jueves, 20 de marzo de 2008

Antiterrorismo post-electoral


El diario El Mundo en su edición del 14 de marzo de 2008 traía en portada unas declaraciones de ZP, especialmente repulsivas, que retratan a la perfección al personaje y nos trasladan una imagen nítida, precisa, de la visión meramente electoral que tiene el interfecto de la tragedia y lacra del terrorismo. En efecto, para ZP los resultados obtenidos por el PSE el pasado 9 de marzo son el aval que esperaba para no volver a tener tratos con el nacionalismo vasco encapuchado.

Las preguntas y consideraciones se activan al momento, se suceden en cascada. Quiere decir que la actitud de ZP frente al terrorismo, que la conveniencia o no de la negociación con ETA está sujeta a los resultados que su partido obtenga en las urnas. Podría uno pensar que si el PSOE hubiera logrado peores resultados, aún formando gobierno, ninguna consideración le impediría entonces seguir negociando con la gente de Thierry, el cafre que ordenó el asesinato de Isaías Carrasco, exconcejal socialista -sin escolta- de Mondragón.
O lo que es lo mismo, que si negoció con ETA durante la anterior legislatura fue porque no tenía tantos diputados como tiene ahora por las tres circunscripciones vascas. Luego la negociación o no negociación con ETA no depende de una cuestión de principios, de firmes convicciones democráticas frente a esos criminales y la ideología excluyente y aberrante que preconizan -el nacionalismo, ni más ni menos- o de una insobornable creencia en los fundamentos y resortes del Estado de Derecho, sino, como ya hemos dicho, de los resultados electorales, sujetos a mudanza, que hoy son unos y mañana pueden ser otros. Y que necesita votos detrás a carretadas para sentirse fuerte, porque por sí solo no lo es. En román paladín, y por establecer una comparación genital fácilmente comprensible, diremos que Zapatero no tiene ni el coraje, ni la entereza, ni la centésima fracción de cojones, por ejemplo, de una Regina Otaola, alcaldesa de Lizarza.

De este modo instauramos, también en el ámbito de la lucha antiterrorista el relativismo, en este caso electoral. Ya sabemos, como dijo en cierta ocasión ZP metido a chufletero avatar del príncipe Siddharta, que el terrorismo es un fenómeno que nace de la miseria, de un mar de injusticias, y esto es rigurosamente cierto porque todos hemos tenido ocasión de comprobar el aspecto famélico, desnutrido, harapiento y menesteroso de los chicarrones que, cocidos a chiquitos y pinchitos… -una de chipirones, Pachi… Julen ¿No viene ese marmitako?-… recluta la banda para integrar sus comandos. Y que a partir de ahora, tras las declaraciones de ZP, la solución del problema ya no pasará por la reparación de esas injusticias, sino por la persecución implacable… -uuuyyy-… de sus manejos criminales -esta vez sin titubeos, chivatazos policiales a la red de extorsión etarra que no hay manera que aclare el juez Garzón, ocupado como está persiguiendo genocidios por medio mundo, flirteos con Otegui o episodios de astracanada hospitalaria como la huelga de hambre a base de calditos y emparedados de Pan Bimbo de De Juana Chaos-.
Como queda dicho, la decidida represión del delito queda estrechamente vinculada al número de escaños que den las urnas a las listas del PSE y que el umbral electoral para partir peras con ETA es exactamente… nueve actas de diputado. Ni siete, ni ocho… nueve.

Nos dicen, lo avala la experiencia, que la mejor manera de negociar es desde una posición de fuerza, ventajosa para nuestros intereses y propicia para poner a la otra parte contra las cuerdas… posición de la que ahora disfruta, o eso cree, ZP. Tolerancio no tiene bola de cristal a mano pero se juega el bigote a que habrá nuevas negociaciones. Posiblemente, las cesiones de partida serán de menor calado, pues esta vez ZP, con más votos en el bolsillo, se siente acompañado y sus constantes guiños al PNV tras las elecciones apuntan que cambia de novia y que de momento le da largas a ETA y pospone sine die sus manoseos galantes con ésta. Que, por ejemplo, el anschluss vasquista sobre Navarra propugnado por ETA queda aparcado hasta nueva orden, ocupando su lugar una versión edulcorada del plan Ibarreche en formato de reforma estatutaria.
En el magín de ZP -sometido ahora a una tormenta neurocerebral, con dendritas y conexiones sinápticas a pleno rendimiento bailando el chiki-chiki, meditando detenidamente su futuro gabinete en los presidenciales aposentos del coto de Doñana- no cabe no intentarlo de nuevo. Si no pensara hacerlo no le habría importado revocar de una vez y para siempre el famoso mandato del parlamento, aprobado vergonzosamente durante la anterior legislatura, que autorizó ese flirteo inmundo con la banda terrorista, pero no lo hace para no cerrarse la puerta que él mismo abrió.

Cuando el macho alfa de la manada, aún siendo un tirillas y un cagabandurrias, se siente poderoso no se plantea nunca aparearse con una sola hembra, sino que pretende acoplarse a todas, como tonto. Una cosa es que el romance con el PNV progrese adecuadamente, véanse las declaraciones de Iñigo Urcullu que denotan una inmejorable disposición a la unión marital, y otra que ZP desatienda de golpe las necesidades de su fogosa mantenida, tan linda y misteriosa, con su capuchita y sus ojos esquinados recortados en la tela. ¿Por qué habría de cambiar de táctica y de alianza -cosa distinta es que amplíe su espectro, que incorpore otras nuevas- cuando le ha ido de fábula y ha mejorado sus resultados en las urnas?
Algunos replicarán que el diálogo no tiene caso porque la sangre de Isaías Carrasco aún está caliente… pero si no lo saben se lo dice a ustedes Tolerancio… la sangre derramada se enfría muy pronto… y que Sandra Carrasco no se lo perdonaría nunca y como ella miles de votantes. Recordaremos aquí para prevenir a quienes, humano es, se dejan llevar por la emoción del momento, que Eduardo Madina, que fuera Secretario General de las Juventudes Socialistas del País Vasco, perdió una pierna en un atentado y ha sido, en cambio, uno de los principales valedores de la negociación con los verdugos, proclamando, en su calidad de víctima, su indiscutible superioridad moral para censurar a quienes nos oponemos al más mínimo atisbo o indicio de entendimiento con los pistoleros del nacionalismo encapuchado. Ya lo insinuó el genial Bambino… se puede querer a dos mujeres a la vez y no estar loco…


Despacho de futura hora.- España retirará en breve sus tropas de Kosovo, no porque reconozca o no el nuevo estado proclamado unilateralmente, sino por causa del atentado o emboscada que los radicales serbokosovares infligirán al contingente español. Podrá sorprender este funesto vaticinio, sobre todo porque hemos visto en la prensa y en los noticieros manifestaciones serbias encabezadas con banderas españolas, pero una vez desatadas las hostilidades, los serbios contrarios al nuevo estado dirigido en la sombra por delincuentes islamistas de la UCK, elegirán el contingente militar más sensible a un atentado, con el efecto previsible de la retirada del mismo ordenada por su gobierno a fin de obtener una gran repercusión mediática ante la opinión pública mundial. Y todo ello porque la fiabilidad de España como aliado en una situación de confrontación abierta es nula, pero el repliegue o retirada de sus tropas puede rentar un aceptable efecto propagandístico. Evidentemente las autoridades serbias jamás admitirán su participación en los hechos, imputándolos, cómo no, a elementos incontrolados. Siempre que no se adelanten los albanokosovares. Pero esta es una muy distinta historia que da para otra bitácora.



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