viernes, 30 de noviembre de 2007

Sonderkommando a título póstumo


Tolerancio enterró antes de tiempo a Paco Candel. No había llegado aún la hora del periodista y escritor que falleció -esta vez de veras- el pasado 23 de noviembre. Fue el finado uno de los máximos exponentes del nacionalismo sonderkommando, es decir, aquella modalidad subalterna de nacionalismo que consiste en la aceptación entusiasta de las tesis identitarias y su difusión con fervor apostólico particularmente entre los no catalanes de nacimiento. Pero la denominación podría ser otra como proctonacionalismo, término éste que, por descriptivo y no exento de cierto lirismo anatómico, Tolerancio halla de su agrado y pone en circulación para contribuir altruistamente a la elaboración de un vocabulario instrumental útil para acometer un ponderado análisis de las especificidades de la política local.

El difunto, hombre de modestos orígenes y austero modo de vida, destacó por su inconmovible fidelidad al nacionalismo sonderkommando y, hay que reconocerlo, nunca le preocupó sacar tajada de su ejemplar sumisión a las tesis catalanistas, a diferencia de otros correligionarios, diligentes y serviles en el trasiego de jofainas o palanganas como los periodistas Luis del Olmo, Julia Otero o Justo Molinero. Jamás modificó sus planteamientos y nunca dudó en prestar sus escritos a la causa del asimilacionismo que en Cataluña ha sustituido en las últimas décadas cualquier segmentación social en aras de la cohesión y de la vertebración nacionales, siendo impagable su tarea proselitista entre trabajadores y organizaciones sindicales, hermanadas éstas últimas con la burguesía industrial y financiera catalana, antes franquista, Lara padre, y ahora catalanista, Lara hijo, bajo los auspicios de la misma y sagrada bandera que, en Cataluña, los sindicatos hacen suya encajando lacayunamente sus siglas entre las cuatro barras.

Paco Candel no tuvo otro amo que la clase política local. Y en esa obediencia fue siempre el mejor, sino insustituible, casi, pues para esas funciones domésticas son legión los postulantes, aunque ninguno a su nivel y por eso fue en vida colmado de honores y distinciones, mas nunca codició prebendas o soldada. Lo hacía de grado y completamente gratis. Fue, cuando tocó, un buen charnego -como hubo en América buenos negritos, siempre laboriosos a la hora de satisfacer los caprichos del amo-… y así colaboró ancilar y voluntariosamente en la modificación del esquema clásico de confrontación entre capital y trabajadores por la configuración estratégica de un frente más amplio y pasteleado entre el primero, el capital nativo, y las cúpulas sindicales, representantes más o menos legítimos de los segundos, contra el enemigo exterior, dando pábulo y marchamo al victimismo lacrimógeno que nuestros políticos -nuestros es un decir- han cultivado con denuedo y perseverancia durante estas tres últimas décadas.

Sucede que unas bitácoras atrás, al hablar de algunos sonderkommando de notable relevancia, citamos entre ellos a Paco Candel dándole por muerto. El error fue advertido por un buen amigo de Tolerancio y al punto le comunicó la falsía del óbito apresurado. No obstante, tras una conversación telefónica, decidieron ambos, administrando el viático con fatídica antelación, que era muy probable que Paco Candel hubiera pasado ya a mejor vida y disfrutara entonces en un rinconcito de la eternidad catalanista desempeñando tareas consonantes a sus cualidades… como llevar las pantuflas a angelotes de nacionalistas de probado pedigrí como mosén Xirinachs y otros, además de abanicarles y acicalar las plumas de sus alones sobre el gosipino regazo de una nube.

Por esas fechas Tolerancio había puesto en marcha una encuesta entre su incontable muchedumbre de lectores -que reclaman sin descanso más bitácoras como aúllan los toxicómanos por una nueva dosis narcótica- para fallar el premio recientemente instituido al Sonderkomamando del Año en su edición de 2007. Hasta ese momento la tabla clasificatoria arrojaba la siguiente y reñida composición:


-Sonderkommando Montilla: 34 votos.
-Sonderkommando Jose María Álvarez (UGT): 26 votos.
-Sonderkommndo Justo Molinero: 21 votos.
-Sonderkommando Pepe Rubianes: 19 votos.
-Sonderkommando Julia Otero: 16 votos.
-Sonderkommando Luis del Olmo: 13 votos.
-Sonderkommando Lara Bosch: 11 votos.
-Sonderkommando Enric Sopena*: 10 votos.
-Sonderkommando Els Altres Andalusos: 8 votos.
-Sonderkommando Pachi López (PSE) **: 5 votos.
-Sonderkommando Paco Candel: 3 votos.
-Sonderkommando Ildefonso Falcones***: 2 votos
-Sonderkommando Raúl Tamudo****: 1 voto.

La clasificación provisional demuestra que algunos votantes sabían perfectamente que Paco Candel no había fallecido aún, si bien Tolerancio, al procesar los datos, entendió, equivocadamente, que su energía y vehemencia a favor de la causa nacionalista había sido tal que se colaba su candidatura entre los más votados por la fenomenal irradiación de ultratumba de su catalanismo adoptivo, dispuesto a ganar batallas una vez muerto, como el mismísimo Cid Campeador.

Por todo ello Tolerancio ha decidido dejar sin efecto la votación para honrar con un galardón a la sonderkommandía nacionalista a título póstumo y como premio a una dilatada trayectoria a Paco Candel, sumándonos con afecto y respeto a las pompas institucionales en homenaje a tan ilustre y llorado personaje. Ya tendrán los candidatos anteriormente citados, no nos cabe la menor duda, ocasión de aportar renovados motivos para saborear las mieles del triunfo en futuras ediciones.

Asimismo una idea malévola, como un futilazo eléctrico, cruzó meteóricamente el magín de Tolerancio y una sonrisilla despreciable, de hiena, iluminó malignamente sus poco agraciadas facciones. Quizá, el muy pérfido, esté investido, sin saberlo, de un don profético para el mal. Esa hipotética circunstancia nos trae a las mientes aquella cita que dice los muertos que vos matáis, gozan de buena salud… no siendo aplicable en sentido estricto al caso que nos ocupa, pues en relación al finado, don Francisco Candel que en gloria esté, consumido por imperativo de la edad y por una terrible enfermedad y una dolorosa agonía que a nadie deseamos por el sufrimiento que acarrea, no solo al paciente, sino a parientes y allegados, habría que modificar la cita original diciendo gozan de mala salud y por muy poco tiempo. Por esa razón, sospechando Tolerancio ignotas y nigrománticas cualidades como augur sepulturero sopesa la posibilidad de iniciar una serie de bitácoras-obituario en honor de significados sonderkommando del nacionalismo, aún vivos, para ver si, conforme al principio de la magia simpática formulado en su día por el antropólogo Lucien Levy-Bruhl, se repiten los mismos y funestos resultados enunciando el mismo error anticipatorio: similares causas producen similares efectos. Si la ley se cumple, nos habríamos de ver, a no mucho tardar, en próximos velatorios

Notas aclaratorias sobre el cancelado premio al Sonderkommando 2007:

* Siendo el sectario periodista Enric Sopena nacido en Cataluña, y no teniendo que suplir un déficit de catalanidad biológica o genealógica, opta motivadamente al premio sonderkommando pues en multitud de ocasiones definiéndose como no nacionalista actúa y habla como el más furibundo converso, bailándole el agua al nacionalismo y sus tesis con ejemplar sentido del deber y un grado de servidumbre que rebasa en mucho las habituales funciones de la mayordomía.

** La sonderkommandía nacionalista no es un fenómeno exclusivo de Cataluña y también computan los votos en favor de quienes desempeñan funciones idénticas en otras regiones. El caso de Pachi López es paradigmático, besando el interfecto con ansia y frenesí el negro y pestilente trasero de quienes han asesinado de un tiro en la nuca o despanzurrado de un bombazo, entre otros, a sus compañeros de partido.

*** Por su presencia en la feria de Frankfurt y su buena disposición a encerar a lengüetazos apéndices y extremidades de los gerifaltes nacionalistas.

**** Lamenta profundamente Tolerancio la irrupción en la tabla de Raúl Tamudo, centrodelantero del RCD Español de Barcelona, equipo del que es aficionado, pero el citado deportista ha contraído méritos suficientes para figurar en el listado tras sus declaraciones innecesarias e insinceras -en una revista editada por una de esas Plataformas generosamente financiadas a cargo del deficitario y expoliado erario autonómico- a favor del reconocimiento y participación de las selecciones catalanas en torneos internacionales. Decimos insinceras porque presumimos y nos consta que a Raúl Tamudo solo le interesa la selección nacional española y que la catalana le importa poco menos que un pimiento, pero que, rastrera y cobardemente, se ha prestado a realizar dichas declaraciones para evitar el apedreamiento de su vivienda, entre otras cosas, por haber colaborado activamente en privar del último título de liga al club rival de la ciudad y representativo del régimen.


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1 comentario:

Reinhard dijo...

Apreciado Tolerancio:
Qué gran obituario. Fíjese usted que el nacionalismo, aun siendo bastante uniforme en su conjunto, posee diferentes matices en la forma. La muerte. Dos ejemplos bien diferentes: Xirinachs, amargado por la opresión española, y también francesa, se pasa los mandamientos de la religión que profesaba por el forro de sus caprichos y se autofactura al otro barrio, al estilo Nuremberg, o sea, la horca.Candel, otro amargado por el toro de Osborne y también creyente, aguanta el tipo ante una dura y penosa enfermedad y no pide la eutanasia, ni por activa ni por pasiva, esperanzado, ya sabe usted que la esperanza es lo último que se pierde, ante la llegada de la Indepedencia, verla, al menos, tocarla, como al conejo de la Loles, con la punta de los dedos.
Dos liturgias. Dos desplantes ante la muerte. Dos víctimas.Un verdugo: España.
Salúdole.