lunes, 30 de abril de 2007

Un domingo cualquiera

Tolerancio, como todos los domingos, se dirigió al quiosco de prensa situado en una placita próxima a su domicilio. Es una plaza de barrio, como de pueblecito, alejada de las calles céntricas, donde uno puede encontrar una farmacia, una floristería, una pescadería y, cómo no, una sucursal de La Caixa. Le acompañaba su señora para tomar un café y dar un paseo. Tolerancio echó mano del diario El Mundo, edición del 22/04/07. Esa elección no pasó inadvertida a un señor que tenía a su espalda y que se decidió por otras publicaciones, agarrando tres periódicos distintos, dispuesto sin duda a pasar todo el día ojeando la prensa diaria.
Pero… Tolerancio percibió que ese señor, como en una letanía a media voz, decía algo. Era como un bisbiseo y se lo decía al oído, acaso para que nadie oyera sus… palabras infamantes. En efecto, ese hombre le estaba insultando. Tolerancio lo percibió nítidamente después de unos instantes, unas décimas de segundo de confusión. Le llamó fill de puta y también le propuso un paseo distinto al inicialmente proyectado en compañía de su señora: au, “ves” a la merda, fatxa, le dijo con disimulo entre otras lindezas.

Tolerancio, sin saber cómo reaccionar o encajar semejante ofensa, se limitó a abonar el diario a la quiosquera esbozando una sonrisa mientras el deslenguado vecino aguardaba su turno. En ese momento la señora de Tolerancio, ajena a la escena, agarró una revista de escuchetes, licencia que casi nunca se permite, y la trasladó a su amante esposo para rendir cuentas puntualmente ante la regenta del establecimiento. La adquisición de semejante artículo reforzó el desprecio del vecino que, indignado ante el nuevo hábito de lectura desvelado por la pareja objeto de su inquina, frunció el ceño y añadió un apenas audible: guaita, aquests cabrons.
Fue una suerte de paralizante efecto sorpresa. Tolerancio no pensó siquiera en girarse y soltarle una fresca o un manotazo a ese energúmeno. Acaso no habría sido capaz. Necesitaba cerciorarse de que le estaba faltando al respeto por causa de la elección de un diario. No quería sacar una conclusión precipitada y meter la pata. Quería averiguar a ciencia cierta que era eso precisamente lo que le molestaba al cívico lector de prensa dominical, que Tolerancio optase por una publicación diferente a aquellas otras de su agrado.
A los pocos segundos, Tolerancio comentó el incidente con su señora y ésta admitió que le había sorprendido la conducta de un tipo que decía algo para ella ininteligible en el momento en que le tendió la revista de chismes. Pero no pudo captar sus palabras tan cuidadosamente emitidas, casi sin mover los labios, como lo haría un ventrílocuo profesional.

Cualquier día coincidirán de nuevo en el quiosco o en otro lugar y quizá se repita la escena. Los comisarios han salido a la calle y no admiten deslices a la parroquia. Están dispuestos a desempeñar sus funciones sin careta y a plena luz del día, ejercitándose en sus tareas intimidatorias de acoso y control. Parece que quieren echar un órdago y poner toda la carne en el asador. Bien, pues habremos de darles trabajo. Que suden la camiseta.

sábado, 28 de abril de 2007

Plan de vuelo: Barcelona-Lisboa sin escala en Madrid


Como buen catalán que es Tolerancio, fiel a las consignas recibidas de nuestros providentes cargos políticos -en el presente caso siguiendo a rajatabla las indicaciones promovidas por el consejero de Comercio y Turismo, señor Huguet, de ERC, declarado enemigo de los figuritas de bailarinas flamencas- pasa a detallar el plan de vuelo desde Barcelona contratado en fechas recientes con destino Lisboa y escala en otros aeropuertos internacionales, sin pasar por Madrid:

-9h 20’, embarque en el aeropuerto de El Prat.
-9h 35’, despegue.
-11h 20’, aterrizaje en el aeropuerto de Ámsterdam. Aprovecha Tolerancio para tomar una añeja jenever holandesa en un bar, cerca de los canales, y hacer una rápida incursión en el barrio rojo.
-12h 50’, embarque en el aeropuerto de Ámsterdam.
-13h 05’, despegue.
-14 h 10’, aterrizaje en el aeropuerto de Praga. Tolerancio se da un garbeo por la capital checa hasta el próximo enlace aeronáutico. Pasea entre las suntuosas mansiones de Mala Strana, convertidas en embajadas, echando en falta la de Cataluña con su balconada engalanada por nuestra sagrada bandera. Se toma una pinta de 0’5 litros de cerveza Plzen por 80 pesetas al cambio, adquiere una marioneta del soldado Schweijk y comprueba boquiabierto que las esbeltas eslavas no caminan sobre zancos, a pesar de las apariencias, sino sobre sus propias piernas.
-16h 10’, embarque en el aeropuerto de Praga.
-16h 20’, despegue.
-18h 15’, aterrizaje en el aeropuerto Marco Polo de Venecia. Aprovecha Tolerancio el ratito del que dispone para tomar un cafelito en la plaza de San Marcos. Al ver la nota que trae el camarero sufre una arritmia cardiaca y desiste de pasear en góndola con su mascota de peluche.
-20 h 25’, embarque en el aeropuerto Marco Polo de Venecia.
-20h 35’, despegue.
-22h 45’, aterrizaje en el aeropuerto de Túnez. Tolerancio, con algo de gazuza, se zampa una cumplida ración de cuzcuz. De tapadillo, el camarero le sirve una suavecísima cerveza extranjera. Sale a dar un garbeo y en una tetería se fuma un narguilé -dicen que los van a prohibir… es probable que haya pasado por allí la ministra de Sanidad del gabinete ZP-. A lo lejos se oye el estallido de una bomba. Ululantes sirenas y un denso olor a gasolina y dinamita se mezcla en la calle con el aroma fragante de los jazmines. Tolerancio pega el oído a una conversación y deduce que un islamista se ha inmolado… y de paso ha inmolado a una docena de personas.
-01h 30’, embarque en el aeropuerto de Túnez.
-01h 50’, despegue.
-04h 10’, aterrizaje en el aeropuerto de Funchal, Madeira. En tránsito, no abandona las instalaciones aeroportuarias y aprovecha el ínterin para adquirir en las tiendas libres de impuestos unos bulbos de orquídea y una camiseta con la simpática caricatura de una foca monje tocada con el tradicional barreto pescador del archipiélago.
-04h 55’, embarque en el aeropuerto de Funchal.
-05h 05’, despegue.
-06h 25’, aterrizaje en el aeropuerto de Lisboa. Un funcionario del aeropuerto lisboeta confirma a Tolerancio que su equipaje ha aparecido en Sebastopol. Pero no monta en cólera pues en ese momento suena por el hilo musical un fado de Cesárea Évora y se toma la mala nueva con resignación.

Fin del periplo aéreo de Tolerancio diseñado con arreglo a las sabias recomendaciones del consejero Huguet.

jueves, 26 de abril de 2007

Feria de Turismo


Para el director de la Feria de Turismo celebrada hace unos días en Barcelona, España es un país extranjero. Luego Tolerancio, esta pasada Semana Santa, anduvo por tierras extranjeras, más concretamente por las bonitas localidades costeras de Cudillero y Ribadesella, en el septentrión del país vecino. De modo que eran extranjeras la amable señora que le vendió una gorrita de visera en un coqueto comercio ovetense y la esbelta joven que le llevó a la mesa un suculento plato de hojas de berza cocida con almejas. Del mismo modo que extranjero es algún pariente consanguíneo del propio Tolerancio no nacido en Cataluña.

Según ese señor, los españoles residentes fuera de Cataluña son guiris cuando nos visitan, principalmente, en los meses estivales. No sabemos si esos turistas, tantos maños y madrileños que, por ejemplo, veranean en la Costa Dorada, están al corriente de esa circunstancia. No tiene Tolerancio muy claro cómo repercutiría en las reservas hoteleras si supieran que, efectivamente, en Salou, están en el extranjero. Acaso algunos podrían decidir que, total, para viajar al extranjero cambian de rumbo por una vez y optan por la más exótica y distante costa dálmata, pues siempre estarán a tiempo o surgirá ocasión a mano y propicia para visitar países más cercanos como Cataluña… razón por la cual muchos hemos ido demorando la obligada visita a Portugal en favor de Italia, Gran Bretaña o Turquía. Es un razonamiento curioso. Siempre decimos Portugal está ahí, no se va a mover. A fin de cuentas tampoco se moverán Australia o las Quimbambas, salvo que las placas continentales nos reserven una morrocotuda sorpresa y se desplacen con arreglo a las teorías tectónicas de Wegener.

Pero confiemos que el enfado no predisponga a nadie a plantear una suerte de boicot turístico en estas fechas en que las agencias de viajes comienzan a vender los llamados paquetes vacacionales. Es cierto que, cuando se toca el bolsillo, vienen las rectificaciones, siempre incompletas por otra parte, como la de Carod Rovira a cuenta de las sedes olímpicas y el inmediato descenso en las ventas de vinos espumosos catalanes, que algunos minimizaron, pero que en el año de autos acoquinó a más de uno.
Para evitar estas situaciones, que algunos aprovechan para sacar de paseo, cómo no, el procesional espantajo del victimismo y la catalanofobia, estaría bueno que las entidades asociadas que velan por la promoción del turismo con destino en Cataluña valoren qué personas les representan y qué declaraciones, si oportunas o no, hacen en nombre de sus intereses comerciales. Cuando un gestor mete la pata y perjudica a la empresa debe, en principio, rendir cuentas e incluso restañar los daños económicos que ha podido causar su impericia, negligencia o su incontinente verborrea.

Lo dicho, esperemos que nadie inste a un hipotético boicot, aunque tampoco creemos que el prohombre de la industria del ocio local dimita de sus funciones o enmiende de motu proprio su innecesario e insultante comentario, respaldado, eso es cosa segura, por el consejero Huguet, impenitente azote de las figuritas de bailarinas flamencas.
Y que los turistas extranjeros procedentes de España no adopten como hit musical del verano, con ánimo de revancha, aquella trivial y pegadiza cancioncilla que años atrás hizo fortuna: Volando, volando, a Mallorca voy…

martes, 24 de abril de 2007

Tigres, leones, todos quieren ser los campeones...


Recientemente se ha celebrado en Portugal un campeonato de fútbol para categorías infantiles. La gran final la disputaron los peques del Valencia y del Barça. Como reza el tópico periodístico: El partido del siglo.
Pero se armó el zipizape en la ceremonia previa. Los contendientes, como es preceptivo, debían formar a ambos lados del trío arbitral, compuesto por los señores Joao Freitas, Nuno Barbosa y Caetano Cabral, mientras sonaban los respectivos himnos nacionales. En honor de los finalistas, el himno español y de los colegiados, el portugués. Sólo que los peques del Barça, inducidos por un adulto, no comparecieron en el terreno de juego mientras sonaban los acordes de la Marcha Real, que los alevines del Valencia, por cierto, saludaron con la mano en el pecho a imagen y semejanza de lo que habían hecho otros niños con anterioridad.

No es necesario insistir en la miseria moral de los agentes nacionalistas promotores del desaire, que en el Barça de Laporta, por cierto, están en su salsa, y que en este bochornoso episodio se han servido de un grupo de párvulos para exponer sus fobias, demostrar lo transgresores y lo machotes que son y hacer méritos ante el jefe supremo. Les ha importado un bledo incurrir en tan despreciable ejercicio de pederastia nacionalista. Usar niños cobardemente y convertirlos en involuntarios protagonistas de semejante patraña no abochorna a quien no tiene vergüenza, no sabe qué es derechura y hombría de bien y lo supedita todo a la causa del irredentismo patrio.
Nos preguntamos si se atreverán a tanto con el equipo profesional. Es muy probable que el Barça se clasifique para la final de la Copa del Rey, si elimina al Getafe, y habrá que ver cómo procede la plantilla en ese caso, si es que suena el himno nacional con Su Majestad en el palco -siempre que no le programen a última hora una cacería-sorpresa de plantígrados por las lejanas estepas de la helada Moscovia-.
El fútbol, nos dicen a menudo, es un deporte que requiere un gran dispendio de testosterona, que es un asunto de pelotas. Veremos, pues, cómo andan los mayores del Barça del asunto aludido. Pero, eso sí, les han sobrado pelotas para hacerlo con unos niños que no saben aún de qué va la película por muy precozmente que comience el adoctrinamiento intensivo, el lavado de cerebro, en el universo azulgrana impregnado de ese asfíctico y patético aldeanismo nacionalista que a todos los rincones alcanza.

La patochada perpetrada por los representantes autorizados del Barça en tierras lusas no quita que recibir a niños que contienden, aún en campeonatos internacionales, interpretando himnos nacionales, sea un formalismo excesivo. Acaso convendría en una ocasión como ésa largar por megafonía melodías más apropiadas para galopines de tan tierna edad. Canciones trocadas en himnos que sean del gusto de todos ellos sin atender a obediencias nacionales.
Pero tanto o más ruin que el numerito diseñado por los adultos de la expedición a cuenta de los peques ha sido negar, tras las primeras horas de la polémica, que el equipo alevín perteneciera en realidad a la disciplina del club, aunque compitiera con el nombre, los colores oficiales y el escudo de la entidad. Es decir, la directiva del Barça, haciendo gala de una proverbial prestancia varonil, se desmarcó del incidente alegando que uno de sus patrocinadores comerciales era también responsable de lo sucedido y que la decisión última, la rebelión himnódica, había partido de una persona aún no identificada. En definitiva, que esos niños no eran suyos.

Tigres, leones, todos quieren ser los campeones… (reproducción parcial de una canción del difunto Torrebruno, que en gloria esté, sin permiso de la SGAE).

domingo, 22 de abril de 2007

De Juana está pachucho


Fuentes dignas de todo crédito han revelado a Tolerancio que el terrorista mediático De Juana Chaos ha abandonado el hospital donostiarra donde está ingresado para acudir a varias consultas médicas. De entrada parece extraño que alguien postrado en el lecho de la convalecencia y con sus constantes vitales amenazadas por un colapso mortal salga por su pie del hospital para recibir atención médica pues no hay lugar más apropiado para ello que el hospital mismo. Normalmente el proceso es el inverso y aunque parezca evidente habrá que explicarlo sílaba a sílaba para que lo entienda el ministro de Justicia: si una persona está sana y de repente enferma por una patología vírica o un traumatismo óseo, por ejemplo, acude al hospital y no al revés. Es decir, si una persona está ingresada en un centro hospitalario no debe abandonarlo para recibir tratamiento médico, pues es ahí donde se lo proporcionarán. Era una de las lecciones básicas de aquel programa que años atrás hizo furor en TV, Barrio Sésamo, pero que algunos no vieron en su día. Triqui, el simpático monstruo de las galletas lo ilustraba con una canción que decía Si te duele la tripita, ve al hospital. Los coros los hacía Coco el Pupas, otro monstruo, que conocía bien la materia, de ahí su sobrenombre, pues muchas veces aparecía en la función con un brazo en cabestrillo.

Dicen que De Juana ha acudido a la consulta de un oftalmólogo y de un homeópata, pues se ve que es partidario de la medicina alternativa. Meses atrás un colaborador de la Asociación por la Tolerancia decía en uno de los boletines que edita dicha entidad que De Juana Chaos se postularía, una vez repuesto de sus dolencias y aliviado de sus penas y quebrantos por los fogosos arrumacos de su prometida, como concursante del programa de TVE Mira quién baila, presentado por la escultural Anne Igartiburu. Evidentemente dicho articulista estaba desinformado y equivocado de medio a medio, pues nosotros sí hemos averiguado para qué espacio de TV se postula en realidad el popular terrorista. En efecto, ha acudido a varias consultas externas no para ponerse en forma y danzar cual una odalisca en el plató, pues para ello lo recomendable sería inscribirse en un gimnasio, sino para arreglar algunos estropicios estéticos y ponerse en manos, por fases, de los más reputados cirujanos especialistas y aparecer en una de las galas de… ¡Cambio Radical!... programa que cuenta con la presentación estelar de la bellísima periodista Teresa Viejo.

De Juana ha manifestado que es un consumado experto en favorecer cambios drásticos en el aspecto físico de las personas. Habla por propia experiencia. Pues nadie mejor que él sabe lo que es transformar en un periquete a una persona sana en un amasijo humeante de vísceras y tejidos musculares sanguinolentos desparramados por el suelo de un bombazo de aúpa. Tengo un master en cambios radicales, añadió ufano mientras le suministraban del tirón en el hospital, por vía intravenosa, una cazoleta de gulas del Norte deconstruidas según la innovadora receta de un afamado cocinero vasco.

Unas semanas atrás Tolerancio publicó una bitácora titulada Pishing de Jarrai que le creó cierto cargo de conciencia por su crudeza. Lamentablemente se reafirma en lo dicho entonces: nos dirán que llueve cuando nos están meando encima.

viernes, 20 de abril de 2007

Los votos del PSOE-Canarias


Despacho de última hora.- Fuentes dignas de todo crédito han revelado a Tolerancio que la Junta Electoral de Canarias computará a favor de Ciutadans de Cataluña los votos que en los comicios autonómicos reciba el candidato socialista, señor López Aguilar. La razón es obvia, el programa electoral del ex-ministro de Justicia está tomado en préstamo íntegramente, sin tapujos, a calzón quitado, del partido no nacionalista. Tal cual ha sido duplicado, sometido a una intensa sesión de réplica o clonación política, párrafo a párrafo. Indiscernible uno del otro como dos gotas de agua. Sólo han sustituido el logotipo de cabecera, el nombre de la región y va que chuta.

Asimismo, hemos sabido que destacados representantes de Ciutadans de Cataluña, ya metidos en harina, han ofrecido su programa desinteresadamente al presidente Zapatero para que gobierne lo que resta de legislatura con arreglo al mismo y de ese modo recupere la cordura, sobre todo en materia nacional y anti-terrorista, y se evite así el cansino y pesaroso trabajo de andar copiando como un alumno poco o nada aplicado con las teclas del ordenador llamadas cortar y pegar.

Por otro lado, los militantes de la corriente Socialistas en Positivo, expedientados recientemente por el PSC, acusados de connivencia con la derecha extrema, citando expresamente a Ciutadans no como grupúsculo, sino, textualmente, como crepúsculo de la mentada ideología con el que habrían contactado clandestina y casi delictivamente, tienen aquí un argumento inmejorable para demostrar la falsía de la acusación toda vez que la federación canaria del PSOE ha agarrado a peso el programa del crepúsculo citado y lo ha hecho suyo. De tal suerte que los avispados instructores o responsables de asuntos internos del PSC o incoan expediente disciplinario a todos los socialistas canarios, no ya por connivencia o complicidad, sino por plagio abierto y descarado, o se exponen, además de a un ridículo descomunal, a desembolsar una jugosa cantidad en concepto de indemnización por daños y perjuicios, siempre que los militantes de Socialistas en Positivo anden sólo regular de luces y de agudeza… ¡Quien fuera uno de ellos para aprovechar la ocasión, escarmentar al PSC y sacarle hasta el último céntimo de los intereses crediticios condonados por La Caixa!

A mayor abundamiento… da igual. Tolerancio se planta. Esto es una locura. Buenas noches.

miércoles, 18 de abril de 2007

Política hipnótica


Hemos sabido que en la reciente convención de candidatos a las próximas elecciones municipales organizada por el PSOE se repartió una suerte de programa que propone, textualmente, dominar la mente del electorado. Tal cual. No es una broma. Lo traía la prensa, salvo que se trate de un error o de una premeditada intoxicación periodística. Tolerancio se pregunta cómo es posible que se cuele una patraña de semejante calado en un documento que puede trascender a la opinión pública. ¿Será que la cúpula socialista piensa que el personal está suficientemente alienado, idiotizado o narcotizado para que semejante atropello, insulto o amenaza contra la ciudadanía pase sin pena ni gloria, como una anécdota irrelevante?

Nada más y nada menos que dominar la mente del electorado. Ya no se trata de explicar y ofertar un programa. Ofertar, sí, concepto de resonancia mercantil si se quiere, pero preferible a la colonización mental invocada que habrá de lograrse mediante la persuasión hipnótica., pues no se nos ocurre otro mecanismo para lograrlo.

La política cobra así una carácter preocupante, inquietante, no porque tenga que ver con los numeritos inocuos como de función de varietés de un mentalista, de un prestidigitador con capa, varita mágica y chistera, sino porque toma las hechuras del desvarío maximalista de las utopías visionarias, del mundo feliz y la humanidad nueva y perfecta. Toma la apariencia de una espeluznante fábula orwelliana. Ya no importa el debate, rebatir al adversario con trabados argumentos, contrastar ideas, todo eso que nos dicen que es la política en su fase más elaborada. Convencer al votante deviene un esfuerzo innecesario. Ya no es un propósito, una meta. Basta con una suerte de abducción intelectual de la población.
Pero para llevar ese plan de las musas al teatro necesitan los jerarcas del PSOE la conjunción de al menos dos factores. Uno, la obediencia o connivencia de los medios de comunicación. El otro, una sociedad pastueña, relajada, cobardona, dispuesta a tragarse cualquier sapo que le echen y que propende a la evasión a través del ocio, del egoísmo o la indiferencia… no sigamos… ay, madre que se salen con la suya. Pues, si eso fuera así, sería inace-ta-ble.

Perfe-to… ya comienzo a hablar como Pepín Blanco. Quiero decir que ya he recibido una primera radiación de ondas cerebrales.

lunes, 16 de abril de 2007

¿Qué fue del vino de la ministro/a prohibicionista?

La respuesta es bien sencilla. Se lo bebió Zapatero. Todo. En efecto, hemos sabido, según se dice en los mentideros de la corte y villa, que el presidente del gobierno, durante una recepción protocolaria, confesó en un aparte a un personaje político de gran relevancia, dicen que a una presidenta de una comunidad autónoma, que él estaba allí -se refería a la cima del poder- para transformar el mundo. Ni más ni menos.
Nadie pone en duda que el presidente Zapatero esté capacitado para acometer las más altas y a un tiempo arriesgadas misiones. Que pocos mortales pueden contender con su amplitud de miras. Que su sapiencia infusa trasciende los estrechos límites de la común inteligencia humana. Que el mundo, el universo todo, hasta las más apartadas galaxias, caben en su cabeza y que acompasa sus ritmos vitales a los cadenciosos movimientos de las esferas celestes. Hay, incluso, quien sostiene que Zapatero es un nuevo avatar del príncipe Sidharta.
Pero nada dijo de esa radical transformación del mundo durante el debate de investidura. Y nos habría gustado saberlo, pues el presidente electo y su gabinete ministerial gestionan el dinero de los contribuyentes. De modo que en el programa electoral habría de figurar el primero de todos, por su aparente y grandilocuente trascendencia, el punto llamado de la transformación del mundo para que la ciudadanía pueda hacerse una cabal idea de las verdaderas prioridades y de los proyectos de aquellos llamados a desempeñar funciones de gobierno. Y a continuación, quizá, habrían de figurar otros aspectos secundarios, minucias como la estabilidad en el empleo, el acceso a una vivienda justipreciada, la seguridad ciudadana, la deseable mejora de la atención sanitaria y de la educación, una política exterior coherente y responsable, la lucha anti-terrorista o la vertebración territorial del Estado. Fruslerías, es cierto, ante tan ambiciosa declaración de principios.

En realidad a Tolerancio tan elevados propósitos le ponen en guardia, miau, pues esas mentes privilegiadas que sueñan con utopías y pretenden transformar el mundo, normalmente al precio de transformar a los hombres, le inspiran, no desconfianza, sino terror. A Tolerancio le basta con más modestos objetivos. Con que los gobernantes de turno no roben mucho y no metan continuamente la pata hasta el corvejón se da por satisfecho, pues es de muy buen conformar.

Cuando Pol Pot, siendo mozo aún, acudía a las aulas de la Sorbona y departía con sus condiscípulos alrededor de unas cervecitas, mirando de reojo el trasero de aquella estudiante garbosa que tomaba asiento en la tercera fila, e imaginaba un mundo mejor, no sospechaba aún que acabaría metiéndole un tiro en la nuca a miles de sus paisanos por atroces delitos como llevar lentes o tener una bicicleta. Afortunadamente entre ambos personajes media un abismo que inhabilita la comparación y aquí la alusión al líder de los jemeres rojos es una mera exageración y por ello inapropiada.
Cuando algunos de esos utopistas descubren que no hay manera de moldear a su gusto esa masa informe de vicios y empecinada en el error que es el ser humano -ese saco de vísceras locas por pudrirse, como atinadamente describió Céline a la estirpe humana- optan directamente por la eliminación de sectores enteros de la población. Para qué estrujarse las meninges. A la par que proporcionan una tabla de ejercicios gimnásticos a la maquinaria burocrática. Se necesitan funcionarios y dependencias para detener a los sospechosos de innombrables crímenes -siendo el peor de todos no haber interpretado adecuada y obedientemente esos salvíficos deseos de redención para la humanidad en pleno promovidos por sus líderes providentes-. Y hay que trasladar a esa ingrata y refractaria gentuza que no se deja salvar por una tupida red de comunicaciones, alojarla en campamentos, galones de combustible, municiones a capazos, además de ejecutar y enterrar sin descanso, en plan stajanovista. Es un no parar.

¿Qué fue del vino que quiso prohibir la ministro/a de Sanidad? Que se lo bebió todo Zapatero poco antes de descubrir que había sido llamado por la providencia para transformar el mundo.


Fe de errores.- En la bitácora anterior se cita erróneamente al vocal del CGPJ que acudió el pasado martes al programa de la idolatrada Mónica Terribas. No se trata de López Aniol sino de López Tena. Es obligado rectificar pues al magistrado le cabe el honor discutible de proponer, en una disparatada reflexión, mayores dosis de nacionalismo para recuperar el protagonismo perdido por Cataluña en el ámbito económico durante los últimos 30 años. Lo que demuestra que las titulaciones académicas y el desempeño de elevadas misiones no libran a nadie de sufrir una crisis de momentánea aunque fulminante estupidez.

viernes, 13 de abril de 2007

El nacionalismo no es rentable... para la mayoría


La noche del pasado martes, día 10, las disfunciones dispépticas amenazaban a Tolerancio con entorpecer la digestión de la cena e impedir la deseable y pronta conciliación del sueño. Tolerancio recurrió a una terapia la mar de efectiva para, disculpen la gráfica expresión, desembarazar las tripas rápidamente. Se plantó delante de la tele y miró el informativo nocturno de Mónica Terribas, la musa por antonomasia del catalanismo progre y que para quien les habla actúa como un emético potente.
Pero… por una vez Tolerancio asistió a una interesante entrevista. En efecto, la laureada periodista al servicio de la causa patria departía amigablemente con un vocal del CGPJ afecto al nacionalismo, el señor López, que admitía haber caído del caballo como Saulo camino de Damasco. Tolerancio abrigó por un segundo el fugaz y pueril deseo de que ese hombre, tras una fase anterior de ofuscación y empecinamiento en el error, hubiera entrado en razones y abandonado, mejor tarde que nunca, su militancia catalanista. Pero no, había desmontado su cabalgadura para redoblar su compromiso con un catalanismo aún más radical.
Y para justificar su reverdecido credo nacionalista adujo que en los últimos 30 años la participación de Cataluña en el PIB industrial español menguó del 40% al 19%. Y que los depósitos bancarios comparados de Barcelona y Madrid, equilibrados entonces, habían experimentado un aumento excepcional en favor de la capital que ahora dobla a Barcelona en el mentado capítulo. Esa preocupante desproporción, el señor López (su segundo apellido es Aniol que citamos aquí para darle ese perfil más autóctono que sus preferencias demandan) la atribuyó al creciente clima de catalanofobia. Esperábamos más originalidad. Y que la única receta posible para corregir tamaño desajuste es más nacionalismo. Acabáramos. Es curioso que la catalanofobia sea mayor en el presente, en estas horas de componenda estatutaria con el gobierno ZP, que durante el tardofranquismo y la Transición, 30 años atrás, cuando el peso real de la economía catalana en el conjunto de la española era muy superior, según los balances aportados por el interfecto.

Presenciamos una extravagante mezcolanza de datos objetivos, mensurables, como es el descenso de la importancia de Cataluña en el apartado económico, con una aventurada estimación difícilmente contrastable sobre fobias ajenas, el auge de la catalanofobia. Pero podemos contrarrestar la solución previsible y equivocada que aporta el señor López, más nacionalismo, con otro dato incontestable. Desde hace 30 años quien dirige y gestiona la cosa pública en Cataluña es el nacionalismo bajo sus diferentes avatares: los sucesivos gobiernos de CiU y del tripartito. Luego alguna responsabilidad habrán contraído en esta llamativa merma de relevancia industrial, financiera y económica..

Será que el nacionalismo cultiva como nadie el clientelismo. Que devora recursos públicos a espuertas para subvencionar amiguetes y agentes propagandistas que tienen la alta misión de penetrar el tejido social y aventar la prolífica semilla del nacionalismo entre las gentes, partidas presupuestarias destinadas a esculpir almas e inteligencias pero poco o nada productivas. Será porque el nacionalismo piensa que el país es cosa suya y puede regirlo como un asunto doméstico y sin rendir cuentas. Que puede llenarse los bolsillos a su antojo a cuenta de comisiones. Y que muchas inversiones mudan su destino y pasan de largo porque hay quienes no gustan de jugarse los cuartos con una banda de insaciables caciques locales. Y que toda crítica o disidencia, en última instancia, se desactiva enarbolando la sagrada bandera y acusando a los detractores de malquerencia patria. Bandera que, por cierto, la usan para cubrir tanta desvergüenza y tanto apaño viscoso y pestilente que la dejan hecha unos zorros y precisa con el tiempo una limpieza a fondo en la lavandería.

Los datos hablan por sí solos. El nacionalismo empobrece. Seguro que a esta misma conclusión ha llegado la totalidad de catalanes no nacionalistas, pero apenas se utiliza. Siempre ponemos el énfasis en el solipsismo nacionalista, en su falta de solidaridad y otros argumentos ciertos, sin duda, pero acaso no tan atractivos o convincentes para la población nativa.
Por esa razón Tolerancio brinda ese lema a quien quiera adoptarlo y sepa darle un empleo apropiado, pues Tolerancio carece de influencia y tiene la misma capacidad de persuasión que una colilla tirada en el suelo. Dicen que los catalanes somos receptivos a los datos económicos, que nos miramos el bolsillo como otros el ombligo. Proclamar pues que la gestión nacionalista nos ha salido cara en las tres últimas décadas es un argumento táctico a considerar. A diferencia del señor López, proponemos no más, sino menos nacionalismo… porque la pela es la pela.

miércoles, 11 de abril de 2007

Nacionalista gallego es a tonto de baba lo que socialista vasco, de Ermua, a...


Hace unos días los nacionalistas gallegos del gobierno de coalición PSdG-PSOE/BNG nos proporcionaron un motivo para la distensión humorística a costa de un rapto de estupidez superlativa. Recordemos la estrafalaria petición de la Xunta a la RAE para que suprima la acepción gallego por tonto de baba, bobo o tartamudo de uso común en algunas zonas de Hispanoamérica. Petición que, burla burlando, no hace otra cosa que acreditar la oportunidad y exactitud del referido uso idiomático siempre que se refiera a los gallegos nacionalistas.
Para los no nacionalistas, cuando menos para Tolerancio, las públicas demostraciones de imbecilidad del nacionalismo identitario, bajo cualquiera de sus advocaciones periféricas, es causa de honda satisfacción. Bien entendido que la imbecilidad en la estirpe humana no habría de proveer jamás placer o expansión a nuestras pecadoras almas y que esos alardes de histriónico patetismo habrían de condolernos o inspirarnos tristeza por la necedad de nuestros semejantes. Pero para eso está la Semana Santa, para expiar culpas, de modo que Tolerancio ya ha inaugurado su listado de veniales faltas para el período anual de contriciones que se inaugura luego del domingo llamado de Gloria. De modo que llegado el día ya hará penitencia por este inocuo desliz.

Pero… si nacionalista gallego es a tonto de baba, nos preguntamos, a que habría de equivaler socialista vasco, particularmente de la localidad vizcaína de Ermua, luego de saber que en el pleno municipal de dicha localidad los concejales del PSE-PSOE, incluido su alcalde, Carlos Totorica, que años atrás nos emocionó por su valentía y firmeza durante el secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco, votaron una moción que insta al Foro de Ermua a retirar el topónimo del municipio de su nombre asociativo. A esta bochornosa votación se sumó alegremente -en el papel de Judas Iscariote por tratarse de fechas tan señaladas- un representante electo del PP, partido del que era concejal Miguel Ángel Blanco.
Pero la imbecilidad de los socialistas de Ermua no es un hecho aislado sino que en buena parte está inducida por una recogida de firmas a la que se sumaron unos 3.000 vecinos de la localidad. Quiere decirse que en Ermua la estupidez tiene asiento en el alma de mucha gente, como en tantas otras partes del ancho mundo, claro es.

Parece poco menos que delirante que te digan cómo debes o no llamarte o que se recojan firmas, no para la mejora del alcantarillado o del alumbrado público, sino para que supuestos indeseables dejen de arrastrar por el fango el sagrado nombre de nuestro pueblo. Íntimamente nos repugna e irrita que jamás hayamos oído a los prohombres del consistorio de marras exigir en el mismo pleno a la banda terrorista ETA que deje de ensuciar la dignidad de los vizcaínos todos denominando a sus comandos con nombres de ciudades o provincias vascas como sucede con el comando Bizkaia. Bien entendido que nos importa un bledo cómo diantre llamen los terroristas a sus comandos, pues las bombas destrozan los cuerpos humanos, las almas, y también con el tiempo, la dignidad y la inteligencia de algunos, sea cual fuere su maldito nombre.

Pero, mira tú qué cosa, los socialistas del lugar no soportan que el Foro Ermua se llame así. Sus crímenes, a lo que se ve, son incontables. Entre otros, uno muy reciente: golpear contundentemente uno de sus miembros más destacados, el socialista Antonio Aguirre, con sus rocosos testículos la frágil y flexionada rodilla de un atemorizado militante del PNV. Sucedió durante la última comparecencia de Ibarreche ante la Justicia. Media docena de foristas arremetieron violentamente, cegados por la furia homicida, y con Aguirre a la cabeza, contra cientos de pacíficos manifestantes afectos al lehendakari y a duras penas protegidos por varias dotaciones de agentes de la Ertzaina que hubieron de emplearse a fondo para reducir a los agresores.

Uno tiene a veces la percepción de que hay gentes que en estos últimos tiempos se han metido de lleno, a su pesar acaso, en un remolino de cretinismo creciente y vertiginoso, que se han enredado en una madeja y que a cada paso hacen un gesto nuevo y desesperado por escapar de ese gurruño de nudos y que, en cambio, se enredan más. Creo que en el fondo muchos desean huir de esas insólitas prisiones, pero la corriente les arrastra y les precipita a toda prisa hacia un ridículo que no olvidarán fácilmente. Pero eso es lo que toca, así viene en el guión y como son tantos, cuando pase la tormenta y regrese la calma nadie querrá recordarlo porque valdría por relegar a buena parte del país al desahucio mental para los restos. Que todo se olvidará pronto. Quiero pensar que es eso lo que ha sucedido con Carlos Totorica.

En definitiva, nacionalista gallego es a tonto del culo lo que socialista vasco, de Ermua, más un concejal del PP, a… solucione usted mismo, a su gusto, esta sencilla regla de tres.

lunes, 9 de abril de 2007

Gallego= tonto... y español

Asombrado y divertido a partes iguales asistió el otro día Tolerancio a las declaraciones de un portavoz de la Xunta de Galicia en una tertulia televisiva. Y todo por causa de una delirante petición del gobierno autónomo de coalición PSOE-BNG a la Real Academia de la Lengua Española.
Parece ser, lo ignoraba quien les habla, que en determinadas regiones de Hispanoamérica gallego vale por tonto del culo. No sabíamos que la Xunta destinara un equipo de meticulosos funcionarios a revisar los americanismos admitidos por la RAE para elevar el informe pertinente. O acaso sucedió que algún conspicuo representante del gobierno regional de marras, de vacaciones por aquellos predios, sorprendiera al azar en una charla callejera la ofensiva alusión a su dignidad patria.

La reacción desmedida de los nacionalistas gallegos, del PSdG-PSOE o del BNG indistintamente, avala la exactitud de la discutida acepción, bien entendido que tonto de baba no habría de valer por gallego sino más específicamente por gallego, pero nacionalista. Si de lo que se trata es de fiscalizar los usos idiomáticos aún les daremos más trabajo muy gustosamente para justificar su sueldo e incrementar el complemento trimestral de productividad: sugerir a argentinos y uruguayos que en lo sucesivo no identifiquen gallego con español… solo que el trabajo que les aguarda es más exigente porque a labia nadie gana a los nacionales de las citadas repúblicas y se necesita una verborrea florida para doblarles la mano.

El portavoz de la Xunta, uno de esos tipos estomagantes como pocos, cree Tolerancio que el interfecto dice llamarse Antón Losada, que transpira por los poros un odio furibundo a cuanto huele a España, quiere modificar la realidad negándola. Se trata de censurar unas acepciones del diccionario, arrancar las hojas pecaminosas y reducirlas a cenizas en la hoguera inquisitorial atizada por el nacionalismo cerril. Disculpen el innecesario pleonasmo: por el nacionalismo a secas, pues la cerrilidad, si así puede decirse, es consustancial al nacionalismo.
En realidad el portavoz del gobierno nacionalista juega a favor de viento. Uno se consuela pensando que disponen de un margen de tiempo limitado para cometer estas y otras fechorías y acabar su magna obra. Pero que llegará el día en que habrán agotado el cupo de melonadas que los avatares de la historia les ha brindado y que todo el daño que no hagan ahora ya no podrán hacerlo jamás. Soñar es gratis.
Pero les importa un bledo. Nos ganan en muchas cosas, pero sobre todo en la más importante: tienen un guión del que no se mueven un ápice y carecen de vergüenza y de temor al ridículo. Cuando se lucha por una causa patria no hay lugar para titubeos o remordimientos intelectuales. La patria lo justifica todo: el bombazo que te crío o la payasada desternillante. Rectifico entonces: pueden cambiar la realidad negándola. Y a fe que lo hacen y mejor que nadie. Y como sostienen otros nacionalistas… van ganando la partida.

Un contertuliano de ese programa sugirió, sonriendo por lo bajini, pues no lo hizo abiertamente por no incomodar al interfecto, que en lugar de instar a la RAE a suprimir las acepciones causantes del enojo nacionalista, harían mejor en convencer de algún modo ocurrente a los hablantes de esas latitudes a que modifiquen ese tan dañino hábito. Pero esa idea no es conveniente por una razón: que la campaña publicitaria costaría unos dineros que habríamos de pagar todos y bastantes chorradas subvencionamos ya a diario para dar satisfacción al nacionalismo. Sólo nos faltaría añadir una más, ésa en particular: la más idiota de cuantas hemos oído. Pagar pasaje aéreo en business class y estancia a mantel y cuchillo a una trouppe de voraces agentes lingüísticos de la Xunta destacados al Caribe, daiquiri va daiquiri viene, para que unas decenas de personas en una aldea perdida de la selva tucumaya excluyan de su vocabulario una expresión hiriente para las nubladas mentes de los súbditos de Breogán, el brumoso reyezuelo celta que habitara los versos en consonante de un poetastro perturbado por la ingesta masiva de orujo.
Y un carajo. Un carajo de la vela. Que se enfaden. Si algo les pica, que se rasquen y disputen con la RAE y se cubran de ridículo y así, qué menos, nos proporcionan un hilarante episodio de estupidez superlativa. A veces no hay mejor argumento en pro de la causa propia que la imbecilidad sin parangón del adversario. De modo que, en adelante, no diga tonto del culo o idiota, diga directamente… nacionalista gallego.

jueves, 5 de abril de 2007

Las estadísticas de la ministro/a Trujillo


La ministro/a Trujillo, que no sabemos por qué razón no goza de buena prensa, a pesar de ser una de las más innovadoras del gabinete por la calidad de sus ocurrencias, ha cometido en fechas recientes un grave desliz estadístico. En efecto, a colación del acceso de los jóvenes a su primera vivienda ha patinado al decir que un 80% no tiene problemas para encontrarla, sea de 30, 60 o 300 metros cuadrados.
La pura lógica desvela el cálculo erróneo de la ministro/a. La primera vivienda de los jóvenes, en sentido estricto, es la misma que la de los padres, si entendemos el concepto familia o núcleo familiar en una acepción amplia con comunidad de bienes incluida. De tal suerte que los jóvenes, cuando lo son mucho, muchísimo, tan jóvenes que son recién nacidos, acceden a una vivienda sin el menor problema, pero no el 80 sino el 100%.
Claro que la calidad de las viviendas es otra y muy distinta cosa. Los hay que nacen en el seno de una familia acomodada y gozan de una vivienda espaciosa y los hay menos afortunados, aparcados los pobres en un cuchitril diminuto. Pero retrocediendo hasta la juventud más incipiente e inaugural todo ser humano tiene techo y manutención asegurados durante la gestación, en el confortable, nutricio y mullidito seno materno.
Por eso pensamos que la ministro/a ha pecado en esta ocasión por defecto, por causa de una escrupulosa modestia. Cierto que el mérito no es de su ministerio, pero el porcentaje de los jóvenes con alojamiento no es del 80, sino del 100%, excepción hecha de algunos desajustes extremos, desahucios y otras dramáticas circunstancias que interesan a la impecunia de sus mayores. Y algunos le cogen tanto apego a esas cuatro paredes que no marchan del hogar paterno hasta los 40 años.

¿Recuerdan aquellas declaraciones tan controvertidas que hizo en su día Álvarez Cascos relativas al precio de la vivienda… no será tan elevado si todo el mundo se compra una? Que buena pareja harían ambos al frente de tan activo y resolutivo ministerio, compartiendo un despachito de 30 metros cuadrados.