sábado, 13 de diciembre de 2008

DIE WELLE/ L'ONADA


Cuando el profe, transformado circunstancialmente en señor Wenger, Herr Wenger, anota en la pizarra las características, una por una, que configuran un régimen político que llama autocracia, un no nacionalista no se sorprende, aunque se le erice el vello, porque se las sabe de memoria, tanto que anda tentado de saltar dentro de la pantalla, tomar la tiza y completar la lista de carrerilla.

La pregunta que el profe formula a sus alumnos es:
-¿Sería posible que algo así sucediera en Alemania?
Todos los chicos, sorprendidos, responden que no, que con el nazismo el país ya llevó lo suyo.

Las características desglosadas son: una ideología, disciplina, pertenencia al grupo, una liturgia, un saludo, represión de la vanidad y de las tendencias egoístas del individuo en aras de la causa comunitaria, nacionalismo extremo y rechazo y hostilidad a los disidentes, además de la fatal confluencia de unos cuantos indicadores económicos, entre ellos un desempleo desatado. ¿Más pistas? ¿Alemania 2008?

Los no nacionalistas catalanes no necesitamos volar más de mil kilómetros para percibir a diario esos mismos síntomas al doblar una esquina… cierto que a otra escala o escenificados de otra manera, menos teatral… aunque no siempre, pues los desfiles nocturnos con antorchas y las hogueras forman parte últimamente del hit-parade simbólico y vandálico de nuestros olistas, que así se llaman los chicos que ingresan en la pandilla. En la peli se identifican por medio del ornato indumentario. Visten camisas blancas que no pardas para que el paralelismo histórico no sea tan evidente.

Una chica, la prota, percibe pronto el peligro que entraña el experimento docente, se distancia del entusiasmo de sus condiscípulos y se sale del grupo adoctrinado e inaugura la categoría maldita de disidentes o forajidos con la cabeza pregonada. Algunos de sus compis, en cambio, se zambullen en la ola a sus anchas. Por fin dan con algo que llena su vida de sentido. Un sentido que anticipa el trágico desenlace. La ola les abraza, les mece en su seno. No importa que sean feos o gilipollas: hay un sitio para todos en la ola.

No lo creerán, pero la cosa tiene guasa… -a la película no le falta detalle para tirarle a uno de la lengua-… nuestra heroína refractaria a la masa adocenada, transformada paulatinamente en temible unidad de asalto y dispuesta a engullir toda Alemania, toma clases particulares de español para cumplir uno de sus sueños que es venir a estudiar, suponemos que becada, a… ¿lo adivinan?... ¡¡¡A Barcelona!!!
¿Qué le habrán contado a la pobre?... Sin duda Kora, que así se llama, no se conecta a la página web de la Tolerancia, ni lee The Economist, ni se ha dado un rulo por nuestra embajadilla en Berlín para ponerse al día de las peculiaridades de nuestra cultura autóctona, del nostre fet diferencial, ni sabe palabra del cafre de Tardà… ni falta que le hace, pues la chica es una monada, tiene toda la vida por delante y nadie le desea tan ingrata y horripilante experiencia. Kora fue al cine, se figura uno, vio Vicky, Cristina, Barcelona y desde entonces sueña con romances apasionados a la luz de la luna, entre los retorcidos arcos del Parque Güell que ha confundido en su volandera y juvenil imaginación con los fragantes jardines del Generalife.

La película vale la pena aún con entrañables chuflas como ésa. Die Welle, se titula. ¿Quién no ha sentido alguna vez en el cogote el aliento, el estremecedor rugido de la ola… de l’onada?

1 comentario:

miguel angel dijo...

Tras un a lectura atenta de esta obra literaria, podría decirse que la ola (l´onada)es un producto que debe dirigirse al septimo arte. Resulta evidente que podría ser la trama argumental de una película, a la cual se le podría añadir el califificativo de histórica,no por el hecho de su antigüedad sino por la realidad del presente y pasado que detalla en su trama argumental.
Eso sí, al final de la película y tras los títulos de crédito debería de figurar el tan manido comientario "cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia", no vaya a ser que alguien o alguna organizacion de cualquier tipo se sintieran aludidos...