Tolerancio dobla la rodilla. No rinde su sable al nacionalismo tribal, ni a sus fámulos como el sonderkommando Montilla. De un modo íntimo, jamás Tolerancio arriará sus banderas. Le han derrotado la técnica y su torpeza, su impericia absoluta para manejar con soltura las más elementales herramientas del blog.
Ni siquiera el propio Tolerancio se atrevería a leer sus últimas bitácoras, no por su contenido, unas más acertadas y ocurrentes que otras, sino por su formato. Éstas se presentan al hipotético lector en cascada, como una sábana ilegible, interminable, sin separación siquiera entre párrafos; aspecto formal que dificulta su lectura extraordinariamente.
No obstante, Tolerancio ha dicho muchas cosas y, previsible, casi transparente, cualquiera que haya huroneado en su cuaderno se habrá formado una idea muy aproximada de su pensamiento acerca del nacionalismo, de sus colaboradores necesarios o palanganeros, como ZP, de la traición de los partidos mal llamados nacionales y de la imbecilidad sin enmienda de un amplísimo segmento de la ciudadanía española.
Con todo, aún le gustaría hablar, le quedan cosas en el tintero... unas 100 ideas debidamente archivadas para otras tantas bitácoras... decir esta boca es mía o a otro perro con ese hueso hasta que llegue la hora del silencio forzado... del silenciamiento... pero es seguro que se las ingeniará para, de un modo u otro, bajo nuevos disfraces y con otros registros, cumplir ese imperativo ético de resistente emboscado que le mantiene vivo y que no es otro que chinchar sin descanso disparando con tirachinas contra mastodontes empalmados.
Un saludo jacobino y cordial a quienes han tenido la paciencia de zambullirse esporádicamente en sus gansadas y, generosos, han retribuido al autor con una sonrisa cómplice o condescendiente, según el caso.
6 comentarios:
Piénselo bien, todavía está a tiempo, pues hay cosas que decir y batallas, aunque sean estas contra múltiples y poderosos elementos, que librar. No obstante, debo decirle que he leído todas sus entradas sin problemas y con gusto.
En cuanto a lo de las herramientas, afirmaré que no son tan importantes allí donde lo que prima es el fondo sobre la forma: de articulistas de esa guisa está plagada la prensa.
En cualquier caso, gracias, saludos y que bajo otros ropajes siga usted combatiendo.
En todo caso, Tolerancio, espero volver a encontrármelo en cualquier otro lugar o circunstancia.
Sigue como quieras, pero sigue.
Un abrazo.
J.A.M.A.
Pues voy a echar mucho de menos todos tus artículos, Tolerancio. Llevo años leyéndolos y puedo asegurar que no me he perdido ni uno.
Parece que no son buenos tiempos para nada, cada día que pasa perdemos algo más. En esta ocasión, este rincón donde nos damos cita unos cuantos.
Vuelve en el formato que sea, pero no nos dejes con este hueco vacío.
Un abrazo
pues nos quedamos sin este Larra de hoy en día :/
un saludo jacobino para Vd. también. Salud.
Ahora sólo nos queda pedirle que lo escrito, lo publique y que inicie otra andadura también por internet. Manuel Aguilella
Don Tolerancio, siempre he querido pensar que su despedida era un descanso pero, transcurridos ya unos días de su decisión, parece que será irrevocable.
Da igual que sea desde aquí, allí o acullá ... contamos con tu combativa acidez !!!!
Mil besos y millones de abrazos
Publicar un comentario