jueves, 2 de agosto de 2007

ERE a ETA en Loyola


Se trataba de eso: de un ERE -Expediente de Regulación de Empleo- para pacificar a ETA. El gobierno ZP, según desvela el diario El Mundo en su edición del domingo 29/07/07, pretendía ganarse a los etarras mediante una retribución mensual de unos 1.500 € por espacio de 10 años -no sabemos si brutos o netos, si sujetos a IRPF, a cláusula de revisión salarial para corregir desviaciones del IPC y a paga doble por meses vacacionales- a cambio de entregar las armas.

Pero eso era solamente la guinda del pastel. A lo que se ve mantuvieron reuniones destacados miembros del PSE, PNV y HB-ETA en el santuario de Loyola, donde a la vista está, no solo se habla de liturgia y teología, sino que intramuros acogen más mundanales cuestiones, no tan impregnadas del halo de la santidad. Las conclusiones por cierto habrían de remitirse al Vaticano para su custodia, como si esas repugnantes conchabanzas fueran las reliquias, la veneranda osamenta de un santo varón. Nos informan que las peticiones de mediación en tan emblemático lugar -ha cundido el ejemplo- se agolpan en secretaría y ya están buscando fechas para un conciliábulo negociador en Loyola la Fiscalía del Menor y una asociación de criminales pederastas. Entrevista que contará con la bendición del abad o prior, o cual sea la dignidad eclesiástica del principalísimo fulano de tan benemérita congregación, aunque no participará personalmente en el debate por ser, eso dicen las malas lenguas -pero nosotros no lo creemos- parte interesada.

Los loyolitas, por así llamar a los enclaustrados conferenciantes, decidieron, cómo no, la creación de órganos territoriales conjuntos entre País Vasco y Navarra, conforme a las tesis anexionistas de los etarras, aceptadas por ZP aunque se abstenga por pudor de exponerlas en público. Que hubo principio de acuerdo y fumata blanca auspiciada por los anfitriones, que, por echar un cable en tan grave ocasión, garantizaron la remisión instantánea de los pecados -no pocos- de los asistentes, es innegable. La filtración a través del diario Deia obligará al ejecutivo a aguzar el ingenio a la hora de desmentir la existencia y contenido de esas negociaciones y esos acuerdos, pues no bastará con decir que ETA siempre miente -anteriores filtraciones de Gara- al salir a escena el PNV, partido que siempre le ha merecido a ZP una inmejorable consideración democrática. Aguardamos expectantes sus explicaciones, si se producen, desde su retiro en Doñana, guiado o custodiado por los agentes del SEPRONA adscritos al parque, a sabiendas que cuando se empieza mintiendo para tapar un desaguisado, a una trola sigue otra mayor y al final el embrollo es mayúsculo y esperpéntico.

También los empresarios quisieron aportar su granito de arena ofreciendo contrataciones a los terroristas acogidos a la jugosa oferta de reinserción, a modo de jubilación anticipada o plan de pensiones para los oficiales de primera del ametrallamiento y el bombardeo, a condición de distribuirlos por diferentes plantillas e impedir que un grupo numeroso actúe concertadamente y controle los comités de empresa, no sea que se enroquen a la hora de negociar los convenios sectoriales. A los etarras, a modo de deferencia empresarial, no se les aplicará la cláusula legal de los tres meses del período de pruebas, piedra de toque para formalizar una contratación indefinida. Y por la cuenta que le trae al empresario de turno, estarán exentos de causas de despido por aquello de te rajo las ruedas del coche que en su caso sería que te meto una bomba-lapa bajo el culo y sé además dónde estudian tus hijos.

También se beneficiarán de los 2.500 € de ayuda directa por nacimiento de un hijo, en la inteligencia de que es mejor en adelante retribuirles por la creación de vida que por la eliminación de la misma que, según se mire, con todas estas medidas, también ha sido generosamente remunerada. En efecto, matar de un tiro en la nuca o achicharrando gente de un bombazo, mira tú por dónde, acaba rentando pingües dividendos. Luego todos aquellos lilis bienintencionados que tantas veces han repetido que matar no sirve para nada, o nada se consigue asesinando, andaban equivocados de medio a medio. Pues ya sabemos que abrasar niños o amputar extremidades a las víctimas de los atentados sí conduce a algo: a un premio en metálico de 1.500 €. Medida que podría aplicarse, ya puestos, a pederastas y violadores, siempre que depongan sus armas.

Es decir, los etarras no sólo no irían a la cárcel, sino que les pagaríamos una pensioncita la mar de apañada a cargo del erario público por no matar (que es lo que hacen las personas del común, no matar a nadie y que por esa razón y para evitar un agravio comparativo podrían reclamar éstas la misma cifra previa declaración jurada ante notario de no matar a nadie en adelante, ni siquiera a la suegra o al insoportable canario cantarín)… salario que procedería de las retenciones cotizadas por los parientes y allegados de las víctimas de sus atentados. Por ejemplo 0’02 € para Gaizka Bermúdez Morcillo, de Arechavaleta, alias Bombitas, saldrían de los descuentos en nómina, mismamente, de la hermana de Miguel Ángel Blanco. Es decir, a 0,01 € por cada una de las balas que le metieron, arrodillado, en el cráneo. De este modo los familiares acabarán pagando la munición que segó la vida se sus seres queridos, tal y como sucede en China, que la factura balística la costean los parientes del reo sentenciado a muerte.

Pero aún faltaría algo más para cerrar el círculo. Habríamos de llevarles los cafelitos en una bandeja de plata y lamerles los pies lacayunamente al menor asomo de picor. Y nada de trasladarles sentimiento de culpa por las atrocidades cometidas, no vayan a deprimirse, aunque la atención sanitaria les entraría con la cartilla del seguro. Por esa razón, en aras de su calidad de vida, habrían de organizarse periódicamente festivales donde los seres queridos de las víctimas y algún herido o mutilado en atentado sostendrían públicamente que se merecían esos balazos y explosiones por haber demostrado una contumaz indiferencia a la causa del nacionalismo vasco. Y, por qué no, de vez en cuando, y por sorteo, alguna víctima superviviente podría suicidarse quemándose a lo bonzo ante un graderío repleto de etarras reinsertados para que una ligera dosis de muerte en directo les hiciera menos traumática y más llevadera su deseable integración en la vida civil. Evento que ZP, Gregorio Peces-Barba, las artistas de Ahotsak, de la claca de Pilar Bardem, Gemma Zabaleta e insignes periodistas como Rafa y Maruja Torres o Mariantonia Iglesias grabarían con sus cámaras digitales y colgarían en YouTube para sacarse unos cuartos.

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