones, un no parar párrafo a párrafo, enfocado a la difusión de la lengua catalana entre colectivos inmigrantes. El libelo nauseabundo se titula Vivim Junts (vivimos juntos) o cosa parecida y apela a la pacífica y cordial convivencia en función de la recomendable integración de los extranjeros por asimilación o enculturación intensiva… fenómeno que llamaremos en adelante amontillamiento.

El busilis de su intervención estelar se resume de esta manera:

Hi ha societats més racistes que d’altres? (¿Hay sociedades más racistas que otras?

El andoba de Tree piensa, Me alegra que me haga esa pregunta, peloteando sin disimulo, pensando en nuevas sinecuras y encerando el suelo con ubérrimo aluvión de babas (traducimos su lacayuna respuesta):

El racismo de las sociedades depende de sus tradiciones culturales. En el caso de Cataluña, gracias a la utilización de la lengua como elemento de integración, la gente quizá es menos racista que en otros lugares.

Mira tú por dónde, la lengua catalana se revela como bálsamo curalotodo contra la xenofobia y el racismo. Seguramente reconocidos esclavistas catalanes como el conde Güell, el señor Xifré, todos con calles y parques dedicados en nuestra bien amada ciudad, o medidores de cráneos itinerantes como el mecenas doctor Bartolomé Robert, o precursores del nacionalismo catalán como Prat de la Riba, obsesionado en desvaríos raciales a la guisa de Sabino Arana, se ve que no hablaron catalán ni en la intimidad, porque el dulce son de nuestra lengua vernácula no les hizo el efecto civilizador pregonado por ese anglopaleto catalanista de míster Tree.

La lengua catalana, según Tree, que de cobijarse bajo la sombra de un árbol elegiría el Pi de les tres branques (el pino de tres ramas)… -donde los nacionalistas montaban su romería anual para conectar ilusoriamente con el legendario sueño pancatalanista de Jaime I el Conquistador, delirante falsificación onírica e histórica que tuvo su público, como lo tienen las peleas de barro entre señoritas en bikini-… se manifiesta como lengua de un irenismo conmovedor y es Tree el abanderado irenarca de la misma, el magistrado encargado de la calma y tranquilidad del pueblo.

Y uno lamenta que el catalán no se hubiera hablado antes y en todo el mundo. Acaso la Historia de la Humanidad se habría ahorrado tristísimos episodios como la esclavitud, los pogromos medievales, el Ku Klux Klan o el antisemitismo contemporáneo. Otro gallo nos habría cantado de realizarse in illo tempore una inmersión lingüística a escala planetaria.

El catalán, esa lengua filantrópica que no tiene la culpa de las prohibiciones, cuotas y multas que se imponen en su nombre, ni de que sus hablantes crearan la despectiva categoría clasificatoria del xarnego (charnego) para designar a los mestizos impuros. Ese entrañable huevón de Tree no se ha enterado. Ni falta que le hace, mientras le vayan soltando la soldada por largar memeces semejantes.

jueves, 3 de junio de 2010

Senado papúo

Tolerancio inició su blog dedicándole una bitácora a los bimin-kuskusmin de las Tierras Altas de West Sepik, Papúa-Nueva Guinea. Los b-k practicaron en tiempos la antropofagia ritual, que no proteínica, pues contando con una numerosa cabaña porcina para el sustento, de vez en cuando le hincaban el diente al incauto que se extraviaba por sus dominios.

El canibalismo permite diferentes lecturas a condición de no ser uno mismo la sustancia del fenómeno, en cuyo caso cualquier lectura carece de importancia. Para antropólogos materialistas, tirando a ramplones y garbanceros, como Marvin Harris, el canibalismo es una cuestión meramente proteínica, caracterización que puede explicar conductas esporádicas motivadas por el aprieto de la supervivencia desesperada, pero discutible a otra escala, pues la antropofagia ha gozado de rango institucional documentado en algunas culturas o entre individuos que tenían su aporte calórico plenamente garantizado y que gozaban de un excedente alimentario suficiente para afrontar épocas de escasez. Ni Bokassa, ni Amín Dadá, Macías Nguema o el caníbal de Rotemburgo, por ejemplo, sufrieron hambruna, que sepamos, y ahí los tenías, ñam-ñam, meneando el bigote.

Los antropólogos de inspiración culturalista como Marshall Sahlins o Clifford Geertz han preferido centrarse en los aspectos simbólicos de la extravagante cuchipanda y han apreciado rasgos concurrentes entre la cosmovisión del grupo y las pautas del festín caníbal, es decir, canibalismo como un avatar, aunque infrecuente, del universo ritual al que propenden las culturas.

Para un bromista, la antropofagia podría ser la metáfora perfecta del materialismo dialéctico, pues requiere una tesis, una antítesis y una síntesis operada en la panza por los jugos gástricos, quedando como residuo el innoble producto de la digestión. Para los cristianos reformados, luteranos, calvinistas o anabaptistas, el catolicismo también es una religión caníbal o teófaga, mejor dicho, pues los fieles se zampan al dios de obediencia en virtud del misterio de la Transubstanciación del cuerpo y de la sangre de Cristo en la oblea de harina y en el vino eucarísticos.

Probablemente cuando los b-k o alguna otra tribu han practicado la antropofagia lo han hecho considerando que su víctima no pertenecía plenamente a la estirpe humana. Lógicamente las víctimas canibalizadas se reclutan siempre fuera de la tribu, no dentro de ella. Y para no pocos grupos humanos es cosa probada que los forasteros habitan los límites clasificatorios de la Humanidad.

¿Cómo puede haber en este mundo individuos que siendo tan parecidos a nosotros no sean completamente humanos?... se preguntan los b-k rascándose el cogote meditabundos. Lo solucionan zampándose al forastero, con o sin condimentar, y lo incorporan a sí mismos: lo asimilan. Esto es, lo asimilan mediante la digestión. Ésa es la manera, el estilo b-k, de despejar la incógnita que constituye el extraño, el casi-hombre, el casi b-k, el intruso que amenaza su cosmovisión. Desaparecida la incógnita, se aparca la ecuación y a otra cosa mariposa.

Los b-k, pues, se zampan materialmente a los extraños para hacerlos suyos. Otros prefieren integrarlos mediante la enculturación, que, salta a la vista, es un método menos drástico. Y hay individuos que ante la disyuntiva: ser ingerido y asimilado o habitar en la periferia, en la marginalidad, prefieren autodevorarse, mutilarse una parte de sí, esa excrecencia cultural sobrante y contaminante del individuo inmigrado para que su presencia sea tolerada, admitida y obtener de ese modo la sanción pública de la normalidad. Dicen: No me comas tú que ya me como yo y te ahorro el trabajo. Y luego, juntitos, nos comemos a los demás. Mira que tengo buen apetito, que traigo hambre atrasada.

Si ha pensado en Montilla, máximo representante del charnego agradecido, palanganero y sonderkommando nacionalista por antonomasia, me ha leído el pensamiento. Nada importa que Montilla conecte con sus ancianos padres por videoconferencia en esos mítines troisième monde que montan los publicistas del PSC para emocionar a sus parroquianos de lágrima fácil, figurando que el interfecto permanece fiel a sus raíces, pues la escenita, subrepticiamente, significa: aunque soy vuestro hijo, ya no soy como vosotros, pues si lo fuera… no sería presidente.

Diferente cosa es que para que un marmolillo como Montilla sea presidente de Cataluña, alcalde de Cornellá o vocal de la comunidad de propietarios de su finca de vecinos, debe darse forzosamente esta circunstancia: la imbecilidad en grado superlativo de un amplio segmento de la población. Que es el caso, precisamente.

Papúa-Nueva Guinea es un vergel, un paraíso de exotismo zoológico. Cada vez que regresan científicos de la isla, si no se han topado antes con algunos b-k añorados de sus antiguos rituales, aportan pruebas gráficas del descubrimiento de animalillos fascinantes. En sus frondosas florestas o en la profundidad de las calderas volcánicas extintas anidan sorprendentes bestezuelas, como la rana-pinocho, con trompetilla sobre amplia boca batracia, que vimos días atrás en la prensa.

En Papúa-Nueva Guinea, donde se han documentado conductas recientes tan poco edificantes… -influidos acaso sus habitantes por la ancestral creencia en la hechicería-… como la inhumación en vida de los individuos portadores del virus VIH, a guisa de expeditivo mecanismo profiláctico, tienen el discutible honor de contar en sus 460.000 km2, algo menos que España, para sus casi 6 millones de habitantes, con la nadería de unas 750 lenguas diferentes, además de las tres oficiales: el inglés, el pidgin y el mutu.

Hay quien sostiene que ése, unas 750, es un cálculo a la baja, pues serían más, tantas como la mitad de las lenguas habladas por la Humanidad actual. Cuando decimos que España goza de una gran riqueza lingüística a preservar, y que se preserva por lo general… -si examinamos la política nacional y las políticas regionales-… en contra, de manera empecinada e incomprensible, de la lengua común y de los derechos de la ciudadanía… lo nuestro al lado de la diversidad lingüística de los papúos es una broma ridícula. Los papúos son los plutócratas planetarios del plurilingüismo.

¿Alguien, en su sano juicio, se imagina el Senado de Papúa-Nueva Guinea, si lo hubiera, con 750 traductores… (uno por lengua, o mejor dos, 1.500, titular y reserva por aquello de cubrir vacaciones y bajas por enfermedad)… tocando, es un purparlé, a 10 o 12 traductores por cada senador?... Si ese fuera el caso, y el gobierno papúo sopesara la posibilidad de reducir personal para aliviar el déficit público, pensaría en los b-k como apropiado instrumento para adecuar a las presentes circunstancias de crisis desatada la sobredimensionada plantilla de traductores.

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jueves, 27 de mayo de 2010

Un manifiesto redondo: Por una reforma del Estado de las Autonomías

Días atrás un amigo envió un e-mail a Tolerancio para firmar un manifiesto. Lo leyó y le gustó. La música le recordó una iniciativa suya, una de tantas y todas frustradas, que llamó Por un manifiesto jacobino. Y firmó, por supuesto.
El busilis del manifiesto se resume en la cabal propuesta de una reforma del modelo autonómico... dependiendo, claro es, del sentido y alcance de la reforma promovida... aunque Tolerancio defiende directamente, nada de medias tintas, no la reforma sino la supresión de las autonomías y acaso la confiscación parcial de bienes y haciendas de aquellos diputados... -autonómicos y nacionales-... cargos públicos y otros, a determinar, e independientemente de su obediencia política, que hayan votado favorablemente, aprobado y aplicado leyes y normas contrarias a la igualdad de derechos de los ciudadanos españoles.
Últimamente se alzan voces que proponen la necesaria revisión de algunos presupuestos del sistema autonómico. Esto era impensable hace unos años. El detonante ha sido la crisis, ésa que pasaría de largo ante nuestras narices y que no impediría que en apenas unos años superásemos a Francia en renta per cápita, para disgusto de Sarkozy.
Es una lástima pero casi nadie cuestionaba el adefesio autonómico en época de bonanza y hemos tenido que asistir al desbarajuste económico, en buena parte propiciado por ZP y su incapaz camarilla, para que afloren dicterios contra el descacharrado e insostenible despilfarro que son las autonomías entre el adormecido paisanaje.
Hasta ayer mismo, cuando la gente, en charlas de cafetería, voceaba sus extraordinarias e infalibles recetas para subsanar los perniciosos efectos de la crisis, se ha referido siempre al gobierno central... como si el único ámbito posible para reducir el descontrolado gasto público fuera, vía tijeretazo, el reservado competencialmente al estado, pasando de largo ante las autonomías con sus ministrines, parlamentos, ambajadillas de pacotilla en las Quimbambas, subvenciones y empresas públicas... como si no fueran corresponsables de tamaño desaguisado o gozaran de impunidad para cometer toda suerte de desmanes.
Es hora de cambiar ese discurso, esa actitud miope que jamás centra el foco crítico en las autonomías. Debemos, pues, darles un empujoncito para que salgan, a su pesar, al escenario, approvechando el enojo compartido de muchos ciudadanos que sólo trinan, así es el rebaño, cuando les tocan el bolsillo con recortes, congelaciones salariales o mediante un previsible e inminente aumento de la fiscalidad a través de más retenciones e impuestos especiales.
Quienes aborrecemos esta infecta y ruinosa chapuza de modelo autonómico debemos esforzarnos ahora en que cunda la percepción del mismo como una parte nuclear del problema. No tendremos oportunidad mejor.
Antes de reproducir el texto de esta iniciativa también llamada muy atinadamente Estosololoarreglamossinautonomias.org, parafraseando muy al caso la patética campaña publicitaria encargada por ZP a sus amigos de Mediapro... -La Sexta, Público, es decir, Buenafuente y Roures, ya saben, fútbol por un tubo y películas de Van Damme y de Steven Seagal para anestesiar al personal-... quiero contar una muy esclarecedora anécdota. Alguien a quien remití la iniciativa quiso prevenirme... y me dijo, pizca más o menos:
-La idea está bien... pero noto un no sé qué un pelín carcunda. Creo que sus promotores son algo retrógrados... ya sabes, el qué dirán...
Comprendido. Tolerancio se pregunta... ¿Quién dirá ese qué dirán?... Valiente impedimento. Si eso fuera cierto... ¿Y qué?... Si adoptar una actitud militante, no sólo contra el despilfarro autonómico, sino contra el sistema en su conjunto es retrógrado, Tolerancio se proclama campeón de la retrogradancia, por así decir, y a mucha honra. Será que los contrarios se andan con escrúpulos, disimulos y cautelas a la hora de lanzar sus mensajes o de aplicar sus políticas excluyentes. Incluso publican editoriales y artículos conjuntos. Total, salvo las honrosísimas excepciones de Rosa díez, Antonio Robles y de algunos elementos de C's, aún se espera que gente con antigua o actual militancia izquierdista diga esta boca es mía con relación a esa chapuza localista y feudalizante instaurada por la gansada mayúscula que es el Título VIII de nuestra Constitución.
Desde una idea cohesionada de España se espera a una izquierda española equiparable en su pálpito nacional a la francesa o italiana, pero nunca llega. A veces se recibe un mensaje como procedente del espacio exterior, pero al sintonizar el receptor, la señal se desvanece, se pierde. Como si algunos izquierdistas echaran a caminar por la senda apropiada, pero al dar dos pasos se arrepienten, les pierden los viejos vicios y acaban por detenerse para lamer el trasero a los nacionalistas. La cabra tira al monte. Recuerden a Ibarra, hará cosa de unos años, tres o cuatro, en un programa de la tele confesando a esa pastelera de Julia Otero que prefería la compañía de Carod Rovira... -presente en el plató y sonriendo la ocurrencia de su desmañado criado extremeño-... a la del PP.
El manifiesto, un pelín resumido, dice así:
Queremos una reforma constitucional que redefina el actual modelo de descentralización política y administrativa, modifique la ley electoral, blinde la unidad de España y asegure la igualdad entre todos los españoles.
Ha llegado la hora de afirmar sin titubeos que el estado de las Autonomías es el inmenso error que nos está conduciendo a la ruina, a la división entre los españoles y a la desintegración de la unidad patria. El estado de las Autonomías, en su conceopción actual, impide la recuperación y el desarrollo económico de nuestra nación y contribuye de forma probablemente irreversible a la destrucción de la igualdad, la cohesión y la solidaridad que son fundamentales para el sostenimiento de la integridad de la nación española.
El Estado de las Autonomías y su elevadísimo e injustificado coste es el problema nuclear de la actual crisis. La atomización de leyes dispares, la existencia de políticas económicas, sociales, sanitarias, fiscales y sobre todo en materia de educación diferentes, resta fuerza al Estado y por lo tanto lastra nuestras posibilidades de salir rápidamente de la actual crisis, a diferencia de otros Estados europeos. El Estado autonómico, justificado tanto por los partidos nacionales (PSOE, PP) como por los nacionalistas, constituye el gasto más importante, con diferencia, de nuestro presupuesto y la razón fundamental de nuestro déficit público; es por tanto la partida que precisa de un ajuste inmediato, cuando no de su eliminación.
(...) El Estado de las Autonomías, por su propia naturaleza, aspira a incrementar constantemente sus techos competenciales en una espiral perversa y sin fin que nos lleva, desde hace décadas, a la ruptura de la unidad de mercado y lo que es peor, a la ruptura del modelo de Estado basado en la indisoluble unidad de España, tal y como se recoge en el artículo 2 de la Constitución española (...)
Como para no firmarlo... con la salvedad de que nada dice el acertado texto de la imbecilidad y cobardía de un amplísimo segmento de la sociedad española a reclutar en masa y no necesariamente entre los nacionalistas.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Pachi López/ Joan Ferrán: "nuestro segundo nombre es baba"


Nada le remueve más las tripas a un jacobino furibundo como Tolerancio que la babeante trouppe de palanganeros al servicio del nacionalismo. Más incluso que el nacionalismo y los mismos nacionalistas. Esto es algo que no comparten muchos no nacionalistas que respiran aliviados cuando surge, aunque tímida, una voz discrepante del bloque enemigo y piensan... al menos éste no me descerrajará un tiro en la nuca. Y es posible que, en efecto, el fulano ése no haga tal cosa llegado el caso, pero seguro que dará una lista de nombres, víctimas propiciatorias destinadas al altar de los sacrificios para salvar el pellejo propio si los suyos le miran con recelo.

En realidad esas voces discrepantes cumplen una misión meramente escénica o publicitaria: ya saben, la cantinela de las distintas sensibilidades. En nuestro partido, dicen, caben todas las opiniones. Falso, porque todas las opiniones no pueden caber en un mismo partido por muy transversal y maleable que sea, tanto como la plastilina. Hay una sensibilidad dominante, la que manda, y a su lado declaraciones esporádicas de marionetas periféricas que no tienen otro objeto que atraer o retener un puñado de votos.

Tolerancio prefiere nacionalistas a sus limpiabotas. CiU o ERC al PSC, pero de lejos. Cuando los nacionalistas te miran, sabes al punto que te están tomando las medidas. No te dan la brasa, no te doran la píldora, no pretenden convencerte porque no están interesados en el intercambio de razonamientos cuando se parte de una inicial antipatía de sentimientos de pertenencia nacional. En cambio los otros te sacudirán motitas de polvo de las hombreras para, en última instancia, entregarte con un lacito camino del matadero, metafóricamente hablando:

-No seas como ellos, que te pones a su nivel. Ni unos ni otros: equidistancia. Hay que buscar consensos, puntos de encuentro... que quepamos todos. A mí no me gustan, pero si te enrocas, qué quieres, tan nacionalista serás tú como lo son ellos... y si estoy con ellos es para influir desde dentro y cambiar el rumbo...

... y otras insufribles milongas por el estilo.

Con matices si se quiere, Pachi López, del PSE, y Joan Ferrán, diputado regional del PSC, encajan a las mil maravillas en la categoría de palanganeros, lacayos o palafreneros de la sonderkommandía al servicio del nacionalismo. Cada uno del suyo. ¿Cómo es posible?... se preguntará alguien enterado de que Pachi López aterrizó en Ajuria Enea gracias a los votos del PP, obligando a Ibarreche a empaquetar sus bultos y contratar una casa de mudanzas... o que Joan Ferrán ha criticado en ocasiones los excesos de la costra nacionalista dominante en TV3, costra más dura a cada día que pasa, tanto como el caparazón de un quelonio.

Pachi López.- Olvidando que Pachi practicó las bizarras artes del pishing o lluvia dorada cuando se reunió con los emisarios de ETA para pactar las condiciones de la rendición del gobierno de España, interpretando su papel de sumiso botarate a las mil maravillas ante quienes han tiroteado y abrasado vivos a bombazos a docenas de compañeros suyos de partido, el mismo que se encaró con Rajoy cuando el blandengue y bobalicón líder del PP acudió al funeral del ex concejal Isaías Carrasco... nos ha conmovido, tanto como Leire Pajín, la políglota senatorial, declarando en un suplemento dominical del diario El Mundo que, atenta la guardia, hace progresos en el dominio del vascuence, que ha mejorado mucho y que se ha propuesto hablarlo con soltura durante la legislatura presente.

Pues ha tenido tiempo sobrado el bueno de Pachi para estrujarse el magín aprendiendo la lengua de Aitor. Salta a la vista, no hay que ser un lince para verlo, que hablar vascuence nunca ha sido una de sus prioridades. Dicho a la pata la llana: el asunto, hasta la fecha, le ha importado un pimiento. El inopinado alumno va camino de las 50 primaveras. Que es como si a Tolerancio le diera la ventolera de aprender chino mandarín para congraciarse con su vecino Lin-Chún, el del 3º 1ª.
Sólo ahora considera Pachi que aprender vascuence es un peaje necesario, un barniz vasquista, para ocupar por derecho el sillón que calentaron durante décadas los lehendakaris del PNV, Ardanza e Ibarreche, que tampoco hablan esa lengua. Pizca más o menos como nuestro sonderkommando Montilla, aplicado alumno, promoción 2006, de la escuela de idiomas para obtener el nivel básico de catalán, idioma que nunca le preocupó demasiado, ni a él en lo personal, ni pensando en la formación académica de sus hijos, según confesión de su señora, la muy laboriosa Anna Hdez de Montilla.

La servidumbre de Pachi López se revela en la tácita aceptación de que un vasco castellanohablante, condición que comparte con el 85% del paisanaje, no puede ser presidente regional, blandir la vara ésa de madera noble a guisa de cetro de reyezuelo zulú y chapurrear cuatro palabrejas vernáculas, marmitako, kokotxa, gabon eta segalari, bajo el gernikako arboloa, el árbol druidico que tanto emociona a los ardientes amantes del terruño, de la casa del padre, del solar patrio y del trilitazo que te crío.
Otra cosa es que, como su paisana la ministro/a Garmendia, o como el propio Montilla, matricule a sus hijos en escuelas donde la educación en un nivel aceptable de español esté garantizada. Pues podrá ser lehendakari, y un arrastrado que lame los pies a los nacionalistas y que tras de sí deja un resbaladizo rastro de babas, pero idiota del todo no lo es.

Y quede claro, Tolerancio acepta la enmienda: mejor Pachi que el PNV... que no tieneTolerancio un corazón de piedra... pensando sobre todo en esos ciudadanos ejemplares que apenas unos meses atrás tenían que preocuparse por partida doble: de las amenazas de los terroristas y de sus confidentes por un lado y por otro dolerse de la indiferencia de las instituciones. Pero en esta bitácora glosamos, extraído del conjunto, ese gesto pusilánime, pelotero, tontorrón, de aprender vascuence por el que dirán... algunos, aunque no demasiados.

Ferrán, Joan.- Otro que tal baila. Su última aportación al universo-baba que nos envuelve y que constituye una capa atmosférica más sobre esa porción planetaria que es la vida civil y política de Cataluña, ha sido un artículo lacayuno, un artículo-anheliforme publicado por el diario El Mundo para darle jabón a su jefe de filas, el sonderkommando nacionalista por antonomasia, el converso José Montilla.

Para ese lame-ceretes y pastelero de Ferrán nadie ha gestionado mejor, de manera más ponderada que Montilla, la crisis de la demorada sentencia estatutaria del Tribunal Constitucional... cuando es evidente que nadie ha presionado de manera más infame e intolerable a los magistrados como el capo, por cabezón, del tripartito ultracatalanista.
Montilla ha transitado la senda del golpismo institucional. Se ha mirado en el espejo de Maciá y de Companys... -el presidente mártir que, antes, octubre del 34, fue presidente golpista-... de quienes se declara heredero espiritual. Si el reflejo de tan luminosos ejemplos, Maciá y Companys, es una imagen deforme desde un punto de vista estrictamente democrático, la réplica que ofrece Montilla también se las trae, y componen unos y otro un carrusel de monstruos de feria.

A Montilla la separación de poderes le trae sin cuidado... -rasgo que comparte con el socialismo español en pleno: Montesquieu ha muerto-... pues sus escrúpulos democráticos, como ex comunista, aparatchik y en la hora presente vivales sin principios y sin ideología uncido al yugo del coche oficial, son nulos. Como sin cuidado le trae el estatuto anticonstitucional que defiende a capa, es decir, a carta y espada, pues ni siquiera se lo ha leído. A mucho tirar sus asesores le han redactado un breviario del articulado e incluso es posible que lo poco que ha comprendido de ese extracto ni siquiera le guste, ni encaje con los dos o tres lemas o esbozos de idea que, como un poso o sedimento, recuerda de sus pasadas militancias.

Si lo de Pachi López es de baba, lo de Ferrán... es de rebaba. Pues el segundo lame ancilarmente la figura achaparrada, como de zampabollos, de su jefe de filas, cubriéndolo de saliva... cuando Montilla, de natural, rezuma babas en ingente aluvión. Baba sobre baba: rebaba. Como pez en el agua, Ferrán nada a sus anchas en un mar de iridiscentes y oleosas viscosidades.

Dice el andoba de Ferrán que nadie mejor que Montilla ha gestionado la llamada crisis del Tribunal Constitucional por cuenta del churro de estatuto que se empeñaron en urdir entre unos y otros, con el refrendo de un segmento, aunque no muy numeroso, sí irremediablemente estupidizado de la población nativa. Cuando es evidente que desde una perspectiva democrática, la del respeto a las deliberaciones y sentencias de los órganos competentes, no lo pudo hacer peor, a la guisa de un colérico y atrabiliario tiranuelo del Kafiristán.

El resbaladizo, el babóforo (*) Ferrán ha metido la pata, esa pata ortopédica que los publicistas del PSC enseñaron, no sabemos aún por qué, en un mitin bochornoso, como milagrero, para arrancar una lagrimita a los asistentes, en su mayoría ancianos fácilmente manipulables. La gran eclosión de baba final.

Parafraseando al picarón agente Austin Powers al servicio de Su Graciosa Majestad, que afirma guiñando el ojo que su segundo nombre es peligro cuando flirtea con la escultural Lizz Hurley, en el caso de Pachi y Ferrán su segundo nombre es baba. Y para baba, la mala de los nacionalistas, pero los de verdad. Es menos tóxica y menos pegajosa que la baba de sus criados.

(*) Babóforo.- Neologismo by Tolerancio que significaría algo así como portador o hacedor de babas, o sencillamente baboso.










lunes, 10 de mayo de 2010

Pornoseparatismo: más referéndums


25 de abril: nueva tanda de referéndums separtistas. Participación: escasa y a la baja. Escrutinio: un sí abrumador. Votaron el señor Sebastiá, de can Sapastre,Yusuf y su hija Fátima, que lucía un hiyab precioso, apropiado para la temporada primavera-verano, Marc Gutiérrez, menor de edad, que corrió a la fiesta del Club Super3 luego de depositar su voto en la urna, y Pablo Osvaldo Cantamattine, inmigrante argentino ataviado con una camiseta del Barça y con el nombre de su ídolo, Leo Messi, impreso en el dorso.

Una de las conclusiones de esta quermés separatista interrupta es que nos hemos acostumbrado a un nuevo formato de desafío nacionalista, no ya tolerado, sino directamente promovido por el PSC en algunos municipios como Lérida o Gerona, hoy capitales de provincia y mañana de veguerías anticonstitucionales. Es la tercera oleada secto-plebiscitaria, por así decir... secto de sectaria. En casi toda la prensa el índice de participación, 20%, ha sido descrito como un rotundo fracaso, prueba irrefutable de que la independencia no interesa a la sociedad catalana. En términos cuantitativos es cierto, teniendo en cuenta que la verbena ha movilizado al separatismo en su totalidad, pero limitar la repercusión de los referéndums a un balance meramente aritmético es un error de apreciación por muy tranquilos que algunos queden despachando este asunto con un chiste y pasando a otra cosa. Tolerancio explica por qué.

Es preferible, desde luego, que vote el 20% antes que un 50%, y aún mejor que lo hiciera el 10% en lugar del 20%... pero en circunstancias normales los organizadores, subvencionados hasta las trancas, ya habrían arrojado la toalla en espera de tiempos mejores. Pero no lo han hecho. Asusta esa perseverancia a pesar de tan pírrica cosecha de votos. No flaquean y no pararán... entre otras cosas porque no pueden hacerlo o vaciarían de contenido todo su ideario y todo su tejido asociativo.
Es posible que estén arrepentidos de la mano que han jugado, creyendo que ligaban una buena... pero han descubierto a su pesar que no tenían figuras, quedando todo en un triste farol. Y eso que contaban a su favor con un ambiente caldeado por los politicastros locales, con el sonderkommando Montilla en vanguardia... -ahora metido a filogolpista institucional-... y por los medios obedientes a cuento de la demorada sentencia estatutaria del TC.

Pero han conseguido una cosa importante: imponer su terminología. Ya no son referéndums ilegales sino alegales o en todo caso reférendums no vinculantes, meramente consultivos. Han ganado la primera batalla, la del lenguaje. Y han conseguido que nos resignemos a codificar esta pachanga electoraloide como algo cotidiano, algo que, inevitablemente, forma parte de nuestro paisaje político.
Han normalizado a ojos de la opinión pública algo anormal. Que la Fiscalía o la Abogacía del Estado no digan ni mu, como sí hicieron episódicamente en el primero de los referéndums celebrados, 13-D 2009, en Arenys de Munt. Y si el resultado no es el esperado para mejor presionar al gobierno central, que dejar... se deja, salen a escena gerifaltes de CiU o de ERC disculpando el aparente fracaso diciendo que lo importante es la expresión, no ya de una opinión de una parte de la ciudadanía, sino de un sentimiento. Ese sentimiento que resume Benach, tuneador de coches oficiales, en una metáfora mitológica no muy sutil: san Jorge es Cataluña y España ese dragón perverso a liquidar de una lanzada.

Pero cuidado: no hay que tomarse a broma a un colectivo capaz de organizar un evento como ése en casi... ¡¡¡400!!!... poblaciones. En esta última tanda, hablamos de memoria, fueron más de 200. Un colectivo que, según sus portavoces, ha movilizado a unos 30.000 voluntarios. Es decir, un voluntario por cada 9 votantes, pues acudieron a las urnas 260.000 personas. No hay que ser un lince para deducir que tienen las alforjas a rebosar, subvenciones a troche y moche, y que están muy organizados. ¿Y dónde está escrito que un 5% con las ideas claras y la maquinaria bien engrasada no podrá someter y poner de rodillas a un 80% de indiferentes?... ¿A quién no le suena la letra?: ... Si unos pocos pueden más que unos cuantos, que esos cuantos no lo olviden fácilmente... que cantaba la pijiprogre Ana Belén, la misma individua que cobró cien millones de pesetas por unos anuncios promocionales de la manirrota Consejería de Turismo de la región de Madrid, a sueldo, mira tú qué cosa, de Esperanza Aguirre.

En muchos pueblos saben quién ha votado y, claro es, quién no. Y dado que no se trata de elegir siglas, siendo en ese caso indiscernibles las ocultas preferencias del abstencionista, es fácil deducir qué piensa éste cuando la disyuntiva es independencia sí o no, que no es una ecuación de segundo grado. Conclusión: lista negra local. Saben, pueblo a pueblo, como los contendientes en luchas fratricidas, de qué pie cojea cada vecino.

Que no se sorprenda nadie, si al cabo de unos años, creyendo que es una pesadilla, se ve a sí mismo en un autobús de TMB, Transportes Metropolitanos de Barcelona... un autobús no numerado, con la leyenda Fora de servei (Fuera de servicio) en el panel luminoso, maniatado a la espalda con alambre, rumbo a un descampado en las afueras, en compañía de otros viajeros entre quienes reconoce a un consocio de la Tolerancia o a un antiguo conmilitón de la misma agrupación territorial de Ciudadanos o de UPyD. Y quién dice un autobús de la TMB, dice un autobús requisado a las compañías concesionarias de comarcas, por ejemplo a Sarfa, saliendo de Gerona, o a Teisa, circulando por las carreteras de La Garrocha... igualmente maniatado y acoquinado. Junto al conductor se pavonean agentes nacionalistas, incontrolados supuestamente, armados con pistolas misteriosamente desaparecidas del cuartelillo más cercano de los Mozos de Escuadra.

Que han ganado una batalla, es evidente... a pesar de que quienes sostienen que el rey va vestido cuando en realidad le cuelga la picha de manera impúdica insistan en el bajo índice de participación para trasladar a la opinión pública la idea de que no pasa nada. O que, eso dice el traidorzuelo de Zapatero, España está más cohesionada que nunca. Han ganado una batalla, decimos, aunque no la guerra y aún no hay armisticio a la vista... pero se han salido con la suya, que nadie les subestime. Han ganado la normalización del separatismo como posibilidad en el horizonte aún a la contra de una Constitución desballestada y prácticamente inservible...
... y, aunque anecdótica, otra prueba de la normalización del anormal fenómeno, normalización, entiéndase, para una sociedad progresivamente subnormalizada, es la proclamación de una actriz porno, la pornopubilla María Lapiedra, natural de Mollerusa, como madrina del separatismo indígena. El separatismo ya no es cosa sólo de aplecs sardanistas, de boletaires, de excursionistas parroquiales, de folcloristas trastornados y de filólogos indígenas que consagraron su vida universitaria a estudiar su ombligo y su culo porque fueron adiestrados a no ver más allá de sus narices.

María Lapiedra, la pornopubilla ilerdense, le vacía las pelotas ante una cámara, como si nada, a un par de garañones priápeos, empalmados, y tras relamerse con glotonería se convierte en sus ratos libres, entre tríos y bukkakes a la nipona, en la musa del separatismo. Ignoramos si, como aquella candidata al senado belga, ha prometido aliviarle el bulto a lengüetazos a todos sus votantes o si, al contrario de una bellísima candidata a la presidencia de Colombia, que prometió desnudarse si era elegida, se vestirá al fin para celebrar la proclamación de la independencia de Cataluña... pues hasta ahora siempre vimos a María Lapiedra, retozando con un tal Dinio en la playa, desnuda en todas sus comparecencias públicas.

Los separatistas no pueden bajarse del burro de los referéndums con una participación, qué más da, del 10% o del 20%... porque es su trabajo. Ni que fuera del 7%. Han recibido subvenciones y hay que agotarlas, de lo contrario no se renovarán en el futuro las partidas presupuestarias asignadas por el gobierno del sonderkommando nacionalista Montilla. Si te conceden una subvención debes gastarla, invertirla en algo, ese algo que es precisamente la causa misma de la concesión. Les han soltado un dineral para montar los referéndums y si no lo hacen, se cierra el grifo. Es de cajones. O de cojones, mejor dicho, por no desairar a la pornopubilla María Lapiedra.



jueves, 29 de abril de 2010

Próculo Rótulo no se rinde








Próculo Rótulo no da su brazo a torcer. Próculo Rótulo es el último rótulo comercial en español inmune a las multas impuestas por el gobierno del sonderkommando nacionalista José Montilla. Próculo Rótulo es un rótulo forajido, un bandolero emboscado en la virtualidad telemática y por ello Montilla no puede multarlo ni destruirlo. No podrá, decimos, multarlo nunca, acaso inocularle un virus informático, pero como hidra de Lerna contra el nacionalismo al punto Próculo Rótulo se replicaría a sí mismo y asomaría de nuevo a la red para meterle un dedo en el ojo.
Próculo Rótulo sueña con ser la pesadilla recurrente de ese zampabollos de Montilla, el resistente no nacionalista que le pudrirá la sangre y recordará al mayordomo cordobés que no ha terminado de amputarse el pasado... que es precisamente lo que no puede soportar un converso desnaturalizado, o naturalizado, según se mire... pues para naturalizarse hay que desnaturalizarse primero. Las gallinas que entran por las que salen. Pero quizá Próculo no traspase jamás las coordenadas de esta bitácora.

Si Próculo Rótulo protagoniza una viñeta cómica o la modesta campaña que propone Tolerancio... -sueña, iluso, con un musical en Broadway o en la Gran Vía madrileña-... la persecución del idioma español a sangre, es decir, a multa y fuego en los escaparates catalanes no será definitiva. La kristallnacht... (noche de los cristales rotos)... no se habrá consumado.
Es un outsider, un superviviente, el último rótulo que escapa indemne de las celadas que le tiende Queta, la comisaria implacable, colmilluda, al frente de la Gestapo lingüística de Montilla difundida en anuncios sufragados con dinero de todos. Próculo Rótulo es libertad.

Próculo no se arruga ante las dificultades. La primera: ser aceptado por los no nacionalistas, pues ya cuenta, va de suyo, con el acoso despiadado de Montilla y sus esbirros. Para empezar habrá de vencer las reticencias, no de los adversarios, sino de los propios, pues Próculo Rótulo... ésa es su gran tragedia... no es una conferencia, ni un artículo enjundioso, ni un sesudo ensayo. Su naturaleza figurativa le inhabilita en principio para adquirir protagonismo entre los opositores al régimen que, lejos de un salón donde uno de los integrantes del equipo habitual de conferenciantes no nacionalistas larga su magistral parrafada ante 50-70 asistentes, siempre los mismos, pizca más o menos, andamos más perdidos que un pulpo en un garaje.

Próculo, aunque soñador, es de buen conformar y no pide gran cosa. Le habría gustado ser icono contendiente en el palenque de la lucha simbólica, a pesar de la descomunal desproporción de fuerzas, contra Queta o Norma, aquella chiquilla angelical, pero con el demonio dentro, que crearon los nacionalistas para promover las bondades sin cuento de la inmersión monolingüe obligatoria. Sólo que la vida está hecha de renuncias... bien lo sabe el bueno de Próculo.

Cuando meses atrás se constituyó una plataforma cívica para oponerse a la coacción liberticida de las multas lingüísticas impuestas por nuestro ominoso gobierno regional, plataforma compuesta por varias asociaciones y partidos políticos, Próculo Rótulo se las prometía felices paladeando su ansiado debut en escena. Pero la plataforma sólo se puso de acuerdo para organizar, con notable asistencia de público por cierto, una concentración en Arenys en apoyo de un comerciante represaliado por los socios de Zapatero en Cataluña... ese traidorzuelo de Zapatero que ve con buenos ojos que en Cataluña, según declaró en la cadena SER, se multe a quienes rotulen sus establecimientos en español.




Tras la concentración, cómo no, se disolvió la fugacísima plataforma y cada mochuelo a su olivo, que se acabó el carbón, es decir, cada mochuelo a su mini-conferencia. No quedándole a Próculo otro remedio que ejercer de francotirador, por su cuenta y riesgo y postularse como campaña de protesta. De modo que el patán de Tolerancio, que dibuja como un niño de 5 años, pero un niño torpe, que es incapaz de manejar un programa de ordenador que no sea el procesador de textos, y aún éste con no demasiada soltura, y que confunde un escáner con una fotocopiadora, ha prestado sus inhábiles manos para darle forma, una rudimentaria y esquemática forma que un dibujante con una pizca de tino adecentería en un pisplás.

De un par de elementales trazos a rotulador y recortando cartulinas de colorines, aquí tenemos un esbozo de Próculo Rótulo. Bastaría con pulir el dibujo con un toque naïf, retocar el diseño de la postal, colgarla en una página web e invitar a los interesados a descargarla, imprimirla, pegarla sobre un material algo más rígido, franquearla y enviarla por correo a cualquiera de los destinatarios que propone Próculo en el reverso: José Montilla, ZP o el ministro Gabilondo, relamido ex seminarista que declaró hace unos días, en un nauseabundo alarde de cinismo, que le sorprendería mucho saber que en España se multa a alguien por rotular su comercio en español.

Reproducimos la postal y desglosamos sus distintos elementos, habida cuenta de la impericia de Tolerancio para trasladar con nitidez las imágenes al blog.

En el anverso aparece una entradilla de presentación del personaje que dice Próculo Rótulo: el rótulo forajido inmune a las multas. Debajo tenemos a Próculo, nuestro rótulo amigo, con el texto Colchonería Bonrepós dando forma a una sonrisa... -pues nada mortifica más al nacionalismo que la risa disidente, es decir... el nacionalismo tolera a los no nacionalistas a condición de que estén airados, cabreados como una mona, para sentenciar que la periferia del nacionalismo es la sociopatía y la inadaptación-... y junto a Próculo un bocadillo con la leyenda... ¿Qué te he hecho yo? ¿Por qué me multas?... a guisa de interpelación a los destinatarios del mensaje. A los pies de Próculo tenemos un lema inscrito en un llamativo asterisco que es el busilis de la campaña:
¡NO A LAS MULTAS LINGÜÍSTICAS!... y a su lado, logo, nombre y página web de la asociación promotora.

En el reverso figura un sello postal, ángulo superior derecho, y el texto que el suscriptor de la campaña remite a cualquiera de los tres destintarios seleccionados, a cual de ellos más indeseable:

El idioma español es oficial en todo el territorio nacional. Los ciudadanos españoles tienen derecho a utilizar dicho idioma en todos los ámbitos de la vida: comercial, educativo, etc., sin restricciones, coacciones o multas.
Los poderes públicos deben velar por el libre ejercicio de ese derecho. Las multas a un idioma, multan y ofenden a quienes lo hablan.

Una campaña sencilla, cómoda, sin salir de casa, en batín y pantuflas. Dos tijeretazos, un poco de pegamento, un sello y al buzón. Y con un poco de suerte cuela como noticia en alguno de los pocos diarios no intervenidos que quedan, de los que no suscriben editoriales conjuntos. Más barato que en Andorra. Pero, claro... Próculo Rótulo no es una conferencia.

martes, 20 de abril de 2010

¿Periodistas o escribas? Mal follados pero bien pagados


Hace unos días el vicepresidente del gobierno regional, el separatista Carod Rovira... -socio del sonderkommando nacionalista del PSC José Montilla y de ZP-... el mismo que fue a Perpiñán para dialogar con los terroristas de ETA, servirles café y pastas y sacar lustre a su calzado, pactando alegremente una tregua para Cataluña... -dicho de otro modo, que las bombas, de colocarlas, las colocaran mejor en la T4 de Barajas que no en la T1 de El Prat-... agarró un berrinche de aquí te espero a cuento, mucho cuento, de la prensa local. Se quejaba de su falta de complicidad con la acción de gobierno.

Sorprende su enfado pues pocas veces se vio una prensa tan domesticada como la catalana. No ha pasado tanto tiempo para haberlo olvidado. Al margen de su mansedumbre, del sectarismo dominante en medios escritos y audiovisuales, públicos y privados, y de su acreditada profesión de fe nacionalista… -reproduciendo a las mil maravillas el patrón de la prensa intervenida en regímenes autoritarios-… el periodismo catalán, como un solo hombre, en bloque, dio fehaciente muestra de sumisión gubernamental con motivo del hundimiento de la populosa barriada de El Carmelo.

Ni un día tardó el Colegio de Periodistas de Cataluña en retratarse… -delante de uno de esos espejos deformantes como de barraca de feria-… acordando en comparecencia pública el silencio informativo, apagón, de esa catástrofe que, milagrosamente, se saldó sin víctimas mortales. En aquellas fechas, recordemos, se debatían las ponencias del inconstitucional estatuto de autonomía y los portavoces del emérito gremio, metidos a cortesanos y/o palanganeros, supeditaron su profesionalidad a una activa y voluntariosa participación en la llamada construcción nacional de la región. Nadie se lo pidió, que sepamos... luego la prensa catalana se anticipó lacayunamente a la voz de su amo con babosa sonrisa de ilota, de fámulo vocacional que se desvive por satisfacer los deseos aún no expresados de quien le da de comer.

Ese vegonzante acto de servidumbre no impidió que a las pocas horas una de las más difundidas cabeceras de la prensa nativa, El Periódico... -difusión que aporta una idea aproximada del nivel del paisanaje-... abriera su edición con la fotografía de un rascacielos madrileño en llamas, el Windsor. Días después el mismo diario llevó en portada... -no dio con noticia de mayor calado-... la foto indiscreta de la barriguita, bajo la zamarra del Barça, de quien era su más festejado goleador, el brasileño Ronaldinho, que atravesaba entonces una mala racha a causa de su intensa vida nocturna. Una primera plana memorable, para ocupar un lugar de honor en las hemerotecas e ilustrar a las venideras generaciones de estudiantes de Ciencias de la Información.

Más recientemente la práctica totalidad de la prensa catalana, con muy honrosas excepciones, promovió, previa consulta al mismísimo ZP, un editorial conjunto al estilo Pravda o Granma para presionar al Tribunal Constitucional con motivo de la sentencia sobre ese adefesio de estatuto de autonomía que nos meterán doblada por salva sea la parte con la emoliente vaselina de algún recorte cosmético. A tan conmovedor acto de vasallaje protagonizado por la prensa se sumaron de grado no pocos colegios profesionales, como el de Abogados... dispuesto a hacer de la mamporrería su estilo de vida... -aunque, todo hay que decirlo, 300 de sus asociados restañaron en parte el maltrecho honor de sus colegas afeando la innoble conducta de la cúpula dirigente del ICAB-.

Pero no es el último episodio. Hay más. Tras la puesta en solfa de un órgano inquisitorial llamado CAC, diseñado para ejercer la censura en los medios de comunicación… -en cuyo consejo participan todos los partidos del ámbito parlamentario local, a excepción hecha de Ciudadanos-… distinguido por el acoso a emisoras radiofónicas de línea editorial crítica con las consignas del poder, ahora el gobierno regional opta por situar al frente de la CCMA, Corporación Catalana de Medios Audiovisuales, a un fulano, un tal Enric Marín, de marcado perfil político que ya tuvo su protagonismo, sus cinco minutos de infamia, que no de gloria, durante el citado apagón informativo del hundimiento del Carmelo. No han podido elegir, pues, a mejor y más obediente esbirro.

No entendemos de qué diantre se queja Carod Rovira. Nunca se vio una prensa más entregada a una causa y más obediente a un gobierno. Una prensa más pastueña. Cataluña no tiene opinión pública, entre otras cosas porque la prensa aborigen ha renunciado al fundamental cometido de formarla cultivando saludablemente la crítica del poder. A Carod y compañía les gustaría que los periodistas aplaudieran siempre, con manos e incluso orejas, sus ruedas de prensa, como aplaudía el pleno del Presidium Supremo del PCUS los discursos de Stalin durante media hora.
Cuando una periodista, siendo de las suyas, la más fanática de todas, la insufrible Mónica Terribas, la misma que en los noticieros de TV3 babeaba en presencia de Otegui como una enamoradiza adolescente ante Brad Pitt, les hace una pregunta un pelín incómoda, pero quiá, naderías, una broma inocua, la llaman mal follada.
Pero se desquitan al día siguiente elaborando un nuevo libro de estilo para la prensa del movimiento que destierra completamente el idioma español de los medios de titularidad pública y que establece que el término nación siempre hará referencia a Cataluña, Francia o Uganda, que más da, pero jamás a España.

¿Y se queja Carod Rovira de la presunta hostilidad de la prensa local... si solo falta que se la chupen en antena?... En Cataluña no hay periodistas, sino escribas juntaletras que, inclinados sobre las tablillas de arcilla, pintan garabatos y monigotes al dictado del faraón o de sus funcionarios... -comisarios como el andoba ése de la CCMA-... que les azuzan con el lacerante látigo de las subvenciones, el más tiránico y dañino para las libertades.