sábado, 19 de mayo de 2007

Ladrones de bicicletas


Leído en un diario gratuito del día 17/01/07 -ya ha llovido desde entonces pero a Tolerancio se le acumula el trabajo-: El ayuntamiento de Barcelona promociona un servicio público de alquiler de bicicletas. Qué modernos, como en Ámsterdam. Si no entendimos mal la misión del parque municipal de bicis será facilitar el enlace de los vecinos entre tramos no conectados de Bus y Metro. De tal suerte que el mayor trayecto a cubrir rondará los 2’5 kms. Ya disponen de cientos de bicis pero en breve habrá miles a disposición de los usuarios.

De un tiempo a esta parte Barcelona se postula como el paraíso de las localizaciones para rodar películas de cine. Algunos títulos nos vienen a la cabeza en relación con ese artefacto de dos ruedas como Muerte de un ciclista, sólo que por la gravedad de título es mejor no mentarla para no llamar al mal tiempo. Pero si uno continúa leyendo la noticia ve que toma trazas y hechuras de otra película magnífica y que los estudiosos del septeno arte proponen como obra fundacional del neorrealismo italiano: Ladrón de bicicletas, de Vittorio de Sica.
Hemos sabido que el módico alquiler de la bicicleta no excederá del euro y que uno podrá sacarse un bono anual por poco más de 20. Eso sí, el usuario costeará por bemoles un seguro de tal suerte que en caso de sustracción o robo del velocípedo habrá de abonar la cantidad de 150 €.
Jugada redonda, el ayuntamiento viene a decirnos que, si te la birlan en un descuido o, ve a saber, a punta de navaja, la pagarás tú. O sea, además del susto que llevas, encima desembolsas dicha cantidad para cubrir el objeto que ha sido causa de un delito que tú no cometes pero sufres en tus carnes. Genial. Te roban y encima pagas. Lo que siempre se ha descrito coloquial y muy gráficamente en los siguientes términos: además de puta pago la cama.
A mayor abundamiento, razona un portavoz del consistorio, es improbable que se produzca un hurto o robo en un trayecto tan breve como el que harán la mayoría de los ciclistas, siendo el mayor, como se ha dicho, de poco más de dos kms. Argumento que causa cierta perplejidad, pues el robo de una bicicleta o de cualquier otra cosa se produce en unas coordenadas precisas del espacio físico aún in itinere. No se necesitan más de unos metros, desde que se inicia el proceso de sustracción hasta que se completa, para robar un móvil, un reloj o una sombrilla de playa. Parece que este hecho contrastado, sabido de los más reputados criminólogos, no rige para las bicicletas municipales.
Nos da en la nariz que esos 150 € que desembolsará el usuario en caso de robo es exactamente el precio de coste de esas bicis de paseo, más una pequeña plusvalía. No hace falta ser un lince para ver que el ayuntamiento no piensa destinar a un solo guardia municipal para investigar o reprimir el hipotético robo de bicicletas, pues recuperarán el dinero de tu bolsillo y podrán reponerlas tan ricamente. Ni siquiera el robo de bicis, que no se perseguirá, computará en las estadísticas anuales de delincuencia registrada en el municipio. Ni que roben mil. Al tiempo que la normativa invita a los cacos de la ciudad a derivar su ejercicio profesional al ventajoso y nuevo ámbito ciclista, pues esa nueva modalidad delictiva saldrá gratis penalmente. El rodaje de múltiples remakes, verídicos, reales como la vida misma, de Ladrón de bicicletas, está asegurado.

Despacho de última hora I.- El gobierno municipal, a través del concejal de tráfico, acaba de dar con la solución propicia para blindar las bicicletas de las inmoderadas apetencias de los cacos al promulgar una ordenanza que impide a los ciclistas acercarse a menos de un metro de distancia de los peatones. Esta sabia medida dificultará las ilícitas actividades de los amigos de lo ajeno, pues para perpetrar el robo habrán de estirar sus brazos cual si tuviera su musculatura una insólita elasticidad.
Esta disposición demuestra que todo puede empeorar y que a una burrada puede suceder otra de mayor calibre.

Despacho de ultimísima hora II.- El servicio de bicing municipal ha registrado en sus primeras semanas de funcionamiento un total de 20.000 usuarios, según recogen los medios (diario El Mundo, 18/05/07). Ha arrancado, pues, con buen pie. Pues, hala, a pedalear.

3 comentarios:

Josefina dijo...

..."La densidad del tráfico es uno de los problemas más graves de de esta ciudad y una de las cosas que más preocupado tiene a su alcalde, también llamado Maragall. Esta ha recomendado en varias ocasiones en varias ocasiones el uso sustitutivo de la bicicleta y ha aparecido en los periódicos montando precisamente en una bicicleta, aunque la verdad sea dicha, nunca lleva trazas de ir muy lejos. Quizá la gente haría más uso de la bicicleta si la ciudad fuera más llana, pero esto tiene mal arreglo, porque ya está casi toda edificada. Otra solución sería que el Ayuntamiento pusiera bicicletas a disposición de los tanseúntes en la parte alta de la ciudad, ...."
"sin noticias de Gurb" Eduardo Mendoza. 1991
Esta idea no es muy nueva que digamos, pero como las cosas de palacio van despacio.
Mañana continuará.
Saludos Javier

Josefina dijo...

....con las cuales éstos podrían ir al centro muy de prisa y casi sin pedalear. Una vez en el centro, el propio Ayuntamiento (o, en su lugar, una empresa concesionaria) se encargaría de meter las bicis en camiones y volverlas a llevar a la parte alta. Este sistema resultaría relativamente barato. A lo sumo, habría que colocar una red o colchoneta en la parte baja de la ciudad para impedir que los menos expertos o los más alocados se cayeran al mar una vez efectuado el trayecto descendente. Quedaría pendiente, claro está, la forma en que la gente que hubiera bajado al centro en bicicleta volvería a la parte alta, pero esto no es cosa que deba preocupar al Ayuntamiento, porque no es función de esta institución (ni de ninguna otra) coartar la iniciativa de los ciudadanos."

No se si lo conocías, espero que te guste.
Más saludos

Javier Toledano dijo...

Si lo conocía Fina y es muy divertida.

Un saludo cordia.