jueves, 15 de marzo de 2007

Montilla NO es un "sonderkommando"

Esta bitácora tiene por objeto definir algunos conceptos que no guardan relación entre sí pero que lenguas maledicientes pretenden conectar en detrimento de un análisis ponderado de la actualidad política, del rigor y de una saludable convivencia. Debemos oponernos a según qué manejos, a los gratuitos ejercicios de crispación desenmascarando a sus autores.

Cipayo.- Soldado indio al servicio de un ejército europeo. Por extensión se aplica a las tropas nativas utilizadas en numerosos hechos de armas por potencias extranjeras en sus aventuras coloniales, enfrentando a esas unidades contra su propio paisanaje o en otros y distantes escenarios bélicos. Un ejemplo conocido de tropa cipaya sería el de los temibles gurka al servicio de Su Graciosa Majestad, que con sus gumías afiladas entre los dientes se afanan en rebanar cuellos como nadie. Cipayos son también llamados los agentes de la Ertzaina por los batasunos al entender éstos últimos que reprimen y traicionan a su pueblo, aunque el reproche parece excesivo a juzgar por su discutible eficacia policial.

Palanganero.- Dícese del individuo que desempeña su servil oficio en las casas de lenocinio acudiendo a las distintas habitaciones pertrechado de trapos, bayetas, jofainas y otros enseres para proceder a su limpieza entre servicios.

Mamporrero.- Dícese del individuo que auxilia a determinadas reses, mediante hábiles manejos, a montar a las hembras de la misma especie, o de especies compatibles genéticamente, para facilitar la cópula y propiciar la fecundación.

Sonderkommando.- Denominación que recibían los judíos en los campos de exterminio nazis ocupados en trasladar hasta los hornos crematorios los cadáveres de las víctimas gaseadas o asesinadas por otros horrendos procedimientos. Ese cometido no libraba a tales personas de padecer, llegado el momento, la misma e infausta suerte de los demás. Una siniestra función, distinta, pero relacionada con la anterior, era la de capo o policía judío del gueto. Para documentarse sobre este espeluznante episodio de la Historia reciente recomendamos la ilustrativa película El pianista de Roman Polanski cuya acción transcurre en Varsovia. El policía judío del gueto actuaba por delegación de los nazis, haciendo el trabajo sucio entre la población hacinada intramuros, demorando de ese modo, mediante la obediencia y la brutalidad, su propio asesinato.

Montilla.- Valedor de la fallida OPA a Endesa aportando, no su mano debidamente enguantada, cual mamporrero, hasta los codos, sino el respaldo político del gobierno central, del que era entonces diligente ministro de Industria, a la inseminación anunciada en su día por los ventripotentes directivos de Gas Natural. Otrosí Montilla, originario de la muy noble y leal villa cordobesa de Iznájar, ha hecho muy reconocidos méritos para labrarse una aureola de ejemplar integración en la sociedad receptora, incluido un prodigioso dominio del idioma, al tiempo que por reciprocidad, y en aras del proceso de construcción y cohesión nacionales, promueve como nadie la difusión de los valores y maneras del catalanismo político y cultural entre quienes como él llegaron a Cataluña procedentes de otras regiones. Montilla ha hecho suyo ese discurso de un modo fervoroso y vehemente que recuerda, según algunos, la figura del converso que se hace perdonar sus orígenes con una militancia intransigente en pro de la causa patria. Para muestra un botón, el Molt Honorable recurrirá el decreto del gobierno central que amplía a tres las horas de enseñanza del idioma español en la escuela elemental.

Salta a la vista que absolutamente nada tiene que ver don José Montilla con las definiciones torpemente esbozadas en los párrafos anteriores. En el presente caso no cabe el menor atisbo de identificación, siquiera como ejercicio retórico o literario, por tratarse de magnitudes y actitudes diametralmente opuestas. Cierto que sólo cabe comparar entre sí cosas diferentes, pues lo que es idéntico no precisa el concurso de la comparación. Todo lo dicho demuestra de modo fehaciente la mendacidad y la falsía de quienes, exhibiendo una ruindad y vileza sin parangón, establecen, o andan tentados de hacerlo, comparación tan disparatada y sin fundamento con ánimo de ensombrecer la augusta figura del Molt Honorable President que, ante tan infundados ataques, resplandece con un brillo aún más intenso y deslumbrante.

Que nadie lo dude, Montilla ni es un cipayo, ni un palanganero, ni un mamporrero, ni un sonderkommando al servicio del nacionalismo catalán.

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