¿Se dan las condiciones objetivas para reiniciar el llamado intermitente proceso de paz infinita y perpetua? Sí, según se desprende del último comunicado de ETA que medio país analiza con lupa, somete a la prueba pericial del carbono 14, declina en latín, lee y relee del derecho y del revés como si fueran las Pandectas de Justiniano. En efecto, ETA no da por finalizado el alto el fuego. Los hechos, por mucho que se esfuercen en aguar la fiesta los gruñones agoreros de la derecha extrema, hablan por sí mismos: ETA lleva la friolera de 12 días sin matar.
El año fue la unidad de tiempo -período computado sin víctimas mortales- empleada para mensurar las bondades de la fase anterior del proceso. El balance final ascendió a algo más de 3 de esas unidades, que siendo un espacio de tiempo considerable, como magnitud referida a lo que aquí interesa, es decir, ausencia de víctimas mortales por causa de atentados terroristas, es escasa -salvo que habláramos de 3 décadas o 3 siglos-. Por eso pareció oportuno convertir los años en días para enfatizar ante la opinión pública -única en el mundo por sus amplias tragaderas- el nuevo talante pacifista de ETA con una cantidad más apropiada para dar pie a un jugoso titular periodístico: 1.250 días.
Algunos pretenderán que estos 12 días que llevamos sin víctimas avalan la oportunidad de retomar el diálogo, aunque sea de tapadillo. Cierto que la cifra no da mucho de sí, pero parece otra cosa si la pasamos a horas, de tal modo que 24 horas x 12 días da un total de 288 horas sin matar. O, si lo prefieren, 288 x 60 = 17.280 minutos. O mejor aún, 17.280 x 60 = ¡¡¡103.680 segundos son los que lleva ETA sin matar en esta nueva fase de la paz perpetua e infinita pero intermitente!!!
¿Lo de la bomba en Barajas, preguntarán los resentidos y emboscados enemigos de la paz? Un accidente. En el peor de los casos, un malentendido. ¿Las 350 pistolas? Un error en el albarán del pedido, pues en realidad ETA había solicitado 350 pistolas, pero de juguete, con depósito de agua para refrescarse tan ricamente en las piscinitas. ¿O qué piensan esos avechuchos malencarados, que los etarras, como todo quisque, no gustan de jugar con sus hijos? ¿Quién lo duda? Cuando juegan con sus pequeñuelos al escondite los meten en zulos. Y también cuando les castigan por no tomar el tazón de cereales del desayuno o por olvidar los deberes de la escuela, digo de la ikastola. Y, henchidos de amor paternal, les regalan unos muñequitos con capucha que trae el olentzero y que hablan vascuence, claro… y que si les aprietas la barriguita claman Gora Euskadi Ta Askatasuna. Pero también les quitan la capuchita y entonces dicen con una voz atiplada que hiela la sangre, como esas muñecas de porcelana pintarrajeadas de las películas de terror, mírame directamente a los ojos.
¿Y lo de los ecuatorianos aplastados por el bombazo de la T-4? Víctimas colaterales, como en los bombardeos americanos sobre Bagdad. No hay para tanto, nos dirán. A fin de cuentas se habían librado de volar con Air-Madrid. La ministra Álvarez que no era partidaria de pagar las vacaciones a cientos de ecuatorianos retenidos días atrás en Barajas, sí lo es, en cambio, de correr con los gastos de repatriación de los cadáveres. Para que luego la llamen roñosa. Los ecuatorianos, salta a la vista, ya habían agotado su cupo de suerte en esta vida. Y, además, añadió en passant el ministro Caldera, esos infelices se habían beneficiado del último proceso extraordinario de regulación de inmigrantes.
12 días, 103.680 segundos sin matar.
2 comentarios:
Que barbaridad de segundos y además el representante de Batasuna en la última "no reunión" con el PSE creo que incluso dió los buenos días... Al PSOE le sobra el SOE.
sí, sí, muy agudo lo de los minutos y segundos, pero olvidamos lo sustancial. Que Eguiguren, PSE, ya se ha reunido con ETA mientras bailan un vals con los lemas de las manifestaciones.
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