Al final de esta bitácora aparecen las respuestas correctas del test de actualidad
Mosén Xirinachs ha pasado a mejor vida. Dejó una nota de despedida, una suerte de proclama o testamento separatista in articulo mortis. Quien fuera sacerdote y senador decidió quitarse la vida, inmolarse, en un último rapto de rebeldía en pro de la causa patria. En efecto, mosén Xirinachs, a quien siempre adornó un indómito espíritu rebelde y reivindicativo, se ha suicidado para evadirse de la ominosa esclavitud a la que Cataluña era sometida al alimón, o a tercias, por los estados español, francés e italiano.
Como hombre religioso no sorprende su perseverante militancia catalanista. A pesar de que Cristo dijera, según revelan sermones y parábolas testamentarias, o eso recuerda Tolerancio cuando catecúmeno, que su reino no era de este mundo, la experiencia histórica está al copo de muy distintas enseñanzas y a menudo aparecen los clérigos como abanderados de las causas más apegadas al terruño, y ninguna lo es más que el localismo irredento. La jerarquía diocesana catalana es un ejemplo paradigmático, un auténtico vivero de paladines del nacionalismo, pues sus más significados dignatarios hacen causa común de ese credo, constituyendo de facto una Iglesia de inspiración nacional, como las iglesias uniatas, coptas o caldeas, u otras de rito bizantino y obediencia exclusivamente nacional. No olvidemos que el actual arzobispo de Barcelona, por ejemplo, bendijo a los ponentes del nuevo redactado estatutario a pesar de su contenido reñido, eso dicen, en fundamentales capítulos con los dogmas de la Iglesia católica -recordemos la inequívoca trayectoria, entre otros, de mosén Deig, conspicuo apóstol nacionalista-.
Mosén Xirinachs, que soportó durante más de 70 años el oprobio de la esclavitud, ha dicho basta, aquí me planto, y ha puesto fin a ese indeseado vasallaje inmolándose. Aunque en no pocas ocasiones ha loado en sus homilías con afectuoso acento a los asesinos de ETA, es cierto que no ha optado por recorrer la senda de esos desalmados, y se ha inmolado, pero el solito, sin inmolar a nadie de paso en nombre de la libertad de su pueblo sojuzgado por la trinitaria tiranía.
No obstante algunos reproches hay que hacerle y lo hacemos muy gustosamente a través de esta bitácora que será oportunamente trasladada al difunto mediante un tablero ouija o una comunicación mediúmnica, espiritista, para que le lleguen al más allá, o donde esté, acaso tañendo un arpa sobre el gosipino regazo de una nube o tocando la gralla, dispuesto a llevar el hecho diferencial musical a los seráficos registros de la eternidad.
Dijo en un sermón con motivo de la Diada, año 2002, que los etarras mataban pero no le sacaban las uñas a nadie. Sabido que los etarras no solo han asesinado a más de 1.000 personas, cabe añadir que han mutilado horrendamente a otros cientos, amputando brazos y piernas y arrancando un pedazo de alma a quienes quedaron vivos y a los allegados de quienes murieron, dato que omitió el clérigo oportunamente. Además, Tolerancio recuerda al menos un caso en que los etarras torturaron salvajemente a tres personas a principios de los 70 en el sur de Francia. Se trataba de tres operarios gallegos que pasaron al país vecino para ver la película titulada Último tango en París, cuando aquí no se permitían según qué licencias, y de regreso a España, aún en suelo francés, tuvieron la mala pata de parar en un bar de carretera donde se toparon para su desgracia con unos terroristas -los idolatrados evangelistas del mosén que tan a bien tienen administrar el sacramento del plúmbeo bautismo del tiro en la nuca- que andaban tomándose unos vinitos y que confundieron a los intrusos con agentes de paisano de la policía española. Les secuestraron y antes de darles matarile les sacaron los ojos con destornilladores, tal y como vimos hará un par de años en un documental emitido por Antena 3 titulado Las fosas comunes de ETA que apuntaba a una finca del fundador de Herri Batasuna, Telesforo Monzón, como presumible paradero de los cadáveres.
De modo, mosén Xirinachs, que sus amigos de ETA, que según su apasionado discurso atesoran nobleza por arrobas, además de atentar contra el quinto mandamiento que usted guardó, pero le importó poco que otros no lo hicieran, es decir, no contentos con ser unos asesinos hijos de puta, son también unos torturadores de mierda… aunque sus asquerosas hazañas y sus apaños con herramientas de bricolaje para exploraciones ópticas le pusieran a su reverenda persona el hisopo a punto de nieve.
La edad provecta se cobra su inexorable factura y ya le parecía a quien le habla que de un tiempo a esta parte sus declaraciones superaban el nivel medio de idiotez tolerable inherente al nacionalismo. Pero le admira la coherencia, dentro del disparate, de sus últimas voluntades al incluir en la nómina de estados opresores a la república italiana. Pues siendo el nacionalismo catalán, como otros, una aberración de la inteligencia, y uno de sus más relevantes ingredientes la cuestión lingüística, no entiende Tolerancio por qué, ciñéndonos a ese absurdo guión, los catalanistas más viscerales aluden únicamente en sus proclamas delirantes a los estados español y francés. ¿Y qué pasa con el Alguer, en Cerdeña? ¿Por qué Italia había de salir con bien de este inconcebible episodio de esclavización nacional que tiene en un sin vivir a la humanidad en su conjunto? Había que recorrer un trecho más en pro de la imbecilidad sin enmienda y usted, verdadero precursor, lo ha dado a casulla quitada.
Por esta razón, pero será cosa de otra bitácora, Tolerancio, predicando -sin la maestría del finado- en el desierto, animará a quien quiera oírle a dirigirse en términos severos a las autoridades italianas para que dejen de oprimirnos de una puta vez, como si no hubieran tenido ya suficiente con los muchos siglos de dominación romana.
Le harán, no me cabe duda, un homenaje y le dedicarán una calle, una plazoleta o una escultura a tan ilustre patriota. Sepa -porque sólo hay un crimen que supera al del miserable que pone un bombazo y destripa a otras personas, o las mete en un zulo durante meses, torturando a sus víctimas, familiares, conocidos y personas de bien que se conduelen de esas tragedias, o les mete un balazo en la nuca, y que es el que cometió usted: aplaudir a esa gentuza y declararse amigo incondicional de esas alimañas- que Tolerancio se compromete cívicamente a largar un espeso salivazo sobre la lápida conmemorativa cada vez que pase a su lado, poniendo en práctica el título de aquella formidable novela de Boris Vian, Escupiré sobre vuestra tumba. Sobre la suya, mosén Xirinachs, pues tan sólo supera en iniquidad al cerdo que asesina y por una causa de mierda, el tarado que lo aplaude, esté vivo o recién muerto.
Pero una cosa es indudable: ha sido usted un verdadero ejemplo para sus parroquianos. Y por eso no sería mala cosa que imitaran de grado y por propia voluntad los pasos del santón, del gurú, del líder espiritual, del beato que asciende a los altares de la causa patria, en aras de la propia santificación y de un personalísimo, pero concertado ardid para rehuir la esclavitud odiosa a la que son sometidos por los infandos estados opresores. De modo que podrían todos citarse en una nube y desgajarse de los angelitos de otras nacionalidades en una suerte de independencia sublimada y celeste.
Respuestas correctas del test aparecido en la bitácora anterior:
1c, 2c, 3c, 4b, 5b, 6c, 7c, 8b, 10c, 11b, 12a, 13a, 14c, 15c, 16b, 17c, 18a, 19b.
Observaciones:
-La pregunta nº 9 es una pregunta-trampa puesto que los tres políticos catalanistas citados han sido recientemente ministros de industria, en diferentes gobiernos. De su proba y diligente gestión al frente de tan fundamental departamento se ha beneficiado el tejido industrial del país, y el de Cataluña muy particularmente.
-La respuesta correcta de la pregunta nº 20 es la a, pero, a posteriori hemos averiguado que también es la c por extravagante que parezca, pues consultamos un catálogo publicado por la administración autonómica y comprobamos estupefactos que nuestra capacidad para imaginar asociaciones subvencionadas auténticamente disparatadas es superada por la realidad, pues allí estaba censada, también, esa imposible asociación piscipatriótica que fomenta la pesca de barbos en los riachuelos de la Vall Fosca con mosca canadiense siempre que se tiren aparejo y anzuelo en catalán.
Tolerancio marcha unos días a Praga de vacaciones. Me voy, pero volveré. No se librarán de mí tan fácilmente.
La edad provecta se cobra su inexorable factura y ya le parecía a quien le habla que de un tiempo a esta parte sus declaraciones superaban el nivel medio de idiotez tolerable inherente al nacionalismo. Pero le admira la coherencia, dentro del disparate, de sus últimas voluntades al incluir en la nómina de estados opresores a la república italiana. Pues siendo el nacionalismo catalán, como otros, una aberración de la inteligencia, y uno de sus más relevantes ingredientes la cuestión lingüística, no entiende Tolerancio por qué, ciñéndonos a ese absurdo guión, los catalanistas más viscerales aluden únicamente en sus proclamas delirantes a los estados español y francés. ¿Y qué pasa con el Alguer, en Cerdeña? ¿Por qué Italia había de salir con bien de este inconcebible episodio de esclavización nacional que tiene en un sin vivir a la humanidad en su conjunto? Había que recorrer un trecho más en pro de la imbecilidad sin enmienda y usted, verdadero precursor, lo ha dado a casulla quitada.
Por esta razón, pero será cosa de otra bitácora, Tolerancio, predicando -sin la maestría del finado- en el desierto, animará a quien quiera oírle a dirigirse en términos severos a las autoridades italianas para que dejen de oprimirnos de una puta vez, como si no hubieran tenido ya suficiente con los muchos siglos de dominación romana.
Le harán, no me cabe duda, un homenaje y le dedicarán una calle, una plazoleta o una escultura a tan ilustre patriota. Sepa -porque sólo hay un crimen que supera al del miserable que pone un bombazo y destripa a otras personas, o las mete en un zulo durante meses, torturando a sus víctimas, familiares, conocidos y personas de bien que se conduelen de esas tragedias, o les mete un balazo en la nuca, y que es el que cometió usted: aplaudir a esa gentuza y declararse amigo incondicional de esas alimañas- que Tolerancio se compromete cívicamente a largar un espeso salivazo sobre la lápida conmemorativa cada vez que pase a su lado, poniendo en práctica el título de aquella formidable novela de Boris Vian, Escupiré sobre vuestra tumba. Sobre la suya, mosén Xirinachs, pues tan sólo supera en iniquidad al cerdo que asesina y por una causa de mierda, el tarado que lo aplaude, esté vivo o recién muerto.
Pero una cosa es indudable: ha sido usted un verdadero ejemplo para sus parroquianos. Y por eso no sería mala cosa que imitaran de grado y por propia voluntad los pasos del santón, del gurú, del líder espiritual, del beato que asciende a los altares de la causa patria, en aras de la propia santificación y de un personalísimo, pero concertado ardid para rehuir la esclavitud odiosa a la que son sometidos por los infandos estados opresores. De modo que podrían todos citarse en una nube y desgajarse de los angelitos de otras nacionalidades en una suerte de independencia sublimada y celeste.
Respuestas correctas del test aparecido en la bitácora anterior:
1c, 2c, 3c, 4b, 5b, 6c, 7c, 8b, 10c, 11b, 12a, 13a, 14c, 15c, 16b, 17c, 18a, 19b.
Observaciones:
-La pregunta nº 9 es una pregunta-trampa puesto que los tres políticos catalanistas citados han sido recientemente ministros de industria, en diferentes gobiernos. De su proba y diligente gestión al frente de tan fundamental departamento se ha beneficiado el tejido industrial del país, y el de Cataluña muy particularmente.
-La respuesta correcta de la pregunta nº 20 es la a, pero, a posteriori hemos averiguado que también es la c por extravagante que parezca, pues consultamos un catálogo publicado por la administración autonómica y comprobamos estupefactos que nuestra capacidad para imaginar asociaciones subvencionadas auténticamente disparatadas es superada por la realidad, pues allí estaba censada, también, esa imposible asociación piscipatriótica que fomenta la pesca de barbos en los riachuelos de la Vall Fosca con mosca canadiense siempre que se tiren aparejo y anzuelo en catalán.
Tolerancio marcha unos días a Praga de vacaciones. Me voy, pero volveré. No se librarán de mí tan fácilmente.
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