viernes, 4 de diciembre de 2009

¿Eres catalanista*?... ¿De cuánto estamos hablando?


En adelante… -y tras la avalancha de casos de corrupción (la punta del iceberg) que salpican el hasta ayer verdinal y fragante oasis catalán, nada que ver, eso nos decían, con esa pútrida y maloliente España marbellí y gürteliana-… cuando alguien le diga, aire altivo, dándose poleo, mirándole por encima del hombro: Pertenezco a tal o cual entidad o fundación catalanista… replique al punto: ¿Ah sí? ¿De cuánto dinero estamos hablando?... pues fundación y catalanismo (o entidad catalanista) son hoy dos términos de una fórmula trina que se completa con otro elemento… robo de fondos públicos.

Ésa es exactamente la gruesa recomendación dialéctica a no nacionalistas que propone Tolerancio**, pues son muchos años soportando calladitos, tragando quina, magistrales lecciones de catalanidad, de estilo catalán (expresión acuñada por Miquel Roca) y otras de semejante jaez y ya va siendo hora de darse un respiro y, por qué no, un desquite. A fin de cuentas el Alcorcón no golea todos los días al Real Madrid.

No sabe Tolerancio por qué ahora con toda la monserga estatutaria como telón de fondo. Sorprende que casos como Orfeó Catalá y Pretoria salgan en los noticieros-tv de las cadenas de ámbito nacional. Incluso, y no es broma, en TV 3, BTV y en la prensa escrita aborigen… (cuando no está ocupada publicando a golpe de pito editoriales conjuntos)… pues otras corruptelas anteriores apenas se colaron en los medios de comunicación como no fuera en la sección Breves o en esa otra llamada Intolerables ataques de Madrid a Cataluña por culpa de la catalanofobia mesetaria vigente desde tiempos de Maricastaña. ¿Por qué ahora? Si alguien lo sabe que levante la mano.

A lo que vamos. ¿Le han llamado alguna vez botifler (traidor)? ¿Mal catalán? ¿Renegado? ¿Charnego desagradecido? ¿Facha? ¿Intolerante? ¿Españolazo de mierda... u otras lindezas similares?...
Amplio, variado es el catálogo de insultos y descalificaciones que habrá soportado si se ha significado por su no nacionalismo resistente y militante. En el trabajo, con los amigos, incluso en familia… sabe de lo que hablo… y por qué no, también en la cafetería, con ese perfecto desconocido con quien trabó conversación, en mala hora, que sin tenerle la menor confianza se tomó la licencia de faltarle al respeto al no ver en usted a un habitante com cal (como es debido) del paradisíaco oasis catalán donde el amor a la patria, al terruño, es tanto, tan desaforado y sublime, que propicia una suerte de onda de santidad expansiva que inhabilita a la gente para cometer desfalcos y robos, impregnando cada rincón de la patria y cada alma patriota… onda expansiva contrapuesta al latrocinio, la falsía, la mezquindad y la hipocresía reinantes en esa puta España, Rubianes dixit, que no da más que para navajazos, caspa y romances entre toreros y tonadilleras.

Tolerancio se ha visto en alguna de ésas. Como una, ya ha llovido desde entonces, en la Facultad de Geografía e Historia donde cursaba estudios de Antropología. No tuvo mejor ocurrencia el pavín de Tolerancio que repartir unas octavillas con un amigo… (Ignacio, qué habrá sido de él)… en el vestíbulo de la Facultad solicitando, qué monstruosidad, una enseñanza bilingüe para todos los niveles educativos y un plan de estudios homogéneo de ámbito nacional. Todo transcurrió felizmente durante algo más de un minuto… hasta que uno de los papelotes cayó en las manos equivocadas y los intrépidos propagandistas fueron al punto rodeados, derribados, pateados en el suelo y escupidos.
La intervención de algunas universitarias evitó que sobre los yacientes estudiantes se abatiera una lluvia más recia aún de golpes y de sipiajos. Cierto que la tanda de puntapiés no la propinaron nacionalistas exclusivamente, a tenor de las cosas que se dijeron, sino también izquierdistas que proferían chabacanerías en español. Incidente doméstico, irrelevante, que casa a las mil maravillas con el guión sobradamente conocido, aunque a otra escala, de nuestra desmemoria histórica: la izquierda española (¿?) al servicio, ar, de los señoritingos nacionalistas.

A uno de los malos, un fulano que zancadilleó traidorzuelamente a Tolerancio, lo encontró después en un seminario del Departamento de Antropología asistiendo al hoy catedrático Jesús Contreras, notabilísimo maestro en el sutil arte de la repostería académica.

-¿Qué tal?... Ya veo que lo mismo vales para servir cafés que para dar patadas.

Tras esta breve digresión y volviendo a la corrupción desatada, estructural, connatural al catalanismo, en opinión de Tolerancio, ya se han alzado voces, cómo no, entre ellas la de Laporta… -aspirante a reyezuelo zulú de Cataluña-… que insisten en la consabida cantinela: Todos estos casos de corrupción que afloran en la prensa constituyen un nuevo y desvergonzado arrebato de catalanofobia. Cosas de la Brunete mediática, de la caverna españolista. Qué original. Así lo dijo el interfecto en una conferencia, de la que salió a hombros, en la Fundació Catalunya Oberta (Fundación Cataluña Abierta… a las subvenciones, claro… que dirige Prenafeta jr, hijo de un histórico ayuda de cámara de Pujol enjaulado en la actualidad por su implicación en el caso Pretoria).

También hemos sabido, eso sostiene el editorialista de El Periódico, que lo peor de estos casos no es la corrupción en sí, sino la actitud revanchista que se aprecia en algunos corrillos políticos de la capital. Mira tú qué cosa… lo peor de todo no es, pues, el trinque a manos llenas perpetrado en nombre de la patria irredenta sino la imagen que de nuestro choriceo autóctono tienen los de fuera… ¡Nos odian tanto!... ¡Es que no hay derecho!... Es decir, lo malo del oasis no es que no sea un oasis, esto es, una ciénaga… lo malo es que se diga que no es un oasis.

El sábado 14 de noviembre publicó el diario El Mundo que el exconsejero Pujals (gobierno CiU), artífice de la Ley de Inmersión Lingüística, está imputado en una trama, Can Domenge, de corrupción inmobiliaria en Mallorca. No lo hizo solito… -no nos referimos al desfalco monetario, sino al cultural y civil-… pero es el fulano que mayor protagonismo tuvo… (ayudado por docentes, sindicatos, jueces, padres de alumnos, silentes ciudadanos, prensa y la práctica totalidad del arco parlamentario, regional y nacional)… en la definitiva exclusión del idioma español del ámbito escolar.

Pujals está acusado, noviembre de 2009, de chorizo, de ladrón. Y puede que lo sea finalmente. Es decir, el mismo que no quiso que su hijo de usted estudiara en español, aunque sea lengua oficial y una de las más potentes del mundo y fundamental para la cabal formación de los escolares catalanes, es acaso un ratero, de guante blanco, pero un ratero. Uno de los tiparracos que promovió la idea, solidariamente con su gobierno… -y con los tripartitos posteriores-… de que su comercio, Colchonería Dulces Sueños, fuera multada por estar rotulada en ese indecente idioma, el español, que en Cataluña solo es apto, eso parece, para chachas, yonquis, ñetas, putas… y escritores de mérito que se forran publicando en español precisamente y que se hacen los suecos cuando les preguntan por la exclusión de ese mismo idioma de la escuela y de las instituciones.

Ha oído Tolerancio de labios de algún nacionalista, en confianza, que, en el fondo, no sería tan descabellado que se pudiera estudiar en castellano… sólo que detrás de esa reivindicación, figúrate, se esconde mala gente, fachas peligrosos. La purria, la hez del rancio españolismo. Sabemos, en cambio, y desde hoy todo el mundo, con absoluta certeza, quiénes están no detrás, sino delante y en contra: gente como Prenafeta, Alavedra, Bartu, el ex-alcalde de Santa Coloma (PSC, pues el PSC avala esas políticas excluyentes), algunas entidades y fundaciones, delictivas unas y bajo sospecha otras, y… para cerrar plaza, la guinda del pastel, el rufián, el presunto rufián de Pujals. Es decir, criminales… presuntos.

No sin razón, Carmen Leal, una de las más activas no nacionalistas, curtida en mil debates televisivos, le dijo en el plató de BTV a un apaniguado del nacionalismo, destacado dirigente de Ómnium Cultural: A ustedes lo que les aterra es que les quiten las subvenciones. Ómnium, ya saben, esa entidad que se beneficia del patrimonio de algunos ciudadanos que mueren intestados rebuscando en los bolsillos del finado minutos antes de recibir cristiana sepultura y arrebatándole el anillo a tirones y a mordiscos. Palabras proféticas.

Nunca habrá mejor ocasión para darse un desquite. De convocar una mani contra la corrupción perpetrada por el nacionalismo y disimulada siempre tras la bandera… -(pero una mani expresamente no nacionalista, nuestra, no como ésa convocada días atrás por 60 asociaciones, alguna de ellas acaso subvencionada, que reunió a 500 personas en la plaza de San Jaime tocando a 8’3 personas por entidad… convocada oportunamente para evitar que otros tomen la delantera... es decir, el viejo truco de enviademe unos cuantos manifestantes... )-… esa bandera que, acartonada, va camino de la lavandería, llena de cascarrias y sucedumbre.
Una mani contra la corrupción en nombre de la patria, con lectura de manifiesto ante el monumento de Rafael Casanova. Una mani con una bandera cuatribarrada en la cabecera a guisa de pancarta y en la bandera-pancarta inscrita una leyenda: Nacionalistas: no robad más en mi nombre, por fa.

¿Que es usted catalanista?... A mí, plim, pero… ¿De cuánto dinero estamos hablando?

* Advierte Tolerancio que, indistintamente, usa las voces catalanista y nacionalista, aún siendo consciente de su diferente alcance y significado. Es otro desquite. Muchos no nacionalistas que reclaman el derecho a la elección de lengua oficial en la enseñanza son al punto etiquetados (por catalanistas, progres y nacionalistas) como fachas, sin serlo… y a nadie le importa esa burda asimilación. Y, a fin de cuentas, algunos que dicen no ser nacionalistas, pero sí catalanistas, como el sonderkommando Montilla, actúan como si lo fueran… vamos que si actúan… así que todos juntitos en el mismo saco: catalanistas y nacionalistas.

** Y mejor decirlo: ¿De modo que es usted catalanista? ¿Ah, sí? ¿A cambio de qué?... antes de que la disidencia se convierta en delito a propuesta del liberticida Carod Rovira, como ha declarado tras las críticas al vergonzoso editorial publicado por buena parte de la amaestrada prensa local. Propuesta de Carod que será acomodada en el ordenamiento jurídico por el nuevo, y también amaestrado, Consell de Garanties Estatutàries, la réplica nativa del Constitucional que se han sacado los nacionalistas de la manga.






1 comentario:

Reinhard dijo...

Esto es lo que hay, amigo Tolerancio: en ese nuevo Tribunal de garantías hay un representante del PPC y los que llegaron en patera para "enriquecernos" se suman a la fiesta independentista, preparándose ya para ver de qué nacionalidad será el primer Sondekommando en una nueva Cataluña, mientras los curillas catalanes preparan los sermones para el día que la cosa se proclame. Asi vamos, pues.