martes, 9 de enero de 2007

Tesón, temple y tenacidad


El proceso negociador requerirá tesón, temple y tenacidad

¿Winston Churchill advirtiendo a sus compatriotas de los peligros y privaciones que supondrá el sostenido esfuerzo bélico contra el III Reich? No. Zapatero haciendo frasecitas solemnes para describir su flirt con ETA, sazonado de lindezas (Otegui es un hombre de paz), de flores blancas, conciertos musicales (Bob Dylan en la playa de La Concha) y, entre bromas veras, de alguna gamberrada -autobuses flambeados- y más recientemente un bombazo en la T-4 de Barajas.
Pero el operativo paz perpetua, más o menos camuflado o encubierto, continuará y habrá que afinar el ingenio para procurar a la opinión pública -anestesiada por la futboltropina y la malayatropina (que es el principio activo, narcoléptico, destilado por los culebrones de temática marbellí)- hornadas nuevas de frases tan vacuas como solemnes.
Tolerancio les propone remitir al palacio de La Moncloa una serie de ternas ordenadas alfabéticamente para futuras comparecencias del presidente Zapatero cuyas cejas, por otra parte, son la analogía capilar perfecta del acento circunflejo, fidedigno trasunto de su talante concentrado, pensativo y meditabundo.

Con la A: el proceso negociador requerirá astucia, amplitud y abstinencia.

Y de conformidad con el modelo anterior continuaremos de la misma guisa:

-Con la B: bondad, budismo y burundanga (potente sustancia disforizante).
-Con la C: calma, constancia y clemencia.
-Con la CH: cheverencia (que es lo que hace que algunas cosas sean chéveres, con arreglo al modismo argentino), chisdasvincia (que es un neologismo by Tolerancio que denota en las cosas el estilo propio del rey godo Chisdasvinto, si es que alguno tuvo) y chocundia (que es ese modo en que dos personas chocan prevaleciendo el buen humor).
-Con la D: dulzura, demora y destreza.
-Con la E: esperanza, entusiasmo y empatía.
-Con la F: fervor, firmeza y fantasía.
-Con la G: gravedad, grandeza y galantería.
-Con la H: humildad, hondura y hombría.
-Con la I: ilusión, inventiva e impavidez.
-Con la J: juicio, júbilo y jurisprudencia.
-Con la K: kilt (la tradicional falda escocesa para el ornato masculino), kimono y kufiya (la pañoleta palestina que tanto favorece al presidente).
-Con la L: laconismo, lucha y licantropía.
-Con la LL: llaneza, llanto y llevaduría (que es la cualidad que hace que las cosas sean llevaderas o soportables).
-Con la M: mimo, mando y mutismo.
-Con la N: naturalidad, nitidez y nostalgia.
-Con la Ñ: ñanduismo (conducta propia de un ave corredora de la fauna americana), ñequez (modismo chileno que denota fortaleza) y ñoñería.
-Con la O: opacidad, osadía y obstinación.
-Con la P: pompa, parsimonia y prudencia.
-Con la Q: química, quietud y querencia.
-Con la R: raciocinio, ritmo y respeto.
-Con la S: silencio, sintonía y somnolencia.
-Con la T: aquí remitimos a la declaración de ZP.
-Con la U: unanimidad, unte y urticaria.
-Con la V: valentía, voluntad y vehemencia.
-Con la W: wolframio (analogía electrizante de la luminancia intelectual por ser de wolframio los hilos de las bombillas) whisky (en abundancia) y waterpolitud (flatus vocis, expresión carente de significado salvo que convengamos que la waterpolitud es la destreza que conviene a los jugadores que practican ese deporte acuático, no habiendo modo razonable de encajar dicha voz en este contexto).
-Con la X: xilofagia, xilofonía y xenofilia.
-Con la Y: yodo, yohimbina (sustancia afrodisíaca que se extrae de la corteza de un árbol) y yihadismo.
-Con la Z: zalemas, zarabanda y zorrería.

Pero este listado no es más que uno posible entre un millón. Redacten el suyo y remítanlo al palacio de La Moncloa para rendir un impagable servicio a nuestro atareado presidente que aún padece el llamado síndrome post-vacacional, pues añora los pasados días de ocio y gaudio en el coto de Doñana.

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