Llevaba Pachi López unos días con la boca cerrada y el hombre no aguantaba más mordiéndose la lengua y ha decidido retomar su inveterada costumbre de decir cosas que hielan la sangre. Ha sido a las pocas horas, unas 24, de que Zapatero dijera que no al plan/ referéndum soberanista de Ibarreche.
Un día alguien con la mente clara, de pensamiento agudo y dotado para la síntesis, nos explicará este galimatías, esta suerte de astracanada, el último acto de esta comedia de enredo… ¿comedia?... -llevamos más de mil asesinatos-… que principió su escenificación, eso piensa Tolerancio, con el tête à tête en Perpiñán del gobierno tripartito de Maragall con la cúpula etarra.
Acudió Ibarreche a La Moncloa pensando, no sin razón desde su óptica nacionalista, que Zapatero no podría reprochar nada ni poner un pero a su famosa consulta. A fin de cuentas todo cuanto pide el lehendakari al gobierno de la nación, de naciones, está contemplado en los compromisos suscritos meses atrás por los emisarios de ZP y de ETA en las diferentes cumbres diplomáticas celebradas en el santuario de Loyola y otros lugares.
La condición sine qva non que nos vendieron ZP y medios de comunicación afines para alcanzar un acuerdo con ETA era la ausencia total de violencia, a pesar de que las negociaciones se mantuvieron para tomar la temperatura o para no cerrar puertas definitivamente, eufemismos repulsivos, después incluso del atentado de la T4 de Barajas.
Y claro, Ibarreche, aprovechó para decir que esa condición, ausencia de violencia, la cumple el gobierno tripartito vasco a rajatabla, PNV, EA y el chico de Llamazares en Ajuria-Enea, Madrazo, ese hombre que tanta admiración y respeto inspira… pues ellos no han despanzurrado a nadie de un bombazo. Ni falta que les hace, desde luego, pues esa particular misión es competencia exclusiva, en un eficaz reparto de papeles, de los comandos de ETA… esos comandos que, según Arzallus, también se juegan la vida, conforme a la teoría sobradamente conocida que se resume en que unos agitan el árbol y otros recogen las nueces.
Cabe que Ibarreche esté celoso del idilio habido entre ZP y ETA. ZP autoriza reuniones con los chicos encapuchados, dice que son hombres de paz, acomoda a De Juana Chaos en una suite clínica, promueve homenajes florales de actrices y cantantes comprometidas -¿con qué?- a la abogadesa Goiricelaya, permite chivatazos policiales a la trama de extorsión terrorista y tarda meses en atribuir a la siniestra banda el robo de 400 pistolas en una armería francesa… -con una de ellas tirotearán a Isaías Carrasco, exconcejal socialista de Mondragón-… los cócteles molotov contra comercios son actos de delincuencia común, minimiza los efectos de los atentados asegurando que los terroristas no tenían intención de matar, y cuando matan, los portavoces gubernamentales y el mismo ZP describen los crímenes como trágicos accidentes, lleva la negociación al parlamento europeo, que, por cierto, se pliega en votación solemne a esas nauseabundas conchabanzas y legaliza, vía Conde Pumpido, listas electorales en los municipios con mayor implantación pro-etarra. Y encima les ofrece Navarra. Quizá olvidamos alguna felonía más, pero este listado de concesiones es lo sustancial.
ZP, archipámpano del diálogo y del talante, ofrece todo eso a ETA, brazo armado del nacionalismo, que mata, a cambio de la paz, pero se lo niega a Ibarreche, al PNV, brazo civil del nacionalismo, que no mata, por así decir. Menudo lío. No hay quién lo entienda. Eso sí ZP, atento al protocolo, tanto como su vicepresidenta, que se retrata hoy con un polígamo, mañana con un rebanador de clítoris y pasado, velo incluido, junto a un ahorca-gays de la Persia jomeinita, recibe a Ibarreche con una ikurriña en la escalinata de La Moncloa para crear un consolador ambiente de bilateralidad diplomática.
Pero a lo que vamos… tras la negativa al plan Ibarreche sale Pachi López que habla, claro es, como el muñeco de un ventrílocuo, por boca de su jefe, y oferta un nuevo plan, pero éste vinculante y con todas las de la ley. Una propuesta de referéndum, que es casi lo mismo, pero corregido y aumentado, que el de Ibarreche, con construcción de la nacionalidad vasca incluida, y que el PNV no podrá rechazar, superado el filtro en el parlamento autonómico, y en caso de recurso, aprobado o aceptado por el TC, una vez que, muy oportunamente, ha pasado a mejor vida un magistrado indócil al diseño confederal que para España pretende ZP.
Queremos decir: recurrido por ZP ante el TC el plan Ibarreche, éste no prosperará. Pero el ZPachi-Plan, en caso de recurso -si alguien se ve con ánimo de presentarlo-, sí, pues para eso cuenta el gobierno con la anuencia del citado Tribunal… abroncando en público, en caso de duda, a su presidenta como ya hemos visto en alguna ocasión. Además, el PNV no votará en contra del ZPachi-Plan en el parlamento vasco por pragmatismo, entendiendo que es una superación del actual marco estatutario y que consagra el llamado derecho a decidir, y que, por lo tanto, es un avance, un pasito más en aras de la plena soberanía política… por mucho que le duela la ofensa recibida. Enfado comprensible, pero que puede solventarse con una tila y una liviana medicación ansiolítica.
Algunas cosas encajan. Si uno mira el diario El Mundo, en su edición del día 2 de mayo de 2008 -toda una fecha-, verá una entrevista a Javier Madrazo, de EB, la franquicia vasca de Llamazares, en la que dice el interfecto -que luce aspecto cebón y una cara de tonto de baba que tira de espaldas- que Si Zapatero rechaza la hoja de ruta (se refiere al plan Ibarreche) que haga otra propuesta. Madrazo, que con sus votos avala que en Osakidetza, la sanidad pública regional, puntúe más saber vascuence que no un doctorado o un master para ocupar una plaza de cardiólogo o de cirujano, por ejemplo, hace con estas declaraciones un guiño al PSE para conformar una mayoría alternativa a la actual de cara a próximos comicios. Si no se equivoca Tolerancio, las elecciones regionales al parlamento vasco están a la vuelta de la esquina.
Pero para que el tejemaneje cuele -un hipotético acuerdo PSE-EB, y algún otro, para descabalgar al PNV- es indispensable que la propuesta parta de la fuerza que goce de mayor respaldo para así conferir a la iniciativa un plus de legitimidad o de autoridad, diremos que moral. Y eso ya ha sucedido, el vuelco electoral, en las últimas generales tras el asesinato de Isaías Carrasco que, dicho fríamente, no ha perjudicado al PSE, convirtiéndose en la fuerza más votada en las tres circunscripciones vascas… si bien no queremos insinuar, como han hecho algunos comentaristas cínicos y desalmados, que el mismo PSE haya sugerido a ETA que sacrificar un peón, un exconcejal sin escolta, por ejemplo, le iría de perlas para ganar simpatías y las elecciones y formar, tras las autonómicas en ciernes, un gobierno facultado para proponer y aprobar un plan, distinto al de Ibarreche, pero muy parecido, y al gusto abertzale. Un plan demandado por terceros, Madrazo, que ya lo ha hecho, y anunciado por Pachi en una soberbia, aunque complicada, mise en scène. Auténtico encaje de bolillos. Con la ventaja, acaso, para el entorno de ETA, de desplazar al PNV, a medio plazo, como representante natural del nacionalismo.
Que no se han cerrado todas las puertas a una entente cordiale con ETA lo demuestra el paripé o fantochada de las mociones éticas promovidas por el PSE y presentadas en los ayuntamientos con alcalde de ANV destinadas, cómo no, a mantenerlos en su puesto y con la vara de la alcaldía en la mano, pero trasladando a la opinión pública un guiño mendaz, un conato de rectificación para cubrir expediente tras la escandalosa legalización de listas, en este municipio sí y en aquel otro no, por orden expresa del gobierno al Fiscal General, encantado con ensuciarse la toga con el polvo del camino.
La condición sine qva non que nos vendieron ZP y medios de comunicación afines para alcanzar un acuerdo con ETA era la ausencia total de violencia, a pesar de que las negociaciones se mantuvieron para tomar la temperatura o para no cerrar puertas definitivamente, eufemismos repulsivos, después incluso del atentado de la T4 de Barajas.
Y claro, Ibarreche, aprovechó para decir que esa condición, ausencia de violencia, la cumple el gobierno tripartito vasco a rajatabla, PNV, EA y el chico de Llamazares en Ajuria-Enea, Madrazo, ese hombre que tanta admiración y respeto inspira… pues ellos no han despanzurrado a nadie de un bombazo. Ni falta que les hace, desde luego, pues esa particular misión es competencia exclusiva, en un eficaz reparto de papeles, de los comandos de ETA… esos comandos que, según Arzallus, también se juegan la vida, conforme a la teoría sobradamente conocida que se resume en que unos agitan el árbol y otros recogen las nueces.
Cabe que Ibarreche esté celoso del idilio habido entre ZP y ETA. ZP autoriza reuniones con los chicos encapuchados, dice que son hombres de paz, acomoda a De Juana Chaos en una suite clínica, promueve homenajes florales de actrices y cantantes comprometidas -¿con qué?- a la abogadesa Goiricelaya, permite chivatazos policiales a la trama de extorsión terrorista y tarda meses en atribuir a la siniestra banda el robo de 400 pistolas en una armería francesa… -con una de ellas tirotearán a Isaías Carrasco, exconcejal socialista de Mondragón-… los cócteles molotov contra comercios son actos de delincuencia común, minimiza los efectos de los atentados asegurando que los terroristas no tenían intención de matar, y cuando matan, los portavoces gubernamentales y el mismo ZP describen los crímenes como trágicos accidentes, lleva la negociación al parlamento europeo, que, por cierto, se pliega en votación solemne a esas nauseabundas conchabanzas y legaliza, vía Conde Pumpido, listas electorales en los municipios con mayor implantación pro-etarra. Y encima les ofrece Navarra. Quizá olvidamos alguna felonía más, pero este listado de concesiones es lo sustancial.
ZP, archipámpano del diálogo y del talante, ofrece todo eso a ETA, brazo armado del nacionalismo, que mata, a cambio de la paz, pero se lo niega a Ibarreche, al PNV, brazo civil del nacionalismo, que no mata, por así decir. Menudo lío. No hay quién lo entienda. Eso sí ZP, atento al protocolo, tanto como su vicepresidenta, que se retrata hoy con un polígamo, mañana con un rebanador de clítoris y pasado, velo incluido, junto a un ahorca-gays de la Persia jomeinita, recibe a Ibarreche con una ikurriña en la escalinata de La Moncloa para crear un consolador ambiente de bilateralidad diplomática.
Pero a lo que vamos… tras la negativa al plan Ibarreche sale Pachi López que habla, claro es, como el muñeco de un ventrílocuo, por boca de su jefe, y oferta un nuevo plan, pero éste vinculante y con todas las de la ley. Una propuesta de referéndum, que es casi lo mismo, pero corregido y aumentado, que el de Ibarreche, con construcción de la nacionalidad vasca incluida, y que el PNV no podrá rechazar, superado el filtro en el parlamento autonómico, y en caso de recurso, aprobado o aceptado por el TC, una vez que, muy oportunamente, ha pasado a mejor vida un magistrado indócil al diseño confederal que para España pretende ZP.
Queremos decir: recurrido por ZP ante el TC el plan Ibarreche, éste no prosperará. Pero el ZPachi-Plan, en caso de recurso -si alguien se ve con ánimo de presentarlo-, sí, pues para eso cuenta el gobierno con la anuencia del citado Tribunal… abroncando en público, en caso de duda, a su presidenta como ya hemos visto en alguna ocasión. Además, el PNV no votará en contra del ZPachi-Plan en el parlamento vasco por pragmatismo, entendiendo que es una superación del actual marco estatutario y que consagra el llamado derecho a decidir, y que, por lo tanto, es un avance, un pasito más en aras de la plena soberanía política… por mucho que le duela la ofensa recibida. Enfado comprensible, pero que puede solventarse con una tila y una liviana medicación ansiolítica.
Algunas cosas encajan. Si uno mira el diario El Mundo, en su edición del día 2 de mayo de 2008 -toda una fecha-, verá una entrevista a Javier Madrazo, de EB, la franquicia vasca de Llamazares, en la que dice el interfecto -que luce aspecto cebón y una cara de tonto de baba que tira de espaldas- que Si Zapatero rechaza la hoja de ruta (se refiere al plan Ibarreche) que haga otra propuesta. Madrazo, que con sus votos avala que en Osakidetza, la sanidad pública regional, puntúe más saber vascuence que no un doctorado o un master para ocupar una plaza de cardiólogo o de cirujano, por ejemplo, hace con estas declaraciones un guiño al PSE para conformar una mayoría alternativa a la actual de cara a próximos comicios. Si no se equivoca Tolerancio, las elecciones regionales al parlamento vasco están a la vuelta de la esquina.
Pero para que el tejemaneje cuele -un hipotético acuerdo PSE-EB, y algún otro, para descabalgar al PNV- es indispensable que la propuesta parta de la fuerza que goce de mayor respaldo para así conferir a la iniciativa un plus de legitimidad o de autoridad, diremos que moral. Y eso ya ha sucedido, el vuelco electoral, en las últimas generales tras el asesinato de Isaías Carrasco que, dicho fríamente, no ha perjudicado al PSE, convirtiéndose en la fuerza más votada en las tres circunscripciones vascas… si bien no queremos insinuar, como han hecho algunos comentaristas cínicos y desalmados, que el mismo PSE haya sugerido a ETA que sacrificar un peón, un exconcejal sin escolta, por ejemplo, le iría de perlas para ganar simpatías y las elecciones y formar, tras las autonómicas en ciernes, un gobierno facultado para proponer y aprobar un plan, distinto al de Ibarreche, pero muy parecido, y al gusto abertzale. Un plan demandado por terceros, Madrazo, que ya lo ha hecho, y anunciado por Pachi en una soberbia, aunque complicada, mise en scène. Auténtico encaje de bolillos. Con la ventaja, acaso, para el entorno de ETA, de desplazar al PNV, a medio plazo, como representante natural del nacionalismo.
Que no se han cerrado todas las puertas a una entente cordiale con ETA lo demuestra el paripé o fantochada de las mociones éticas promovidas por el PSE y presentadas en los ayuntamientos con alcalde de ANV destinadas, cómo no, a mantenerlos en su puesto y con la vara de la alcaldía en la mano, pero trasladando a la opinión pública un guiño mendaz, un conato de rectificación para cubrir expediente tras la escandalosa legalización de listas, en este municipio sí y en aquel otro no, por orden expresa del gobierno al Fiscal General, encantado con ensuciarse la toga con el polvo del camino.
Recordemos el vomitivo episodio de la moción no ética, sino de censura, de la única concejal del PP en Mondragón… vomitivo por la ausencia cobarde en el pleno de los concejales del PSE que, eso sí, antes de largarse a toda mecha para no intervenir en la votación, dejaron en sus asientos vacíos un retrato del que fuera su compañero abatido a balazos.
La diferencia entre esta conjunción casual o pactada, pero, perfectamente sincronizada, de planes soberanistas -Ibarreche o ZPachi-plan- con el sorprendente apoyo, allende nuestras fronteras, brindado al referéndum secesionista que promueve Alex Salmond*, del SNP, por la number one del Partido Laborista en Escocia, obediente al primer ministro Gordon Brown, es que lbarreche y/o ZPachi pretenden ganarlo y sacar ventaja con la mirada puesta en el desballestamiento confederal de España… mientras que la intención que anima a la segunda es que la consulta de marras se celebre de una vez y se pierda para que los nacionalistas dejen de dar la lata por una buena temporada con sus insistentes demandas soberanistas. Lo que no sabe la portavoz de Gordon Brown en Escocia es que los nacionalistas nunca aceptan un no por respuesta. Nos remitimos al caso Québec, donde llevan media docena de plebiscitos y no piensan dejarlo hasta obtener un sí, es decir, un oui.
* Asesorado por un hombre de confianza de Carod Rovira, ahora al frente de la embajada catalana en Gran Bretaña, pero, mira tú por dónde, no ante Gales, Escocia, Inglaterra, el Ulster, Cornualles o las islas de Wright o Jersey por separado, e iguales a Cataluña en su condición supuesta de naciones sin estado… sino ante la pérfida Gran Bretaña, insistimos, que las mantiene tiranizadas y sin voz propia en el concierto de las naciones y con sanguinarios batallones de gurkas, expertos en el difícil arte del degüello, prontos a sofocar cualquier conato de rebelión por orden directa de Su Graciosa Majestad.
La diferencia entre esta conjunción casual o pactada, pero, perfectamente sincronizada, de planes soberanistas -Ibarreche o ZPachi-plan- con el sorprendente apoyo, allende nuestras fronteras, brindado al referéndum secesionista que promueve Alex Salmond*, del SNP, por la number one del Partido Laborista en Escocia, obediente al primer ministro Gordon Brown, es que lbarreche y/o ZPachi pretenden ganarlo y sacar ventaja con la mirada puesta en el desballestamiento confederal de España… mientras que la intención que anima a la segunda es que la consulta de marras se celebre de una vez y se pierda para que los nacionalistas dejen de dar la lata por una buena temporada con sus insistentes demandas soberanistas. Lo que no sabe la portavoz de Gordon Brown en Escocia es que los nacionalistas nunca aceptan un no por respuesta. Nos remitimos al caso Québec, donde llevan media docena de plebiscitos y no piensan dejarlo hasta obtener un sí, es decir, un oui.
* Asesorado por un hombre de confianza de Carod Rovira, ahora al frente de la embajada catalana en Gran Bretaña, pero, mira tú por dónde, no ante Gales, Escocia, Inglaterra, el Ulster, Cornualles o las islas de Wright o Jersey por separado, e iguales a Cataluña en su condición supuesta de naciones sin estado… sino ante la pérfida Gran Bretaña, insistimos, que las mantiene tiranizadas y sin voz propia en el concierto de las naciones y con sanguinarios batallones de gurkas, expertos en el difícil arte del degüello, prontos a sofocar cualquier conato de rebelión por orden directa de Su Graciosa Majestad.