martes, 10 de junio de 2008

Rosa 10 de Vivar: un millón de votos


Los no nacionalistas tenemos voz al fin en el parlamento de la nación -de naciones-. Una voz en Madrid, Rosa 10, y tres en Barcelona, C’s. Tenemos pues representación bilocalizada… lo nunca visto. Hasta la fecha Tolerancio no se había sentido tan representado. Pero también es cierto que jamás antes se había sentido tan amenazado por el nacionalismo identitario, por su discurso dominante, tanto a nivel local como nacional. En efecto, la ofensiva nacionalista es brutal, descarnada, gracias en buena parte al camino trillado por el nacionalismo catalán, el abanderado de los nacionalismos periféricos a pesar de no haber colocado directamente muchas bombas, pues, en un eficaz reparto de papeles, ya las pone el nacionalismo vasco en su lugar.
Es el catalanismo, además, el estandarte del esencialismo nacionalista porque ha sido el primero en convertirse en un fenómeno transversal que informa casi todas las fuerzas políticas con representación parlamentaria, incluso aquellas que se definen como no nacionalistas, PSC e ICV, fundamentalmente.

La ofensiva nacionalista es brutal, descarnada… y concertada desde distintos flancos. Por un lado está ETA, como siempre, y unos pasos detrás, mirando los atentados desde la barrera, aguardando a que limpien la sangre para recoger las nueces sin mancharse, los nacionalistas y afines con atuendo civil, americana y corbata: CiU, PNV, ERC, EA, BNG, IU-EB, PSE, PSC, ICV -estos sin corbata-, PSM, UM y algunos más… sólo que esta sopa de letras ya es demasiado extensa, aunque descriptiva.
Otro de los arietes de la ofensiva nacionalista, y uno de los más contundentes, es la permisividad, pasividad o complicidad, según la hora y ocasión, de los mal llamados partidos nacionales, PSOE y PP, prontos a cambiar sus principios, si los tienen, o su política errática y vaporosa en materia nacional o territorial para alcanzar mayorías parlamentarias y conformar gobiernos, anteponiendo el afán de poder a la salvaguarda de la libertad e igualdad en derechos y ante la ley de todos los ciudadanos españoles. El PSOE de ZP es la prueba palmaria, no ha dejado de demostrarlo durante la anterior legislatura y puesto que ha cogido carrerilla se prodigará aún más en la presente.
El PP no queda al margen de la felonía. Ha hecho sus pinitos allá donde ha tocado pelo: en Galicia, con una ley de inmersión lingüística copiada de la catalana y aplicada en tiempos de Fraga cuando era presidente de la Xunta, en Mallorca con Jaume Matas y su socia Antonia Munar, capo o padrino, o mejor madrina, de UM, que ése es el cargo que ocupa en su partidillo localista y caciquil que sale a corruptela diaria… o en Valencia con inmersiones lingüísticas por comarcas y maquinistas de trenes obligados a dominar el nivel C de valenciano, si lo hay, entre otras muchas milongas.
A mayor abundamiento en el PP soplan aires de sumisión a la tesis de la ñoñería pro-nacionalista, pretendiendo copiar el modelo ZP para confundirse con el paisaje, hacerse perdonar la vida y aspirar a futuros pactos que habiliten su regreso al poder. Lo que no tiene demasiado caso, pues los nacionalistas ya saben que tienen una bicoca con ZP y no se entiende por qué diantre habrían de mudar de alianza. Pero los dirigentes del PP parecen obcecados en demostrar que cuando uno es idiota, si se empeña, puede serlo más.

El estamos rodeados que vivimos como un drama los no nacionalistas se completa con la entusiasta colaboración del Tribunal Constitucional, cuya función no es otra, o eso parece, que dinamitar la misma Constitución que habría de tutelar. Cuando, por ejemplo, el directivo de una empresa recibe la consigna de hundirla, de provocar su ruina a caso hecho para propiciar su venta, preferiblemente cuarteada, desmenuzadita, habiéndose de consagrar a una suerte de sabotaje permanente desde dentro, como sucede en Correos sin ir más lejos, su delicada misión se conoce por el nombre de voladura controlada. Ésa es, nos tememos, la papeleta que tienen encomendada los magistrados del alto tribunal.
A la difusión de la causa nacionalista se suman de grado los grupos y medios de comunicación, directamente o instando a la ciudadanía al adocenado conformismo desde una supuesta y aséptica distancia, no hay para tanto… no problemo… no hagas caso de las chifladuras de cuatro inadaptados catastrofistas… también las apaniguadas cúpulas regionales de los sindicatos mayoritarios, y, lo que nos faltaba, parió la abuela, esas campechanas opiniones que en ocasiones fluyen incontinentes de la regia boca de nuestro bienamado soberano, que tiene mejor puntería con la escopeta de caza, sobre todo si le ponen delante piezas a cobrar en estado de embriaguez, recuerden el caso de Mitrofán, el oso ruso enmoñado de vodka, que no tino con su dinástica lengua.

Hace unos meses el diario El Mundo editó un dominical con diferentes personalidades disfrazadas de figurantes de la Guerra de la Independencia por conmemorarse este año, excepto en Cataluña, of course, su bicentenario. La portada fue para Rosa 10 de Vivar que aún no había conseguido su acta de diputada. Aparecía Rosa 10 en el papel de Agustina Zaragoza Doménech, Agustina de Aragón aunque nacida en Reus, a punto de disparar un cañón contra la columna francesa que pretendía tomar al asalto la puerta del Portillo. No sabían los redactores El Mundo hasta qué punto aquella foto era una foto augural, un vaticinio gráfico, una alegoría, la metáfora fotográfica perfecta de la situación política actual, placentera, no obstante, idílica, para una gran mayoría anestesiada por el síndrome aquínopasanada/nohaycrisis/lagenteesmásfeliz/losnacionalismosmolanmazo/olvidatusproblemasybailaelchickichiki

Rosa 10 de Vivar, como los diputados de C’s en el parlamento regional de Cataluña, se ha estrenado ya y batido el cobre desde el estrado. Y no es que careciera de experiencia, solo que la adquirió al servicio de otra causa, o bajo otras siglas, y en un gobierno de coalición nada más y nada menos que con el PNV. Pero no se lo tendremos en cuenta porque todos hemos hecho o dicho cosas en el pasado que hoy nos helarían la sangre, o casi. Ahí tenemos a Fernando Savater a quien hace un tiempo la idea de España se la sudaba y en cambio hoy entiende que esa idea, la España constitucional, es el único dique de contención en pie, agrietado, eso sí, como una presa china tras la sucesión de terremotos que han sacudido ese país, contra la oleada impetuosa de asimetrías de derechos y desigualdades entre ciudadanos propugnadas por los nacionalistas periféricos y lacayunamente aceptada por los partidos nacionales en clamorosa deserción.

Rosa 10 de Vivar subió a la tribuna de oradores y en dos minutos dijo el rey está desnudo cosechando abucheos desde todos los rincones de la cámara. Por eso ahora es el único referente del no nacionalismo con proyección y posibilidades a escala nacional. Como lo fue Ciudadanos hace unos meses. Ambos representan a Tolerancio, pero no podrá sentirse representado indefinidamente si persiste la desunión, pues en las actuales circunstancias es un lujo, un derroche y un error, por no decir una locura, mantener dos opciones extraordinariamente afines pero que por separado se quitan votos cuando la emergencia histórica impone la disciplinada confluencia del no nacionalismo por encima de las siglas. Si fuéramos millones, allá películas, pero no es el caso.
No sabe uno en qué modo y manera ha de sustanciarse la concurrencia entre ambas formaciones. Pero seguro que hay una fórmula posible y satisfactoria. Ciudadanos tiene una organización, unos cuadros con cierta experiencia, para lo bueno y malo de la política, y cientos de afiliados en Cataluña y UPyD no y no puede desdeñar esa aportación tan alegremente. Eso deben entenderlo todos. Tolerancio se juega el bigote a que hay puestos suficientes para contentar a todos aquellos que, aún procediendo del amateurismo político, tienen esa legítima ambición necesaria para echar a rodar un partido, esa misma ambición, que no debe confundirse con personalismo o egocentrismo, que otros no tenemos… razón por la que determinados roces y diferencias nos importan un bledo, menos que las ventajas medioambientales del cultivo de la chufa o que el apareamiento del escarabajo pelotero… asuntos tratados extensamente en sendos informes encargados por la banda trincona del sonderkommando Montilla.

Un reciente sondeo del CIS da a Rosa 10 de Vivar un 2’6% de intención de voto si mañana se convocaran elecciones, frente al 1’2 que obtuvo en las generales. Tolerancio, lego en la materia, sospecha que con la deriva del PP hacia la servil conchabanza con los nacionalistas, el descontento que la crisis o desacelaración acelerada de la economía puede ocasionar entre algunos votantes de ZP -aunque no muchos pues la imbecilidad está muy arraigada en el paisanaje-, el acoso, la murga latosa e insistente de los nacionalistas y el eco relativo, pero suficiente, de las intervenciones parlamentarias de Rosa 10, ésta puede incluso aumentar tan prometedoras expectativas. Y las próximas elecciones son las europeas que, por su naturaleza, por esa suerte como de libertad de voto, de voto en conciencia que las adorna, al margen de la obligada obediencia a la bandería de rigor inherente a otros comicios, son el terreno propicio para experimentar un crecimiento que a más de uno sorprenderá y de qué manera.

Esta es la apuesta de Tolerancio: Rosa 10 de Vivar pasa del medio millón de votos en toda España como circunscripción única sin despeinarse y sin hacer campaña apenas, pues ya la hacen otros por ella y completamente gratis. Pero si nuestra heroína se sube a un avión, mejor de Air-Berlin, boicoteada por el nacionalismo zote y babuino, y vuela a Varsovia y allí se retrata en un estrado en la famosa calle en ruinas donde se rodaron las escenas finales de El pianista, de Roman Polanski, y con un micrófono en la mano dice, junto a Albert Rivera de Ciudadanos, Antonio Robles y Pepe Domingo, que en Europa no debe haber lugar para los nacionalismos identitarios y excluyentes y que Europa ha de ser no ya un continente, sino un gran país para ciudadanos con iguales derechos, insistimos, con la perspectiva al fondo de los edificios derruidos por culpa del fanatismo nacionalista que condujo a la mayor hecatombe de la historia europea… Rosa 10 de Vivar de la mano de Ciudadanos de Cataluña… se lleva un millón de votos en toda España. Hagan sus apuestas.

Ésta es su hora. Dispare una batería artillera como Agustina de Aragón o cabalgue de nuevo como el Cid. Hoy los enemigos no son ni las columnas francesas de Murat, Suchet o Dupont, ni los sarracenos. Toca marchar junto a ella porque la pelea será reñida y aquí nadie sobra y cuantos más seamos, los nacionalistas y sus cómplices, patrocinadores de la decadencia nacional en sus mulliditas poltronas de la villa y corte, necesitarán mucha, pero que mucha más munición para batirnos y callarnos para siempre. Solo que debemos conjugar, armonizar, un análisis realista de la situación política con la generosidad.
Si Rosa 10 de Vivar en solitario y con un año y medio de vida como UPyD saca más de medio millón de votos en las europeas ninguna otra formación no nacionalista podrá orbitar a su alrededor. No tendrá razón de ser y morirá desangrándose lentamente, vertiendo sus esfuerzos en el sumidero de la esterilidad, desperdiciándose para la causa, por hartazgo, un importante e imprescindible capital humano. Pero si se crea la empatía necesaria para confluir juntos a nuevas contiendas y se transmite cierto entusiasmo a la parroquia no nacionalista, todos los actores podrán, ufanos, declararse artífices del éxito -el éxito se llama un millón de votos-… y se ganarán nuestra gratitud y tendrán de por vida un lugar en nuestro corazón.



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