jueves, 12 de febrero de 2009

Perfomances a gogó


Las perfomances están de moda. El consejero tripartito Saura, de ICV, responsable político de las palizas policiales en la checa de Las Corts, preguntado por los incidentes registrados en una manifestación supuestamente convocada por la paz en Palestina, mani anti-israelí y pro-Hamas, a la que acudió tras recoger las caquitas del gato… -y donde se deslizaron gritos y consignas con cierto tufo antisemita-… respondió que la pistola que exhibió uno de los asistentes era de juguete.
¿Cómo podía saberlo si no estaba al lado del belicoso manifestante, no habiendo efectuado la dotación policial desplegada bajo su mando pesquisa alguna?
-Era una perfomance, una escenificación y la pistolilla era de pega porque eso se ve de un rato lejos… alegó el interfecto.
Lo cierto es que la prensa ha publicado la foto del incidente y no parece tan sencillo discernir la autenticidad o no del artefacto. Saura tiene, pues, una vista que ni el lince de Beocia… -(no sabemos si también dispone de la ventripotencia o potencia sexual de ese entrañable felino, joya de la corona de nuestra fauna, pues se ha demostrado que los linces en cautividad, acuciados por su extinción como especie, son capaces de copular 40 veces en un día)-… por eso no se le escapa ni una caquita de su adorable minino ni en el más apartado rincón de su apartamento.

Como era de esperar, y cuando las algaradas salen gratis, tras la mani dichosa y contando con el ejemplo institucional del consejero ecoantisemita Saura, llegó la hora de los ataques a las sinagogas de Barcelona: pintadas amenazantes y agresión al personal de un centro religioso. Es lo que sucede cuando la cúspide de la pirámide lanza determinados mensajes que son interpretados de manera más vehemente y menos elaborada por los elementos que componen la base.
Repita usted reiteradamente improperios contra los judíos, por ejemplo, y antes o después tendrá una noche de los cristales rotos. O una matanza como la del call o judería de Barcelona del siglo XIV. Cuando se atiza el odio prenden las hogueras. Hemos tenido ejemplos históricos para dar y tomar. Por cierto que mucho están tardando ya en arder las iglesias de culto católico como teas en un flamígero espectáculo pirotécnico tal y como sucedió en 1931 y 1936.

Nos dirán, claro, que esas pintadas y el garrotazo que se llevó el empleado de una sinagoga también son perfomances… de esas que tanto le gustan a Saura, que babea de lo lindo con la función y para quien una sinagoga envuelta en llamas tiene toda la traza de una escenografía neroniana a disfrutar desde el balconcito de casa, tañendo la cítara mientras Imma, que no Irma, la dulce, se prueba los últimos modelitos adquiridos en las boutiques más postineras del Paseo de Gracia.

Montilla despachó días después con el embajador israelí en España…que no en Cataluña, pues todavía Israel no ha abierto ninguna legación diplomática en Barcelona, que sepamos. Montilla quiso calmar al embajador alegando una cantinela que ya conocemos y que es polivalente, pues a todo se aplica: no teman, no pasa nada, no se alarmen… sucede que ustedes no conocen la realidad catalana. Acabáramos. Es el latiguillo de rigor cuando se vierte la menor crítica a la gestión de la cosa pública o cuando asoman al exterior esas pestilencias que las toneladas de ambientador patrio no pueden disimular. Exactamente lo mismo que reprocharon a los redactores del semanario The Economist: que no conocen la realidad catalana. Esa realidad consistente en que, por ejemplo, cuando se hunde una barriada entera, el Carmelo, no pasa nada… pero nada de nada.

No hay asomo de hebreofobia, judeofobia, es decir, de antisemitismo, no ya en la sociedad catalana, sino en las instituciones y en los partidos que las controlan, nos dicen. La prueba del 9 es que el gobierno amigo de Madrid vende armas al ejército israelí, cierto que en una cantidad mayor que la admitida por ZP en su última comparecencia en el programa de TVE 59 Segundos, pero que, en todo caso, aleluya, no se han utilizado para tirotear palestinos durante la invasión de la Franja de Gaza, pues son metralletas de esas que disparan chorritos de agua y sirven a pequeños y mayores para liar un buen zipizape en las piscinas. Eran armas… lo han adivinado… para perfomances bélicas.
Sé lo que están pensando aquellos que se han tomado la molestia de leer esta bitácora. Que los sueños de Izaskun, la chica con síndrome de Down que intervino en el programa citado arriba, se han hecho realidad. No es que no trabajen en el Congreso personas de similares características, sino que algunas ostentan cargos y toman decisiones.

Es complicado que un consejero dé orden de investigar altercados en una mani que, entre otros, convocó su propio partido y a la que acudió Saura tan alegremente, insistimos, tras recoger las caquitas del gato.

El gusto por las perfomances ha creado escuela. Recientemente se ha celebrado una concentración ante el consulado de Cuba en Barcelona para protestar por los 50 años de feroz dictadura en la isla caribeña: persecución de disidentes, torturas, férreo control de la información, reeducación de homosexuales por su empecinamiento, según la ortodoxia comunista, en el aburguesado vicio de la sodomía… que no ha llegado al extremo de su ejecución pública, no obstante, como en algunos países donde se aplica la sharia o ley islámica. Allí las perfomances sobre este capítulo se las traen. Son perfomances pero a lo bestia, con reos acusados de sodomía y ahorcados de grúas a más de 30 metros del suelo. Unas perfomances que ni las de La Fura dels Baus… y que jamás han contado con la pública y airada condena de Pedro Zerolo.

Como era de esperar el consulado cubano movió ficha y la gente contactada, Defensem Cuba, ICV y EUiA -vaya impronunciable ensalada de vocales- acudió a la contramanifestación no autorizada, pero, qué raro, permitida por Saura en el mismo lugar y hora. Lo que no es de extrañar pues entre ellos estaba un tal Miralles, otro de la cuerda de Saura, nuestro consejero favorito que alterna la limpieza de felinos domésticos con episodios de brutalidad policial para demostrar al respetable la amplitud y variedad de sus registros espirituales y de sus estados de ánimo. Que es Saura persona, en definitiva, de rica vida interior y llena de matices y contrastes.

Miralles, el de EUiA, también sostiene, cómo no, que lo de las torturas en Cuba es una trola, pura invención, una intoxicación más de agentes de la CIA. Que las descargas de alto voltaje con electrodos en los testículos que aplican en las comisarías a los disidentes también son una perfomance. Que en Cuba las torturas se practican únicamente en Guantánamo. Que esos malos modos son cosa de los yanquis imperialistas y que el camarada Fidel y su régimen tienen las manos limpias, casi tanto como los de ERC. Será porque las mutilaciones, las descargas eléctricas y las quemaduras con soplete las practican los agentes castristas con guantes de látex para no mancharse las manos con las salpicaduras de sus víctimas.

Son, en definitiva, apunta Miralles, meras perfomances… vale que menos divertidas que las juergas que se corren en Tropicana los esbirros europeos de Fidel, de mayor jerarquía, con bailarinas mulatonas y sandungueras, assssúcar, por cortesía del politburó de La Habana que escancia en sus copas daiquiris y mojitos por docenas y un buen y humeante veguero, un Lancero de Cohibas, cuando se dan un garbeo por la isla.





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