Alberto Fernández Díaz, candidato de Piqué a la alcaldía de Barcelona, le ha cogido el gustillo a repetir a cada paso que los resultados de las municipales demuestran que el voto a Ciutadans es un voto inútil. Que con los 23.000 votos de C’s en sus alforjas habría obtenido más concejales y que esa circunstancia habría propiciado un cambio en la alcaldía de Barcelona. Y aconseja a los votantes descarriados de C’s, metido a monaguillo post-electoral, que reflexionen sobre el particular y que rediman sus pecados, textual, votando al PP en las Generales que están a la vuelta de la esquina.
Lo suyo no es caradura, o eso piensa Tolerancio, porque tiene cara de buen chico, algo tontín si me apuran -no serían sus facciones aptas para ilustrar las teorías del jurista Burke, que allá por el siglo XVIII sostuvo que la expresión facial del individuo y su configuración antropométrica revelan al buen observador las inclinaciones de una naturaleza criminal-, sino una legítima aunque infumable añagaza política con cierta hechura de OPA hostil. Tiene, el bueno de Albertín, todo el derecho del mundo a decir ésas u otras bobadas.
De entrada no sabemos de qué chistera se ha sacado que todos los votos de C’s habrían de ser suyos o si se lo han dicho en una notaría previa revisión de los títulos de propiedad de cada sufragio. Por otro lado el hipotético cambio de color consistorial… ¿En qué habría consistido?... Pues en otro pacto. En la complicidad del PP para que Trias fuera alcalde. Es decir, los votos que Albertín echa de menos habrían servido para entregarle la alcaldía a un nacionalista… justo, mira tú por donde, lo que desean que suceda con su voto los militantes y simpatizantes de C’s.
Albertín no sabe aún por qué nace C’s -anda un pelín despistado como un perito en explosivos-. Lógico, entre las atorrantes charlas con Piqué y Vendrell y el embeleso que provoca reunirse con ese bellezón de Montse Nebreda, es comprensible que el chico desbarre.
No nos cabe duda que CiU, para tocar pelo en Barcelona, habría pactado con el PP tan ricamente. Y que unos y otros habrían olvidado aquella ocurrente escenificación de Mas acudiendo al notario para jurar en arameo y catalán que jamás pactaría con el partido de Albertín… pues tenemos una memoria de corto plazo deficiente, inversamente proporcional al diámetro de nuestras tragaderas. Y pelillos a la mar. Pero eso lo piensa Albertín porque ignora que los votantes de C’s no son tan maleables como otros, aunque lo seamos en alguna medida, pues es connatural a la condición humana.
La gente de C’s, querido Albertín, el del voto inútil, se ha metido en este lío mayúsculo de la política por dignidad y cansancio de que acaben ganando siempre los nacionalistas, en solitario o respaldados por los partidos llamados nacionales, sin que nadie les chiste. Cabe que Albertín no se sintiera humillado por la perfomance teatral y notarial de Artur Mas -el de los colegios privados japoneses, ¿Recuerdan?- pero es cosa suya que su límite para encajar insultos y ofensas desconozca aún sus coordenadas precisas.
Para el votante de C’s un caso paradigmático de voto inútil en determinadas contiendas electorales habría sido justamente el voto al PP de Piqué o de Albertín, porque sería un voto delegado, interpuesto, para beneficio de CiU, un voto entregado en bandeja de plata a los tradicionales gestores del nacionalismo -ahora relevados de sus funciones- y eso es precisamente lo que el votante de C’s quiere evitar a toda costa aunque no cuente aún con la fuerza suficiente para lograrlo.
Y eso es lo que los votantes de C’s, con mejor o peor fortuna, procuraremos hacer en las generales: hacer acopio de fuerzas para impedir que la gobernabilidad de la nación dependa de conchabanzas e hipotecas vergonzantes del PSOE con los nacionalistas del PSC, ERC, ICV, BNG, PNV, CC, NafarroaBai -que, en justicia, habría de llamarse NafarroaEz-, ANV, CHA, CHE, CHI, CHO, CHU y CiU, o, tanto monta, monta tanto, del PP con CiU, PNV -cualquiera sabe las vueltas que el mundo da-, CC -ERC en Castelló d'Empùries- o el BBI, el aún increado Bloque Berciano Independiente.
En pocas palabras, Albertín, romper de una vez esa cansina dinámica, que no tiene por qué ser una cadena perpetua si los ciudadanos en número suficiente nos conjuramos a una, de que la llave del gobierno obre en poder de partidos y partidillos nacionalistas que en sus respectivas jurisdicciones no hacen otra cosa que obstaculizar ese imperativo democrático inherente a un verdadero Estado de Derecho que se resume en la siguiente divisa: exactamente los mismos derechos para todos los ciudadanos en cualquier punto de la geografía nacional. Y eso tu partido no lo garantiza cuando agita la cola como un chucho faldero para congraciarse con nacionalistas de diverso pelaje en diferentes ámbitos, bien se trate de legislaturas anteriores -PP y CiU en Madrid y CiU y PP en el gobierno autónomo-, de pactos con UM en Baleares o como habría sucedido con CiU en la alcaldía de Barcelona si esos votos te hubieran sonreído. Del mío, mejor te olvidas, monín.
Para finalizar, no entiendes, Albertín, que no deberías ocuparte en captar o aglutinar el voto de C’s sino aplaudir que una fuerza de centro-izquierda no nacionalista se consolide y tenga presencia en las instituciones para rascar votos paulatinamente al PSC -y al PSOE a nivel nacional- pero ésta ya es mucha lección para asimilar en un solo día. Por eso te pondremos cara a la pared… no temas, que no se trata de llevarte a una comisaría de los mossos, ni de recibir una visita sorpresa, a espaldas vueltas, de Zerolo, pero sí de ponerte unas orejas de burro como sucedía antaño a los alumnos indoctos. Y me copias 100 veces, con buena letra y sin faltas de ortografía, el voto de C’s no es inútil, sino necesario.
Despacho de última hora.- Leído en el diario El Mundo en su edición del 31/05/07, Alberto Fdez Díaz, Albertín, sugiere a Hereu que gobierne en minoría y le ofrece apoyos puntuales para luchar contra el nacionalismo. Y se lo dice tan alegremente al candidato de un partido nacionalista. Está visto que los inútiles votos de Albertín pueden servir indistintamente para afianzar en la poltrona a un nacionalista, Trias, o a otro, Hereu. Valen lo mismo para un roto y para un descosido. Si los burros volaran, éste no bajaba ni a comer.
1 comentario:
Votos en beneficio de CIU...y negocios a tres bandas...
ELECCIONES 2008
Los Fernández Díaz
El PP en Barcelona
Rafael del Barco Carreras
En equipo con Joseph Piqué Camps, hombre políticamente creado por Pujol, y colaborador (empleado) de Javier de la Rosa. Con esos antecedentes cualquier equipo político debiera desaparecer y dedicarse a anexas empresas, o en las de Lara de Planeta, otra estrella. En Madrid, Jorge Fernández Díaz, en Barcelona Alberto Fernández Díaz, y con Enrique Lacalle Coll, financiado por De la Rosa, quizá por conocer con exactitud por sus cargos en el Ayuntamiento y Consorcio de la Zona Franca el destino, forma y maneras, del Gran Desfalco. No en vano se sentaba en las mismas asambleas que los otros financiados, los socialistas de Serra y Maragall. Un amigo de De la Rosa que la ironía de la vida coloca en la Jefatura del Consorcio y que leyendo sus "negocios" en Internet me resucita los "30 años de la Gran Corrupción"... nada ha cambiado...
Me equivoqué al escribir sobre el mayor, Jorge. Yo le tenía por abogado. Él ni lo recordará, y menos a mí, de ordenanza (preso por el Caso Consorcio), cuando visitaba el locutorio de “jueces y abogados” por los 80 en La Modelo, por el caso Seguros Sociales, y resulta que es ingeniero, y era, inspector del Ministerio de Trabajo. ¿Qué hacía allí un Inspector de Trabajo presentado como abogado en un caso donde con absoluta seguridad habían inspectores de Trabajo involucrados?. Un caso que de darle la publicidad que merece entra de lleno en la Gran Corrupción, www.lagrancorrupcion.com. Cien importantes empresarios involucrados, cuarenta detenidos, todos en libertad con fianza a los máximo cuatro meses, y Juan Piqué Vidal, defensor de la mayoría, y de uno o dos, Pascual Estevill, unos detenidos y otros, curiosamente, no, y juzgados diez años después sin ingresos en prisión. Liquidaciones falsas, no ingresadas, con sellos y registro. Cobraban en efectivo el 10 % de la deuda, y liquidada. Nunca jamás se detuvo en Barcelona a tanto empresario, ni después con los cientos involucrados en algo parecido, las liquidaciones por IVA, también en manos de Piqué Vidal y Pascual Estevill (una de las operaciones de sus extorsiones). Lo viví, y lo cuenta Antoni Piñol, secretario de Juan Piqué Vidal (que entró en la Fiscalía a denunciar a su Jefe y salió como denunciado), en su escaso libro “La toga manchada de Piqué Vidal”, Ediciones de la Tempestad, 1998, con Vicens Cardellach Marsá y su gestoría, presidente casi vitalicio del Colegio de Graduados Sociales. ¡Otra víctima, Antoni Piñol!.
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