domingo, 14 de octubre de 2007

Criteria Caixa Corp


Aunque mínima, una parte del holding empresarial de La Caixa, Criteria Caixa Corp, se financia gracias a la modesta aportación mensual de Tolerancio a los números mastodónticos del gigante financiero. Meses atrás, tenía Tolerancio su nómina domiciliada en una sucursal de La Caixa, pero el muy simplón decidió transferirla a otra entidad bancaria luego de la aparición en prensa de la condonación de intereses sobre un préstamo multimillonario de La Caixa al PSC, siendo entonces el hoy Molt Honorable President y sonderkommando del catalanismo por antonomasia, don José Montilla, Secretario General del partido nacionalista federado al PSOE.

Y decimos acertadamente el muy simplón de Tolerancio a cuento de la transferencia de su nómina a otra entidad porque la banca en su conjunto, bajo un logotipo u otro, cual sea su razón social, geográfica, tiende a prestar dinero en condiciones ventajosas a los partidos políticos de mayor nombradía en la certeza de que ese gesto dadivoso será recompensado. Cierto que Tolerancio desconoce las obediencias y relaciones clientelares de la advocación bancaria que amorosamente tutela ahora sus irrisorios fondos -no es Tolerancio ningún magnate de las finanzas- pero seguro que los hay y que los podría descubrir a poco que le diera por huronear.

La reacción de Tolerancio fue un pronto motivado por el affaire condonación parcial a cambio de una manita gubernamental en la primera OPA a Endesa; asunto connotado por, acuérdense, boquimuelles inseminaciones… resultando que la manita que echó Montilla en su día como ministro de Industria, qué ministro, adquirió hechuras rayanas en la mamporrería, disciplina en la que se ha revelado el interfecto como un consumado especialista. En definitiva, la banca siempre está a partir un piñón con quienes tienen mando en plaza. Para muestra un botón: véase al señor Botín la mar de sonriente junto a ZP en una reciente entrevista, seguro de incrementar a corto plazo su apellido sea Fulanito o Menganito su interlocutor.

La transferencia de nómina a otra entidad bancaria fue acompañada de una retirada de fondos, exiguos, pero fondos, salvo una parte mínima, unos 280 €, que Tolerancio dejó allí de retén por causa de un ingreso pendiente, ya aprobado pero impagado a los vecinos -ha transcurrido más de un año- procedente de la administración local. Se trata de un gasto de rehabilitación -que salió, en su parte alícuota, de los porosos bolsillos de Tolerancio a la espera de una reposición parcial de fondos vía subvención- de una finca catalogada, verdaderamente horrenda, que al parecer tiene algún interés arquitectónico, pues fue edificada en la época de la Exposición Universal de 1929. Finca que obedece al estilo funcionalista, deudo del Novembergruppe y la Bauhaus, aun siendo muy poco funcional, pues el hueco de la escalera es tan estrecho que no permite la instalación de un ascensor, siquiera monoplaza. Pero en la docta opinión del experto comisionado por la municipalidad, estamos ante una auténtica joya influida por todo un Mies van Der Rohe… aunque hay que mirarla mucho y con detenimiento para atisbar un ápice de dicha influencia.

Lo cierto es que Tolerancio no toca los pírricos fondos durmientes de su cuenta de La Caixa aguardando el ingreso de la subvención de marras para liquidar de una vez hasta el último céntimo. Mientras llega ese día -¿Lo verán sus ojos?- recibe una carta mensual de la estrellita azul de cinco puntas. No hay movimientos registrados desde hace meses en esa modestísima cuenta, tan modesta que contaba el titular con que se olvidaran de ella, pero la carta no falta a su cita mensual en el buzón para notificarle que la entidad remitente le cobra al cliente por ese acto de correspondencia epistolar la friolera de 0’30 €, esto es, los 30 céntimos del sobre, la cuartilla de papel, la tinta de la impresión, del franqueo -que la entidad no paga a Correos- y del reparto domiciliario.
De tal modo, y disculpen que ese zote de Tolerancio no sepa escanear un documento, que su saldo a fecha 31 de julio de 2007 era de 274’26 €. Y a fecha 01 de agosto por concepto correspondencia -impuesta el 30/06/07- tras la resta pertinente de 0’30 €, de 273’96 €. El interesado ya ha recibido la correspondiente al mes de agosto y sus fondos han experimentado una nueva y significativa merma de 30 céntimos, hasta 273’66 €. En definitiva, le mandan una carta para decirle que le cobran esa misma carta, según las tarifas de Correos pero por debajo del coste real de franqueo. Sensacional.

Así se amasan las fortunas y se erigen las grandes corporaciones, céntimo a céntimo, rascando uno de aquí y otro de allí. Cuando saltó a la opinión pública el escándalo de la condonación del préstamo concedido al PSC, La Caixa, ágil de reflejos, y para restañar su imagen algo deteriorada se apresuró a patrocinar la selección española de fútbol. Pero ya sabemos como son estas cosas, poniendo una vela a Dios y otra al Diablo, subvencionando una selección por aquí y, si se tercia, otra muy distinta por allá, o una plataforma o lo que nos pongan delante.
Por eso, por esos 30 céntimos mensuales, Tolerancio entiende que Criteria Caixa Corp, es en parte fruto del expolio de sus haberes, aunque en una fracción insignificante. Recuerda el afectado una página web que, tiempo ha, visitó un día al azar. Era la página, visual y ocurrente, del hoy desaparecido INN, el primer partido explícitamente no nacionalista que, generoso y avisado de las urgencias históricas, corrió a disolverse en Ciudadanos. Una de las originales propuestas de aquellos precursores del no nacionalismo para hacer burla icónica del régimen consistía precisamente en una aportación a la simbología patria. Era la bandera catalana con el triángulo azul del separatismo e inscrita en su interior la estrella solitaria de cinco puntas… de La Caixa de Pensions. Un ejercicio satírico y soberbio de deconstrucción nacional -lo que son las recetas de Ferrán Adriá a la tortilla de patatas- que, desgraciadamente, no tuvo demasiada difusión, pues, como todo el mundo sabe, el no nacionalismo es un tanto remiso a abandonar su hábitat natural: las conferencias, que están muy bien, por otra parte.

2 comentarios:

Josefina dijo...

Tienen, según como se mire, gracia estos de "La Caixa". Nunca "La Caja" pues perderían parte de su caché como afines al catalán más puro.
Sólo que esa ideología usada en el resto de España, como que no pega.
Pero si que "pegan" sus oficinas por todo el territorio nacional.
Cuando te paseas por Andalucía, por ejemplo, y ves "Caja General de Ahorros de Granada", "Caja de ahorros de Cordoba Unicaja", "Cajas Rurales -las que ayudan a los agricultores" y a continuación "Caixa de pensions y estalvis" se me vienen a la mente todos esos emigrantes andaluces que van a Cataluña temporalmente a trabajar en la hostelería -por ejemplo- y vienen aqui, a su tierra en invierno con esos ahorrillos de todo el verano "pringaos" que han pasado y los ponen en su cuenta de "la Caixa" que tan amablemente ha tenido a bien venir a establecerse allende sus fronteras patrias (Cataluña)pero sin olvidar nunca sus raices (Caixa, nunca Caja)a llevarse nuevamente su sudor para su "terreno", o sea, que se lo llevan dos veces. Una en especie y otra en dinerito contante.
Menos mal que algunos catalanes, quizás en nómina de "la Caixa", vienen aqui a veranear por aquello de que hay que ver mundo, y nos dejan algunas migajas de lo que, a lo mejor, ha pertenecido a "la Caixa".

Rafael del Barco Carreras dijo...

LAS “CAJAS DE AHORRO” CATALANAS.



Rafael del Barco Carreras



Transformarse en BANCOS PUROS Y DUROS no les ha sentado bien. De “instituciones benéficas” invirtiendo el ahorro popular en un 50% en “Deuda Pública o similar”, un mínimo en minicréditos personales avalados por dos “solventes”, y el grueso en hipotecas a doce años que no alcanzaban el 40% del valor, o selectos edificios de señoriales viviendas alquiladas a precios de favor a las poderosas clases medias y altas “oficiales”, a dedicarse a todo tipo de operaciones bancarias ha resultado una excelente idea para políticos y dirigentes, y muy “mala” para las instituciones.

Si el siglo diecinueve consolidó la industria catalana, el veinte, sus revoluciones y crisis, quebró todas las creaciones bancarias de sus ricos burgueses. Pero aquello no tiene nada que ver con lo actual, únicamente en el resultado, con evidentes diferencias, los actuales “banqueros”, o mejor “cajeros”, se sienten IMPUNES E INMUNES, aunque soplan vientos que afectan sus nervios. Existen denuncias por fragantes delitos de “cajeros” de segunda fila. No hace poco una sucursal de una caja en Gerona fabricaba créditos de hasta 20 millones de pesetas. Sociedades quebradas aparecían en los ordenadores y expedientes con relucientes balances y datos registrales “debidamente valorados”. El tema se halla “aislado” en silencioso sumario. Apenas una anécdota si se observan los créditos de las cajas en las últimas macroquiebras inmobiliarias. La "caixa dels trons"..

Una excepción, LA CAIXA. Su capacidad y potencia bajo la férrea dirección de sus selectos franquistas, Vilarrasau y Samaranch, la amurallaron ante las bárbaras huestes del progresismo y nacionalismo catalán capaces de fundir cualquier impresora de billetes, aunque algunas leyes han dinamitado varios de sus endogámicos pilares. El Poder fáctico por antonomasia en Cataluña rebasa por las cifras y su actuación a nivel nacional y mundial cualquier consideración local.

E irrumpe un personaje clave para crisis de gran calado, Narcís Serra, pretendiendo arreglar el gran desaguisado. La calificación de MOOY´S en “perspectiva negativa”, el despido del Director General, y la última captación de dinero, 1.750 millones de € en cédulas hipotecarias en el Mercado Mayorista de Emisiones, por la Caixa de Cataluña con intereses por encima de los aplicados, indican sin género de dudas que el “negocio” está en una desaforada huida hacía adelante al “coste que sea”, hasta que Corbacho y Montilla enderecen el entuerto convenciendo a su jefe Zapatero. Solo hace pocos meses se dedicaban esos importes a conquistar sillones en corporaciones, multinacionales o semimonopolios, anunciando además millones de ganancias en compraventas que más parecían la del diamante entre amiguetes que operaciones reales. Un calco en grande de la vieja época del Pelotazo.

Acabado un ciclo próspero en captación de dinero, se encuentran igual que el sector bancario de los 70 y 80, arrasado por el pillaje y las aventuras financieras de todo tipo. El arreglo es fácil, se fusionan, la caja resultante obtiene más dinero “oficial”, o se fusiona a la vez con la CAIXA, y se contabiliza el desastre en una cuenta, que se “provisionará o amortizará” durante décadas en que la inflación multiplicará por diez los números globales. Una jugada maestra para el gran Serra que conquistaría la tan soñada presidencia, el cargo más importante de Cataluña, President de la CAIXA. La “única”.